Minería en Jericó: voces a favor y en contra
Así está el ambiente en Jericó tras el archivo de licencia a Quebradona
Hay tranquilidad en el municipio de Antioquia tanto en los opositores como en los defensores.
“La única guerra que hay en Jericó sobre la minería, es una guerra de vallas (risas)”. Con esa frase, Rodrigo López, habitante de Jerico, zanjó cualquier tipo de disputa o ánimo caldeado en el municipio por el proyecto minero Quebradona, que tiene tanto defensores como opositores.
Y no miente. En la entrada de este municipio de Antioquia hay una pancarta gigante con el mensaje: “el espíritu jericoano instaló la primera planta eléctrica del Suroeste de Antioquia y nos enseñó de innovación. Quebradona, minería con propósito social-ambiental-económico”.
A los pocos metros se ve otra valla, esta dice: “AngloGold oculta que son cinco minas, solo la primera afectaría 25 acueductos. El futuro es nuestro. Hay esperanza en el Suroeste”.
Letreros en la calles en contra de la minería y publicidad de Quebradona en eventos son algunas de las situaciones que se ven en el pueblo, pero no entre sus habitantes.
Y es que contrario a lo que se podría pensar o a lo que se ve en redes sociales, en Jericó todo es calma después de conocerse la decisión de la autoridad ambiental.
Los habitantes de este municipio antioqueño han demostrado por qué Jericó es llamada la ‘Atenas del Suroeste’, pues no se han visto ni marchas, ni protestas ni enfrentamientos entre defensores y opositores a la futura mina.
(También lea: Estos son cinco de los barrios más exclusivos y lujosos de Medellín)
Así lo confirmó López, quien funge como secretario del Centro de Historia de Jericó y es opositor al proyecto. El hombre indicó que la noticia del archivo del licenciamiento ambiental lo toma como un éxito transitorio y no como una batalla ganada.
“Hay al menos cuatro aspectos que son incorregibles: el aspecto biótico, el hidrológico y dos sobre acumulaciones de relaves. Seguimos adelante porque nuestro propósito es que no haya minería en un pueblo patrimonio como Jericó”, expresó López
Quienes están a favor confían en que Anglo Gold Ashanti (AGA) haga uso del recurso de reposición y subsane los requerimientos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para volver a presentar el licenciamiento.
(Le puede interesar: Contraloría halló presuntas irregularidades en la Alcaldía de Medellín)
El pasado viernes la multinacional informó que ya hizo uso del recurso de reposición y aseguró que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) tiene información suficiente para que la ANLA hubiera tomado una decisión de fondo.
De otro lado, los opositores son cautos y si bien saben que ganaron una batalla, la guerra para que la minería desaparezca del municipio aún no está ganada y aseguran que solo quedarán tranquilos cuando el licenciamiento sea negado, no archivado.
Este medio recorrió el municipio para hablar con la gente sobre su percepción y lo que cree que pasará con este polémico proyecto minero.
Y no miente. En la entrada de este municipio de Antioquia hay una pancarta gigante con el mensaje: “el espíritu jericoano instaló la primera planta eléctrica del Suroeste de Antioquia y nos enseñó de innovación. Quebradona, minería con propósito social-ambiental-económico”.
A los pocos metros se ve otra valla, esta dice: “AngloGold oculta que son cinco minas, solo la primera afectaría 25 acueductos. El futuro es nuestro. Hay esperanza en el Suroeste”.
Letreros en la calles en contra de la minería y publicidad de Quebradona en eventos son algunas de las situaciones que se ven en el pueblo, pero no entre sus habitantes.
Y es que contrario a lo que se podría pensar o a lo que se ve en redes sociales, en Jericó todo es calma después de conocerse la decisión de la autoridad ambiental.
Los habitantes de este municipio antioqueño han demostrado por qué Jericó es llamada la ‘Atenas del Suroeste’, pues no se han visto ni marchas, ni protestas ni enfrentamientos entre defensores y opositores a la futura mina.
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Así lo confirmó López, quien funge como secretario del Centro de Historia de Jericó y es opositor al proyecto. El hombre indicó que la noticia del archivo del licenciamiento ambiental lo toma como un éxito transitorio y no como una batalla ganada.
“Hay al menos cuatro aspectos que son incorregibles: el aspecto biótico, el hidrológico y dos sobre acumulaciones de relaves. Seguimos adelante porque nuestro propósito es que no haya minería en un pueblo patrimonio como Jericó”, expresó López
Quienes están a favor confían en que Anglo Gold Ashanti (AGA) haga uso del recurso de reposición y subsane los requerimientos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para volver a presentar el licenciamiento.
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El pasado viernes la multinacional informó que ya hizo uso del recurso de reposición y aseguró que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) tiene información suficiente para que la ANLA hubiera tomado una decisión de fondo.
De otro lado, los opositores son cautos y si bien saben que ganaron una batalla, la guerra para que la minería desaparezca del municipio aún no está ganada y aseguran que solo quedarán tranquilos cuando el licenciamiento sea negado, no archivado.
Este medio recorrió el municipio para hablar con la gente sobre su percepción y lo que cree que pasará con este polémico proyecto minero.
Voces a favor
Sandra Castaño, empresaria de la zona, opinó que en Jericó no hay dos, sino tres caras de la moneda. Los que están a favor, los que están en contra y a los que les va y les viene si la mina se va o se queda.
“Por eso es que esa tal división no existe. Si vos caminás por el parque me vas a ver a mí, que soy pro-minería con mi mejor amiga que es cero minería, compartimos espacios, nos reímos y tomamos café. Hay muchas otras personas que así lo hacen”, expresó Castaño.
En su caso, expresó que al comienzo sintió mucho temor porque de minería no sabía nada, pero aseguró que se me tomó el trabajo de documentarse, tanto con personal de la AGA, como con otras personas y su preocupación se acabó cuando conoció de cerca el proyecto y a las personas que lo lideran.
(Siga leyendo: Constructoras de Hidroituango buscan detener el proceso fiscal)
“Nos aclararon todas las dudas, pero nunca trataron de convencernos, lo que me pareció muy importante. También me causa mucha tranquilidad que desde la empresa están fortaleciendo las vocaciones que ya tiene el municipio, como lo es la agricultura y el turismo, haciendo alianzas estratégicas con entidades reconocidas como la Cámara de Comercio y el Sena”, dijo la comerciante.
Por su parte, Carlos Augusto Giraldo, dos veces alcalde de Jericó y quien ha sido docente universitario por más de 15 años en temas de medio ambiente y istración pública, indicó que le produce extrañeza que la en la polémica sobre Quebradona se les haya dado vocería a personas ajenas a Jericó y al proyecto.
“Hacia afuera hay supuestamente una guerra y una polarización, que no coincide con la realidad de lo que pasa en Jericó. Tras la decisión de la ANLA, se dijo que el pueblo estaba dividido, lo que es falso. Solo que hay opinadores cercanos con mucho lobby que se oponen, pero una encuesta del Centro Nacional de Consultoría dice que el apoyo al proyecto en el municipio es de más del 75 %”, aseguró Giraldo.
Agregó el docente que en los 18 años que lleva la empresa en el pueblo este se ha seguido transformando, pasando de tener 3.000 hectáreas de café a 1.600, dándole espacio a 5.000 hectáreas de aguacate, algo que no se tenía hace 18 años, donde tampoco llegaba un solo turista.
“En estos 18 años Jericó hizo una revolución cultural sin plata y se convirtió en una belleza arquitectónica. Han sido 18 años en los que hemos convivido con la actividad minera exploratoria que no ha acabado el pueblo, sino que nos hemos transformado de la mano de esta”, aseguró.
Sobre la decisión de la ANLA, coincidió en las opiniones que se ven en redes sociales donde dicen que la entidad “se lavó las manos”.
“Por eso es que esa tal división no existe. Si vos caminás por el parque me vas a ver a mí, que soy pro-minería con mi mejor amiga que es cero minería, compartimos espacios, nos reímos y tomamos café. Hay muchas otras personas que así lo hacen”, expresó Castaño.
En su caso, expresó que al comienzo sintió mucho temor porque de minería no sabía nada, pero aseguró que se me tomó el trabajo de documentarse, tanto con personal de la AGA, como con otras personas y su preocupación se acabó cuando conoció de cerca el proyecto y a las personas que lo lideran.
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“Nos aclararon todas las dudas, pero nunca trataron de convencernos, lo que me pareció muy importante. También me causa mucha tranquilidad que desde la empresa están fortaleciendo las vocaciones que ya tiene el municipio, como lo es la agricultura y el turismo, haciendo alianzas estratégicas con entidades reconocidas como la Cámara de Comercio y el Sena”, dijo la comerciante.
Por su parte, Carlos Augusto Giraldo, dos veces alcalde de Jericó y quien ha sido docente universitario por más de 15 años en temas de medio ambiente y istración pública, indicó que le produce extrañeza que la en la polémica sobre Quebradona se les haya dado vocería a personas ajenas a Jericó y al proyecto.
“Hacia afuera hay supuestamente una guerra y una polarización, que no coincide con la realidad de lo que pasa en Jericó. Tras la decisión de la ANLA, se dijo que el pueblo estaba dividido, lo que es falso. Solo que hay opinadores cercanos con mucho lobby que se oponen, pero una encuesta del Centro Nacional de Consultoría dice que el apoyo al proyecto en el municipio es de más del 75 %”, aseguró Giraldo.
Agregó el docente que en los 18 años que lleva la empresa en el pueblo este se ha seguido transformando, pasando de tener 3.000 hectáreas de café a 1.600, dándole espacio a 5.000 hectáreas de aguacate, algo que no se tenía hace 18 años, donde tampoco llegaba un solo turista.
“En estos 18 años Jericó hizo una revolución cultural sin plata y se convirtió en una belleza arquitectónica. Han sido 18 años en los que hemos convivido con la actividad minera exploratoria que no ha acabado el pueblo, sino que nos hemos transformado de la mano de esta”, aseguró.
Sobre la decisión de la ANLA, coincidió en las opiniones que se ven en redes sociales donde dicen que la entidad “se lavó las manos”.
Voces en contra
Sebastián Restrepo, director de la plataforma Visión Suroeste y quien ha hecho una oposición técnica al proyecto, manifestó que la ANLA tomó una decisión valiente y sustentada, que también habla del poder de la participación social organizada e informada con actores muy diversos.
“En todo este proceso hemos construido argumentos técnicos y hemos estudiado muy bien la información presentada por la empresa. Hemos visitado el territorio, acompañados de líderes sociales y personal técnico y así como otras actividades, que han hecho que toda esa construcción de documentos y solicitudes a la ANLA se vean reflejados en el archivo de licenciamiento ambiental de Quebradona”, opinó Restrepo.
Sin embargo, para él, la presión política de lo que llamó “bloque poderoso” fue lo que incidió en que se archivara, ya que en su opinión en el informe había muchos elementos para negar la licencia.
“Ellos (AGA) tienen un recurso de reposición, que es posible que lo hagan, pero en nuestro raciocinio, este proceso de archivo es insalvable. Yo pienso que en unos dos o tres años podrían hacer un proceso nuevo de presentar una licencia y eso les requeriría cambiar totalmente la estrategia porque ignoraron lo que significa el territorio y sus dinámicas”, indicó el ambientalista.
(Lea también: Así avanza la exigencia del carné de vacunación contra covid-19 en Medellín)
Restrepo opinó que, basado en el Auto de la ANLA, el proyecto mintió en su ecuación costo/beneficio, mintió en su área de influencia y en que no había acuíferos. “Pero la ANLA indicó que causaría afectaciones por lo menos a cinco quebradas, que surten de agua al norte de Támesis, una región que no tenían en su zona de influencia”, agregó.
Por su parte, otro ex mandatario del municipio, Jorge Andrés Pérez (2016-2019), quien en su Gobierno fue férreo opositor al proyecto minero, expresó su beneplácito con la noticia del archivo del proceso ambiental.
“De entrada sabíamos que el estudio no cumplía con lo que verdaderamente iba a sufrir nuestro entorno en lo ambiental y lo social. Como todos, sueño que hubiera sido negada de entrada, pero hay que seguir. Todos estos años de lucha en el territorio ha servido para que los habitantes del Suroeste entiendan que la subregión está amenazada por una multinacional, y no solo por 20 años como se ha dicho, sino de más de 100 años”, expresó Pérez.
(Le recomendamos leer: Un barrio lleno de talleres mecánicos será el centro cultural de Medellín)
Aseguró que, tras conocerse la noticia de la ANLA, en la calle o en llamadas, mucha gente que estaba indecisa con el proyecto le expresó su alivio de que se salvaran, por el momento, de una explotación minera a gran escala en el territorio.
Para él, la observación sobre la presa de relaves hecha por la autoridad ambiental será un tema complejo de corregir por parte de la multinacional.
“Jericó solo representa el 20% de lo que ellos quieren hacer en el territorio y se quedarían casi un siglo haciendo minería, por lo que esa presa, de esa magnitud, no se quedaría solo 20 años. Creemos que la AGA no encuentra elementos suficientes para demostrar esa pertinencia de esa presa, además de las afectaciones ambientales que ellos minimizan en el territorio”, manifestó el exalcalde.
Sin una decisión definitiva, el ambiente en Jericó se mantiene una constante calma, como muestra de que, a diferencia de lo que se cree por fuera del municipio, los opositores y defensores no 'pelaron el cobre'.
ALEJANDRO MERCADO
Enviado especial de EL TIEMPO a Jericó
@AlejoMercado10
“En todo este proceso hemos construido argumentos técnicos y hemos estudiado muy bien la información presentada por la empresa. Hemos visitado el territorio, acompañados de líderes sociales y personal técnico y así como otras actividades, que han hecho que toda esa construcción de documentos y solicitudes a la ANLA se vean reflejados en el archivo de licenciamiento ambiental de Quebradona”, opinó Restrepo.
Sin embargo, para él, la presión política de lo que llamó “bloque poderoso” fue lo que incidió en que se archivara, ya que en su opinión en el informe había muchos elementos para negar la licencia.
“Ellos (AGA) tienen un recurso de reposición, que es posible que lo hagan, pero en nuestro raciocinio, este proceso de archivo es insalvable. Yo pienso que en unos dos o tres años podrían hacer un proceso nuevo de presentar una licencia y eso les requeriría cambiar totalmente la estrategia porque ignoraron lo que significa el territorio y sus dinámicas”, indicó el ambientalista.
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Restrepo opinó que, basado en el Auto de la ANLA, el proyecto mintió en su ecuación costo/beneficio, mintió en su área de influencia y en que no había acuíferos. “Pero la ANLA indicó que causaría afectaciones por lo menos a cinco quebradas, que surten de agua al norte de Támesis, una región que no tenían en su zona de influencia”, agregó.
Por su parte, otro ex mandatario del municipio, Jorge Andrés Pérez (2016-2019), quien en su Gobierno fue férreo opositor al proyecto minero, expresó su beneplácito con la noticia del archivo del proceso ambiental.
“De entrada sabíamos que el estudio no cumplía con lo que verdaderamente iba a sufrir nuestro entorno en lo ambiental y lo social. Como todos, sueño que hubiera sido negada de entrada, pero hay que seguir. Todos estos años de lucha en el territorio ha servido para que los habitantes del Suroeste entiendan que la subregión está amenazada por una multinacional, y no solo por 20 años como se ha dicho, sino de más de 100 años”, expresó Pérez.
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Aseguró que, tras conocerse la noticia de la ANLA, en la calle o en llamadas, mucha gente que estaba indecisa con el proyecto le expresó su alivio de que se salvaran, por el momento, de una explotación minera a gran escala en el territorio.
Para él, la observación sobre la presa de relaves hecha por la autoridad ambiental será un tema complejo de corregir por parte de la multinacional.
“Jericó solo representa el 20% de lo que ellos quieren hacer en el territorio y se quedarían casi un siglo haciendo minería, por lo que esa presa, de esa magnitud, no se quedaría solo 20 años. Creemos que la AGA no encuentra elementos suficientes para demostrar esa pertinencia de esa presa, además de las afectaciones ambientales que ellos minimizan en el territorio”, manifestó el exalcalde.
Sin una decisión definitiva, el ambiente en Jericó se mantiene una constante calma, como muestra de que, a diferencia de lo que se cree por fuera del municipio, los opositores y defensores no 'pelaron el cobre'.
ALEJANDRO MERCADO
Enviado especial de EL TIEMPO a Jericó
@AlejoMercado10