Un cruce vial del oriente de
Cali, en una de las entradas al
Distrito de Aguablanca, lleva noches consecutivas de tropeles, carreras y vértigo cerca de alguna herida o la muerte.
En ese espacio han perdido la vida, en forma violenta, un policía y dos jóvenes entre miércoles y domingo.
Mientras que otro joven murió en una motocicleta en la recta Cali-Palmira. Su padre teme que haya sido cuando lo perseguían autoridades.
Calipso, en la avenida Simón Bolívar, con carrera 28 D, cerca de la Troncal de Aguablanca, es un barrio que pasa noches agitadas desde el 28 de abril cuando se declaró el paro nacional. Algo similar viven sus vecinos del sector de Julio Rincón.
Las refriegas y detonaciones se han repetido en distintas horas alrededor de una Terminal del Sistema de Transporte Masivo MIO y de un
almacén del Éxito, que han sido objeto de vandalismos y saqueos.
En la tarde del sábado 22 de mayo, un grupo de jóvenes estaba en esa zona cuando empezó una lluvia de detonaciones. No fue la primera en el transcurso de ese día y noche.
Al suelo fue a caer Jhon Erick Larrahondo, un muchacho entusiasmado por el deporte. En el sitio se aseguraba que le estalló cerca un artefacto de gas lacrimógeno. Otros mencionaban que fue una herida de fusil. Hasta ahora no se han determinado por parte de autoridades las causas de su muerte.
Según la Policía, el dispositivo oficial esa noche no portaba armamento y fue atacado por un grupo de personas en las afueras del establecimiento comercial y las instalaciones del MIO. Al sitio llegaron unidades del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) al apoyo para sacar a los uniformados que estaban en ese espacio.
Jhon Erick Larrahondo estaba en ese grupo de Primera Línea, como se llama a quienes han estado en las barricadas en distintos puntos de Cali.
Al anochecer del mismo sábado, una caravana, con sirenas y puestas en firme de uniformados de Policía, despedía la carroza fúnebre del patrullero Juan Sebastián Briñez, de 22 años.
El policía fue herido a bala cuando había llegado desde Tolima a participar en los operativos por el paro en Cali. Fue en Calipso y videos muestran la angustia de sus compañeros cuando gritan "Vamos, Bríñez”.
El ministro de Defensa, Diego Molano, afirma que "un disparo de fusil terminó con la vida de este héroe de 22 años que defendía su país. Solidaridad con su familia. Dos policías más fueron heridos". Y ofreció 100 millones de pesos por los responsables. Esa noche hubo seis civiles heridos.
Pasadas las 10 de la noche del miércoles19 de mayo el drama fue para la familia de Angie Johanna Valencia Ordóñez, de 22 años, quien murió por heridas de arma de fuego.
Allegados aseguran que ella salió de su casa, con un pariente, a una compra, cuando la alcanzó un tiro en la cabeza. Según la versión, no se permitió que fuera levantada para ser llevada a un centro asistencial y sufrió dos heridas más presuntamente cuando estaba en el piso.
Ni la Policía ni la Fiscalía han entregado un informe de esa muerte.
Angie Johanna era madre de una niña de 5 años. Esa noche, jóvenes de Primera Línea informaron que se retiraban del sector porque no acompañaban a quienes querían aparentemente saquear el almacén de cadena.
Llanto de padre por su hijo
Carlos Sierra lloraba el domingo en un carro funerario la muerte de su hijo que heredó su nombre. Estaba desconsolado por perder a su amado muchacho cuyo cadáver apareció el sábado 22 de mayo en el ciclocarril, al lado de la recta entre Cali y Palmira.
El joven murió al lado de otro hombre, al parecer venezolano, cuando presuntamente se habrían accidentado en una motocicleta.
El padre dice que "una semana antes lo golpeó la Policía en la universidad del Valle, le echaron arena al motor de su motocicleta, le dieron bala al tanque, le cortaron el cojín y las llantas".
Lea más noticias de Colombia