Gobierno en deuda con sustitución del asbesto: en Cartagena el 70% de los hogares están cubiertos con este material mortal

 A cinco años de la promulgación de la Ley Ana Cecilia Niño, el gobierno colombiano aún no se han implementado políticas de sustitución al asbesto, ni una ruta integral para la atención de las personas expuestas a este enemigo silencioso y mortal. 

Un estudio realizado por la Universidad de Cartagena reveló una alarmante realidad: aproximadamente el 70 por ciento de las cubiertas de las casas en la ciudad contienen asbesto, un material altamente peligroso para la salud humana.

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El estudio plantea los serios riesgos ambientales y de salud para los habitantes de Cartagena, quienes están expuestos a este letal material en su vida diaria.

El asbesto es un material fibroso que ha sido utilizado durante décadas en la construcción debido a su bajo costo y durabilidad. Sin embargo, se ha demostrado que la inhalación de sus fibras puede causar enfermedades graves como cáncer de pulmón, mesotelioma y asbestosis. Pese a que en muchos países su uso ha sido prohibido, en Colombia sigue siendo un problema crítico, especialmente en los techos de las viviendas y en otras estructuras urbanas.

En respuesta a la falta de implementación de la ley que prohibió la explotación, comercialización, distribución y uso el Asbesto en el país, más conocida como ley Ana Cecilia Niño, la senadora bolivarense Nadia Blel, autora de la normativa, lideró este miércoles un debate de control político con el fin de evaluar los avances contra este enemigo silencioso de la salud de los colombianos y exigir al Gobierno Nacional un compromiso real para su cumplimiento.

El debate de control político, liderado por esta senadora, fue realizado en Sibaté (Cundinamarca), uno de los municipios más afectados por este material. Al encuentro asistieron los ministerios de Salud, Medio Ambiente, Trabajo, Minas y Comercio, así como con expertos, representantes de la academia y familiares de víctimas del asbesto.

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El estudio de la Universidad de Cartagena, encabezado por el profesor Manuel Saba, director del proyecto Cartagena Cero Asbesto, utilizó tecnología de teledetección para identificar las zonas con mayor concentración de asbesto en la ciudad. Los resultados fueron plasmados en un mapa que muestra la mancha de asbesto que cubre gran parte del territorio cartagenero. 

Desde los barrios más populares hasta el Centro Histórico, el asbesto está presente en lugares que incluyen viviendas, escuelas, centros deportivos y hasta la propia Universidad de Cartagena.

De acuerdo con el informe, el asbesto se encuentra en aproximadamente 11 kilómetros cuadrados de cubiertas de la ciudad, lo que equivale a unas 1.300 canchas de fútbol.

Esta preocupante extensión muestra la gravedad del problema y el enorme desafío que enfrenta la ciudad en términos de salud pública y gestión ambiental.

No obstante, tras cinco años de la sanción de la ley para una política de sustitución del asbesto instalado en el país no ha pasado nada.

Aunque la ley ordenaba al Gobierno que a más tardar el 11 de julio de este año debía estar lista la formulación de un plan para reemplazar este material altamente tóxico, no se ha avanzado en este aspecto.

"El asbesto sigue siendo una amenaza latente para los colombianos, Hay más de 10 millones de toneladas de asbesto instalado en todo el país y todavía hoy no contamos con una política de sustitución. La salud y la vida de millones de colombianos sigue riesgo", afirmó la senadora Blel.

En Cartagena 180 barrios están cubiertos de asbesto. Otro signo de alarma que emitió la investigación es que el letal material también fue encontrado en el agua.

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El estudio de la Universidad de Cartagena ha puesto en evidencia que el problema del asbesto no es exclusivo de las zonas de bajos recursos.

 "Este es un problema que nos afecta a todos", advierte el estudio. Incluso lugares emblemáticos como el mercado de Bazurto y el Centro Histórico están afectados, lo que implica que tanto ciudadanos como turistas podrían estar inhalando asbesto sin siquiera saberlo.

“Es urgente una política de sustitución del asbesto instalado en el país”, añadió la congresista.

En Cartagena, por ejemplo, la presencia del asbesto, además de estructuras urbanas, también está en el agua, lo que añade otro nivel de preocupación. La exposición al asbesto por diversas vías puede tener efectos devastadores en la salud de los habitantes de Cartagena.

Según la organización mundial de la salud, Todas las formas de asbesto, incluido el crisotilo, son cancerígenas para el ser humano. Y la exposición a este elemento es causa de cáncer de pulmón, laringe y ovario, así como de mesotelioma y asbestosis (una forma de fibrosis pulmonar), además de placas, engrosamientos y derrames pleurales. Por eso este material está prohibido en 71 países del mundo.

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El pasado 5 de septiembre de 2024, el Tribunal istrativo de Cundinamarca condenó a Eternit Colombiana S.A. a pagar una indemnización de $16.510 millones a las víctimas del asbesto, entre ellas a la familia de Ana Cecilia Niño.

Entre las recomendaciones básicas se encuentra evitar manipular o remover materiales que contengan asbesto, ya que su liberación al aire es lo que genera el mayor riesgo. Si se sospecha que una vivienda tiene techos de asbesto, lo más recomendable es contratar a un profesional calificado para realizar las reparaciones de manera segura. Además, mantener los hogares ventilados y limpios puede ayudar a reducir la acumulación de polvo de asbesto.

El estudio de la Universidad de Cartagena es un llamado urgente a la acción: La transición a materiales más seguros es un paso necesario, pero también lo es la educación sobre los riesgos del asbesto y cómo minimizar su impacto. Solo mediante un esfuerzo colectivo será posible enfrentar este grave problema ambiental y de salud pública en Cartagena.