“Muy hambriento es alguien que tiene hambre por el sentido de la vida. Una persona así tiene hambre de verdad”, afirma Hae-mi, personaje femenino de Burning (2018). Esta es la última película de Lee Chang-Dong, uno de los mejores autores actuales surcoreanos. La cinta obtuvo el premio Fipresci en Cannes.
Encontrar el sentido de la vida y el choque con la realidad son temas recurrentes en la filmografía del director. Su anterior filme Poetry (Poesía, 2010) se movía en las mismas coordenadas: una abuela encuentra que la vida no solo es belleza y que la tragedia está más cerca de lo que creía.
El acertado tráiler de Burning promete una acción rápida en su objetivo de atraer eficazmente al público joven. Pero la narrativa de Chang-Dong apunta a otro lado. Cuece a fuego lento un relato enigmático cargado de interés y suspenso. Al igual que en Poetry las dos horas y media de duración no se sienten.
La película combina muy bien sueño y realidad y a cada momento pone en entredicho las certezas sobre los personajes y las situaciones. La historia involucra un triángulo amoroso: Jong- Su, el joven escritor lleno de resentimiento contra sus padres, Hae-mi, la chica frágil y manipuladora y Ben, el imperturbable adinerado que nunca llora.
Burning es difícil de encasillar, pues mezcla hábilmente intriga criminal, suspenso, drama y thriller.
Chang-Dong, que ya tiene en su haber seis cintas y varias novelas, confiesa identificarse con el protagonista, un escritor en ciernes: “Sigo sintiéndome como un narrador primerizo que se hace muchas preguntas, se atormenta con las dudas sobre el sentido de lo que hace y tiene la esperanza de cambiar el mundo con su trabajo”.
Burning expresa las tensiones sociales en su país, el contraste de clases, el subempleo de los jóvenes, el consumismo vacío y la impotencia y la desesperanza en una sociedad quebrada. También manifiesta una crítica sutil a la situación de la mujer: “No es país para mujeres”, dice Hae-mi.
La película está basada en dos relatos excelentes: Quemar graneros, uno de los 17 cuentos del libro El Elefante desaparece, del prestigioso escritor japonés Haruki Murakami, que mezcla lo real y lo onírico. El otro relato es Barn Burning (Incendiar establos), del premio nobel estadounidense William Faulkner, donde se muestra la vida miserable del sur y la violencia.
Burning es difícil de encasillar, pues mezcla hábilmente intriga criminal, suspenso, drama y thriller. Si el objetivo de la película es sacudir al espectador y hacerlo reflexionar, lo consigue.
Para Chang-Dong el cine sigue siendo un medio con gran poder para que el autor conecte son su entorno. Y aquí lo utiliza para examinar la sociedad coreana, su rabia y desconcierto.
MARTHA LIGIA PARRA
Crítica de cine
Para EL TIEMPO
En Twitter: @mliparra