Él es Darío Valencia, sacerdote desaparecido en Pereira, luego de vender camioneta

“Ha sido un hombre muy cercano a la gente y al clero, es un hombre afable, claro, siempre muy atento a las necesidades de la comunidad y de la Diócesis, muy cercano a su familia, ha sido muy práctico y muy inteligente para desarrollar procesos humanos”, contó el presbítero Oscar Gutiérrez.

El sacerdote de 59 años y oriundo de Risaralda, Caldas, ha sido reconocido en Pereira por su trabajo pastoral durante las más de tres décadas que lleva viviendo en esta ciudad. También desempeñó labores religiosas en la vereda Purembará, en Mistrató (Risaralda).

“El jueves en la tarde se generó la alerta porque el padre Darío es muy organizado y muy puntual y no llegó a un almuerzo ni a unas exequias y tampoco llegó a su parroquia. Desde las 3:00 de la tarde se encendieron las alarmas y se empezó el proceso de búsqueda. Al otro día el obispo de Pereira, monseñor Rigoberto Corredor, dio la orden de poner la denuncia por la desaparición y se viralizó porque el padre es muy conocido y esto permitió que encontraran la camioneta en Viterbo”, reveló Gutiérrez.

Después de conocerse su desaparición se han organizado actividades comunitarias de búsqueda e incluso cadenas de oración y una eucaristía el pasado 27 de abril que fue oficiada por monseñor Rigoberto Corredor en la parroquia del padre Valencia.

(Vea: Nuevo video del sacerdote Darío Valencia antes de desaparecer: estaba acompañado del principal sospechoso).

“Desde diferentes parroquias y organizaciones han buscado al padre donde supuestamente podría dar, todo esto por el amor, el cariño y el trabajo pastoral que ha desarrollado el padre. El obispo ha estado muy pendiente y ha hecho una convocatoria para que oremos, estamos preparando otras jornadas de oración pidiendo por el pronto regreso sano y salvo del padre”, agregó el presbítero.

El último rastro que se tiene del sacerdote es del pasado 25 de abril mientras desayunaba con su mamá en una panadería de Pereira. Valencia salió de allí rumbo a cumplirle la cita a un hombre con quien habría acordado la venta de su camioneta, pero desde ese momento no se tuvo más información de él.

Las autoridades revelaron que el principal sospechoso de su desaparición es Julián Eduardo Cifuentes Gómez, un hombre que, al parecer sería conocido del sacerdote y que fue localizado en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, Francia.

Uno de los detalles que más preocupan a familiares y personas cercanas al sacerdote es que la camioneta hallada en un lavadero de carros, al parecer tenía rastros de sangre y le faltarían algunas partes como una silla trasera.

Laura Sepúlveda
​Para EL TIEMPO - Pereira.