En las montañas del nororiente del Cauca, así como en otras zonas del centro y sur de este departamento, alcanzando los cafetales que tapizan la cordillera Central en Nariño, indígenas de los pueblos misak, ingas, pijaos, pastos y algunos nasas respaldan la propuesta que los ha llevado a una pugna no solo con el Gobierno para lograr recibir un reconocimiento del mismo Estado como autoridad indígena de carácter público, especial y nacional.
Ellos son parte del movimiento Autoridades Indígenas del Suroccidente (Aiso), creada hace 48 años con nativos de Cauca, Nariño, Tolima y Huila. Esta es una de las dos mayores organizaciones con fuerte presencia en el Cauca. La segunda es el Consejo Regional Indígenas del Cauca (Cric), fundado en 1971, es decir, tiene 53 años de historia.
Por ahora, se mantiene la tensión en el norte del Cauca, pues indígenas de Aiso han estado todo este 20 de agosto en asamblea, evaluando si bloqueaban la vía Panamericana, bloqueo que empezó en la tarde de este mismo martes.
Según el viceministro encargado para el Diálogo Social, la Igualdad y los Derechos Humanos, Gabriel Rondón, las comunidades han mostrado que tienen opiniones distintas, pero ha enfatizado que se debe buscar una solución concertada, antes de bloquear la carretera Panamericana por los impactos económicos que esto traería para el Valle, Cauca y Nariño, conectando además al interior del país.
El viceministro Rondón rechaza las vías de hecho, pide diálogo y otras salidas. El Gobierno Nacional informó que aunque comprenden la autonomía de los indígenas, no se puede afectar a toda una sociedad que transita por la Panamericana.
Mientras en Aiso reiteraron que existe un decreto desde el 27 de febrero de este 2024 que les daría el reconocimiento que reclaman y que se habría sido gestionado con el entonces viceministro del Interior, Luis Fernando Velasco, en el Gobierno han indicado que no es oficial y que está en etapa de consulta pública.
¿Por qué la lucha de los indígenas en Cauca?
Pero, los señalan , tanto del Cric, como de Aiso, surgieron por la lucha de los pueblos indígenas que históricamente han sido desconocidos, violentados y discriminados en los diferentes procesos de la colonización en sus territorios, han generado muerte física y cultural, genocidios y etnocidios que hasta la fecha siguen dejando secuelas en sus realidades e imaginarios sociales". Así se lee en un documento de la Comisión de la Verdad sobre la historia de estos pueblos en el país para entender qué implicaciones habría si la Aiso recibe este reconocimiento, que como sus integrantes manifiestan, es por su derechos, por su bienestar y la defensa de sus territorios.
Asimismo, estos mismos indígenas manifestaron que es necesario entender todo un contexto de luchas.
"Durante muchos años, los indígenas fueron relegados a vivir bajo las figuras de terraje, endeude y servidumbre en sus tierras. Gran parte de ellos se replegó hacia las profundidades de las montañas, selvas, llanuras, páramos o desiertos donde resistieron a diferentes procesos de dominación cultural y territorial. El despojo de su territorio y su cultura no se ha detenido, hoy las economías extractivistas siguen violentado las formas de vida indígena y su territorio", son algunas de las líneas del documento de la Comisión de la Verdad.
"El reconocimiento de los derechos, la autodeterminación y respeto por los territorios de los pueblos indígenas han sido fruto de su lucha constante, han batallado contra la negación persistente en el proceso de independencia y creación de la República donde el Estado a través de políticas, leyes y normas no correspondió con las necesidades ni con el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, más bien facilitó el despojo de sus territorios, el exterminio físico y cultural aún más fuerte en el marco del conflicto armado interno y la violación incesante de sus derechos individuales y colectivos", dice el documento de la Comisión de la Verdad.
Son luchas que se remontan al período de La Conquista y se extendieron por la Colonización y la República.
"Una vez acabada la Independencia, a comienzos de la República, la nueva institucionalidad que se emancipó de España no cambió su relación colonial frente al tratamiento de los pueblos indígenas, por el contrario, comenzaron a disputarse sus tierras, incluidos los territorios reconocidos como resguardos coloniales durante el dominio español. En este contexto comenzaron las luchas de los líderes indígenas. (...)", dice el documento.
"Fue en el contexto de los debates de la reforma agraria en Colombia, en los años 60, cuando los indígenas retomaron sus luchas por la defensa del reconocimiento de sus territorios ancestrales y la constitución de tierras y resguardos del que fueron despojados, así fueron creando y consolidando un proceso de organización comunitaria para la protección, gobernabilidad y exigibilidad de sus derechos culturales y territoriales", se lee en otro de los apartes.
¿Qué dicen indígenas del Cric, si Aiso recibe el reconocimiento estatal?
En un video, el tata Álvaro Morales, del resguardo indígena de Guambía, en el municipio de Silvia, en el norte del Cauca, explica a su comunidad cómo empezó la Aiso. "Esta ha sido una historia de la ancestralidad, de la lucha de las autoridades, pero particularizamos, comienza a coger fuerza desde Jambaló (norte del Cauca), a partir de los años 74". En esa grabación creada para su comunidad cuenta que en el 79, esa organización fue creciendo. "En Jambaló, después aquí en Guambía, después se fue alargando". Menciona a los pueblos indígenas Ingas y Pastos, ambos de Nariño.
En el mismo video, la indígena del pueblo pijao María Bellanit afirma que el objetivo de Aiso es la lucha por los derechos territoriales.
Mientras tanto, en el Cric informaron que este Consejo "de lucha y resistencia", se creó bajo los principios de unidad, tierra, cultura y autonomía.
Hoy, el Cric reúne 11 pueblos indígenas y 139 cabildos. Un cabildo "es la unidad básica de gobierno indígena en el Cauca, tiene reconocimiento de la comunidad como autoridad tradicional y la legislación le dio categoría de entidad Especial del Estado colombiano para istrar los territorios Indígenas", dijeron en Cric a EL TIEMPO.
Jaime Díaz, quien es indígena nasa y acata las directrices del Cric, como alcalde del municipio de Toribío, en el norte del Cauca, explicó que los cabildos tienen resguardos (cubren territorios con sus respectivos gobernadores de los pueblos indígenas). El cabildo concentra la toma de decisiones de manera local.
En el mismo Cric se congregan, además, 12 asociaciones, entre ellas, la Asociación de Cabildos del Norte del Cauca (Acin). En total, el Cric cubre a más de 380.000 indígenas en este departamento.
El alcalde de Toribío, así como otros indígenas nasas indicaron que tanto Cric, como Aiso, tienen injerencia en sus respectivas comunidades. Ya son las comunidades que son parte de cada una las que seguirán y acatarán los lineamientos de cada organización.
El mandatario Díaz puntualizó que él es nasa, que fue gobernador del resguardo de Tacueyó, en el mismo Toribío. Añadió que ser alcalde, aunque ya es parte de la institucionalidad del Estado colombiano, parte del hecho de que busca el cumplimiento del plan de vida de los nasas en esta región del norte del Cauca. Manifestó que para quienes están dentro del Cric no les afecta el reconocimiento de Aiso, pues no le restaría al Cric la potestad y ese reconocimiento que le otorgó el Estado hace casi 25 años.
Este reconocimiento implica entrega de recursos y lograr que los pueblos indígenas, en este caso, de Aiso, puedan aspirar a dineros para programas del mismo Gobierno, en vivienda, salud o educación, a través del Sistema General de Participaciones. Son recursos por el orden de $ 700.000 millones y más de un $ billón.
Mientras que para indígenas que acatan las decisiones del Cric no habría afectación para ellos con el reconocimiento a Aiso. Para los de este movimiento, cambiar de condición les permitirá mayor desarrollo y por ello, la protesta en la vía Panamericana.
Sin embargo, hay preocupación entre algunos consejeros del Cric que prefieren no ahondar más en el tema. Extraoficialmente se conoció que si ya vienen de años atrás diferencias con los pueblos indígenas que son parte de Aiso, el reconocimiento podría aumentar más la brecha con disputas entre las mismas comunidades de nativos, pese a que las une el interés de la lucha por defender sus territorios con a los planes gubernamentales, el rechazo a los grupos armados y la afectación de zona de bosques y el medioambiente por minería y otras explotaciones de tipo industrial.
Un resguardo nasa era del Cric y ya se había separado antes
En los últimos años empezó una crisis para indígenas que sentían con el Cric, como lo informaron a EL TIEMPO, pues consideraron que no se identificaban con las decisiones en este consejo. Fue así que el resguardo La María de Piendamó, en el cabildo de Guambía, en Silvia y conformado por indígenas del pueblo misak, se separó hace cinco años del Cric y ahora es uno de los resguardos que están dentro de Aiso.
Ahora bien, desde hace más de un año, indígenas de Aiso vienen adelantando el trámite del decreto con el Gobierno Nacional para el reconocimiento como autoridad con carácter especial público y especial.
En un documento de Aiso se lee: "El resguardo indígena de la Misak, Piendamó, conformado por 3.000 habitantes, parte del censo oficial que reposa en el ministerio del Interior, se representan en la asamblea del 2019, donde se tomó la decisión autónoma de no ser parte de la estructura del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric). Frente a esta decisión, un grupo de 131 personas no se ven representadas, como puede suceder en el marco de la autonomía de los pueblos y autoridades propias. Hecho que no significa que haya una división de la autoridad propia, pues es normal que en las asambleas haya inconformidad por parte de un sector de la población".
En el mismo documento se lee que en el movimiento Aiso no hay una estructura política, como sí la hay en el Cric y la cual, "no estaría por encima de las autoridades propias de los territorios que representan el nivel, local, regional nacional e internacional, a diferencia del Cric, que tiene una estructura de consejería sobre las autoridades del territorio. Por ende, es claro que procesos organizativos externos y nuevos a la estructura política ancestral no deben inmiscuirse en asuntos internos de gobierno propio".
El año pasado hubo malestar en el resguardo La María, que ya reconoce a la Aiso. A mediados de ese 2023, pidieron al "CRIC cambiar el lugar de realización de la Asamblea de cambio de junta directiva programado hasta el momento en territorio misak de la María Piendamó Cauca, con el objetivo de que sean el mismo pueblo y su autoridad quienes resuelvan los asuntos internos de gobierno desde su autonomía y su cosmovisión como pueblo misak, cosmovisión que existe antes de las organizaciones indígenas, antes de la República y antes de la Colonia".
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO