Max Henríquez advierte de decisión del IDEAM que pone 'en peligro seguridad aérea de Colombia'

Desde el 1 de marzo, la Aeronáutica Civil asumió el servicio de meteorología para la aviación, función que históricamente había estado bajo la responsabilidad del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM). 

Esta decisión ha generado preocupación en el sector aeronáutico debido a las dudas sobre la calidad del servicio que ahora presta la Aerocivil, lo que, según expertos, podría comprometer la seguridad aérea del país.

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Max Henríquez, especialista en meteorología, señaló que este cambio representa un riesgo para las operaciones aéreas. “En mi concepto, al aceptar el IDEAM el traspaso de esas funciones a la Aerocivil, se está dando a sí mismo una estocada de muerte. El IDEAM perdió todas sus capacidades cuando fue ‘metido a las patadas’ en el sector ambiental, bajo la tutela del Minambiente y desde el 1 de marzo perdió su función más importante: la Meteorología Aeronáutica. Q.E.P.D.”, afirmó.

El especialista también mencionó que, aunque la Aeronáutica Civil ha cobrado durante años a las aerolíneas por este servicio, los recursos no han sido dirigidos al IDEAM, como debería ocurrir.

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El pronóstico del clima es un componente fundamental para la planificación de vuelos y la gestión del tráfico aéreo. Contar con información precisa permite anticiparse a fenómenos meteorológicos extremos que pueden afectar las operaciones aeroportuarias y la seguridad de las aeronaves.

Variables como la dirección y velocidad del viento, la presencia de cumulonimbus y la turbulencia pueden influir en la toma de decisiones sobre la ruta de vuelo, la aproximación y el aterrizaje. El pronóstico de precipitación intensa, por ejemplo, es clave para detectar áreas de riesgo con corrientes ascendentes que podrían comprometer la estabilidad de los aviones durante el despegue o el aterrizaje.

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Antes de cada vuelo, las tripulaciones deben contar con una carpeta meteorológica que incluye las condiciones actuales y previstas en los aeropuertos de origen y destino, así como en la ruta a seguir. Sin esta información, las aeronaves no pueden despegar, ya que es indispensable para minimizar los riesgos asociados a fenómenos atmosféricos adversos.

El traspaso de la meteorología aeronáutica del IDEAM a la Aerocivil ha generado inquietudes sobre la capacidad de la nueva entidad encargada para garantizar un servicio con los estándares necesarios. Expertos en la materia advierten que cualquier deficiencia en la calidad de la información meteorológica puede comprometer la seguridad de las operaciones aéreas en el país.