Una oferta de trabajo y una promesa de amor fueron las carnadas con las que captaron a dos mujeres de Caldas para ser llevadas fuera del país y someterlas a la trata de personas en las modalidades de explotación sexual y matrimonio servil.
Estas dos mujeres están de nuevo en sus hogares gracias a denuncias y el trabajo articulado de las autoridades.
La primera de las víctimas, identificada como ‘J’, llegó hace una semana al país proveniente de Perú, a donde fue para trabajar como prestamista, pero terminó siendo explotada sexualmente.
“Ella fue invitada por un familiar para trabajar, al parecer haciendo préstamos. Pero, en realidad, en cuanto llegó la encerraron en un cuarto que solo tenía un colchón y una cobija y a los pocos días empezaron a entrar hombres con los que era obligada a sostener relaciones sexuales”, señaló Jorge Alberto Tovar, secretario de Desarrollo Social de Caldas, despacho que coordina el Comité Departamental de Lucha Contra la Trata de Personas.
‘J’ fue sometida a una de las modalidades más comunes en la trata de personas, “cuando ella llega al aeropuerto de Lima, una persona de Migración le pregunta a qué va, ella responde que a trabajar. Este funcionario, conociendo el modus operandi de estas redes de tráfico de personas le da su tarjeta y le pide que la guarde y lo llame si se presenta algún inconveniente”, relató Tovar.
Esa tarjeta fue la carta de salvación de ‘J’ que, una vez logró huir de sus captores 20 días después de llegar al país, llamó a esta persona, quien –de la mano de las autoridades peruanas– le dio la atención y seguridad que requiere mientras era repatriada a Colombia.
“El personero del municipio de donde nació la mujer hace la denuncia, nos comunican y empezamos la activación del protocolo de atención que incluye la intervención de instituciones del orden departamental, nacional e internacional”, precisó el funcionario.
Un caso similar sucedió con ‘A’, como se identifica a esta víctima. A ella le ofrecieron un noviazgo y una mejor vida en otro país.
A través de redes sociales conoció a un hombre con quien entabló una relación sentimental y por quien se fue a vivir a Argentina. Pero, una vez llegó, no hubo luna de miel ni mejor vida.
En un cuarto de paredes agrietadas, al que se le filtraba el agua, donde solo había un baño y un lavamanos, vivió ella por ocho meses. “Él la encerró con candado y no le permitía tener movilidad social. La tenía en condiciones muy precarias y sometida a las labores del hogar”, explicó Tovar.
Según los relatos de las autoridades, ‘A’ se comunicó con su familia y le contó lo que sucedía.
Esta, a su vez, dio alerta a la Defensoría del Pueblo, entidad que también hace parte del Comité Departamental, e iniciamos la ruta de atención.
“Notificamos al ministerio del Interior y ellos a su vez al de Relaciones Exteriores, la Cancillería y el Consulado y ellos se encargaron de que las autoridades argentinas se enteraran del caso y fueran a rescatarla. Estuvo varios días en un hogar refugio; una vez en Colombia nosotros la recibimos y nos encargamos de que reciba apoyo psicosocial. Ya el municipio de residencia –que en este caso es Manizales– debe garantizar su atención integral”, añadió Tovar.
El delito de la trata de personas es uno de los más lucrativos. Según Naciones Unidas, es el que deja más ganancias para los victimarios, después del narcotráfico y el tráfico de armas. Además, es uno de los menos visibles, esto debido a las circunstancias en que son llevadas las víctimas y el temor a la denuncia.
La trata de personas no es únicamente para fines sexuales. Niños, niñas, adolescentes, mujeres, hombres y hasta adultos mayores son captados por redes nacionales e internacionales para ejercer actividades ilegales como mendicidad ajena, matrimonio servil, explotación laboral, trabajos forzados y hasta tráfico de órganos.
“Lo más importante siempre será prevenir, por eso la invitación es a que ante ofertas de trabajo muy llamativas, donde pagan todo es mejor dudar. Lo mismo de personas o relaciones que inicien únicamente a través de redes sociales; la web se puede prestar para el engaño y como decimos en nuestra campaña de prevención ‘De eso tan bueno no dan tanto’”, añadió el secretario de Desarrollo Social de Caldas.
En esta materia Caldas viene aumentando sus esfuerzos, pues –según los datos que el ministerio del Interior reportó– a corte del 30 de diciembre, junto con Bogotá y el Valle del Cauca es la región de donde más se llevan personas para explotarlas fuera del país.
En caso de tener una consulta o denuncia sobre este delito, las líneas habilitadas son la 018000522020 o la 122.
LAURA USMA CARDONA
PARA EL TIEMPO
MANIZALES