La pasada temporada alta de fin y comienzo de año dejó buenos ingresos para el comercio y turismo en El Rodadero, pero también contribuyó a que se desatara el desorden y se incrementaran problemáticas sociales que han permanecido las semanas siguientes.
Los moradores se quejan porque a pesar que finalizaron las vacaciones, este sector exclusivo de Santa Marta presenta un ambiente de caos de día y noche.
Denuncian que hay proliferación de vendedores ambulantes, prostitutas, indigentes expendedores de droga y hasta atracadores.
Martha Valenzuela, quien habita en unos de los edificios ubicados sobre la playa, asegura que muchas veces prefiere no salir de su vivienda para no toparse con el descontrol que hay en las calles.
“En cada esquina encuentras mil puestos de comidas sin ningún control de sanidad, un montón de vendedores de tinto, jugos, cerveza, sombreros y gafas, vendedores de tours e indigentes”, relató la mujer.
En cada esquina encuentras mil puestos de comidas sin ningún control de sanidad, un montón de vendedores de tinto, jugos, cerveza, sombreros y gafas, vendedores de tours e indigentes
Muchos turistas terminaron inconformes con su visita a este importante balneario porque al sentarse en un restaurante, debían soportar el asedio continuo de mendigos y hasta ladrones que en un descuido le robaban las pertenencias.
También algunos expresaron que los tours que les ofrecían no llenaban las expectativas. “Prometen el cielo y la tierra, pero cuando vas al destino, nada de lo que te prometen es verdad”, dijo Emiliano Saumeth, quien llegó procedente de Cali.
En las noches, en diferentes puntos se ubican trabajadoras sexuales consumiendo licor y sustancias alucinógenas, mientras esperan a sus clientes.
También se ve a personas de todas las edades consumiendo drogas que se comercializa sin mayores inconvenientes.
“No podemos estar tranquilos con tantos vendedores de drogas, mujeres ofreciéndose sin importar que a su alrededor hayan niños. A parte, un montón de mendigos, niños pidiendo, borrachos a diestra y siniestra. Ya no es agradable caminar por las calles de El Rodadero”, sostuvo otro habitante.
Los residentes indican que a pesar que el sector cuenta con una estación de Policía, los patrullajes que se realizan no contribuyen en mejorar la situación.
La comunidad de El Rodadero hace un llamado a la Alcaldía y a la fuerza pública a que realice una intervención contundente para atender los flagelos que los afecta y que están dejando una mala imagen al visitante.
“Si este problema se ha agudizado en la actualidad, seguramente cuando sea inaugurado el camellón, el panorama será mucho peor”, puntualizó Martha Valenzuela.
Roger Urieles
Para EL TIEMPO Santa Marta
@rogeruv