El drama de Palenque: libre de coronavirus, pero con el turismo muerto

Pese a que el municipio de Mahates, en el departamento de Bolívar, tiene a la fecha 75 casos positivos de coronavirus; Palenque, el corregimiento más famoso de la región, se mantiene libre de la pandemia.

El Palenque de San Basilio, primer pueblo libre de la esclavitud durante la colonia y símbolo de la diáspora africana en América, lucha por mantener en 0 la pandemia, pero también contra la pobreza que hoy enfrentan sus 4 mil habitantes, pues el turismo, principal divisa, no está, y no se sabe cuando regresará.

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Desde hace casi cinco meses ningún viajero visita este pueblo, que hace parte de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco desde el año 2005.

“Entramos a una etapa de conciencia superior para combatir la pandemia porque la gente se estaba relajando y se nos alcanzaron a meter dos casos positivos: una señora de 44 años y un muchacho de 27, que hoy por fortuna ya dieron negativo y podemos decir con autoridad que Palenque está libre de coronavirus”, le dijo a EL TIEMPO Segundo Casseres, inspector de Policía de la región.

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Desde el mismo 13 marzo, cuando la Gobernación de Bolívar emitió el primer decreto para el confinamiento preventivo obligatorio, los palenqueros, con su guardia cimarrona, un grupo de hombres que con bastón de mando en mano impone el orden y el respeto en el pueblo afro, le cerraron fronteras a la pandemia.

“Nosotros implementamos un control de entrada al pueblo con un retén, no para prohibir el ingreso de nadie mucho menos de las autoridades, sino para exigir el uso del tapabocas y limpiar los carros con hipoclorito y lavar las manos de la gente con alcohol y gel antibacterial”, sostiene Casseres.

Pero la cuarentena se ha sentido duro en la economía de un pueblo que en los últimos años se había acostumbrado a vivir de la historia y el turismo cultural.

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La ruta cimarrona que cada año atrae a miles de viajeros y al turismo especializado y de investigación hoy está suspendida. Las palenqueras, con sus palanganas llenas de fruta en la cabeza, no tienen trabajo. Menos las cocineras ancestrales del pueblo, ni las mujeres que prepararan exquisitos dulces, ni los viejos que hablan el dialecto palenquero auténtico, ni los jóvenes que hacen las tamboras para los turistas. Todo está paralizado.

“Nuestra gente ya venía con un ritmo muy alto de trabajo basado en lo que somos y en nuestras raíces; dando a conocer a los visitantes nuestros ritos sagrados como el Lumbalú o los ritmos propios con raíces africanas, nuestra lengua… esa herencia maravillosa de los cimarrones que acompañaron a Benkos Biohó (primer esclavo libre del yugo español y fundador del palenque) en la conquista de esa libertad, pero todo ese turismo especializado está acabado”, agrega Casseres.

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En su visita a Palenque, en abril del 2019, el presiente Iván Duque y la ministra de Cultura, Carmen Vásquez, ordenaron que el Fondo Nacional de Turismo (Fontur) promoviera como destino esta ruta cimarrona que en incluye gastronomía, saberes ancestrales, lengua palenquera, danzas y música y una visita al complejo deportivo Antonio Cervantes Reyes Kid ´Pambelé’, un gimnasio y centro de entrenamiento boxístico donde se pulen cientos de jóvenes y niños que idolatran al púgil más famoso de la población.

“San Basilio de Palenque vive un revolcón por culpa del Covid- 19. Este año esperábamos entre 180 y 200 mil turistas, de hecho esperábamos que para el segundo semestre del año se compusiera la crisis pero, por ejemplo, el comité cultural del pueblo ya ordenó que el Festival de Tambores de Palenque, que llega a su edición número 35 el próximo mes de octubre, se realizará de manera virtual. Esto es un golpe muy fuerte para miles de familias que durante los cuatro días de festival tienen un ingreso adicional gracias al turismo que llega”, Danilo Casseres Cassiani. Representante legal de Palentur, entidad promotora de turismo.

En Palenque la mayoría de familias viven del turismo. Incluso del turismo de élite pues desde el año pasado algunas agencias están jalonando viajeros de los cruceros, que arriban todos los días a Cartagena, para que lleguen hasta esta población afro, donde las raíces africanas están en cada equina.

El otro tipo de turismo que deja recursos importantes es el de investigación.

Legalmente constituidas en la región hay cuatro agencias de turismo que dan trabajo a 40 personas cada una. Como no hay trabajo, estas empresas han jalonado recursos de la empresa privada para llevar mercados a las familias más necesitadas.

JOHN MONTAÑO

Redactor de EL TIEMPO

Cartagena

En Twitter: @PilotodeCometas