Apneista colombiano fue atacado por tiburón en San Andrés: así fue el angustioso hecho

El apenista Cristian Castaño sufrió un percance cuando estaba en aguas de San Andrés. Entrenaba en las profundidades del mar junto a otros compañeros, pero un tiburón lo mordió.

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El grupo de deportistas realizaba faenas de buceo en una zona conocida como Nirvana, donde se encontraron con tiburones oceánicos de puntas blancas. Uno de ellos hirió al manizaleño.

Castaño volvió a la superficie y fue socorrido. "Estaba consciente, con todas sus extremidades, y valiéndose por sí mismo en materia físico-motriz durante el rescate", señaló la Corporación Ambiental Coralina.

La entidad afirmó que, afortunadamente, el caso no pasó a mayores. El apneista, de 38 años, logró ser auxiliado por funcionarios de Coralina que estaban cerca.

"Es importante recordar a la comunidad que los tiburones están en su hábitat natural y es el hombre el que ingresa en sus dominios, por tanto hay que tener mayor respeto con la naturaleza y tomar las precauciones ante este tipo de encuentros. Recordemos además que los tiburones están protegidos por normatividad nacional y local, y quien sea sorprendido tratando de agredirlos podrán ser objeto de sanciones ambientales y judiciales (incluso con penas privativas de la libertad)", sentenció Coralina.

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Tuvo múltiples heridas en inferiores, según informó el Hospital Clarence Newball de la isla: "Se hizo valoración de las heridas y se observó que no había compromiso vascular ni tendinoso. El paciente no presenta ningún tipo de lesión ósea". 

El deportista compartió una imagen en la que se le observa el vendaje que le hicieron en sus manos y una parte de su pierna. "Si piensa que luzco mal, debería mirar al tiburón. Por favor, comprendan que no puedo contestarles los mensajes", escribió en sus redes sociales.

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Este tipo de episodios son ataques no provocados de tiburones. De acuerdo con cifras del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones, en 2022 se reportaron 57 en todo el mundo, la cifra más baja de la década. Las muertes por esos ataques también bajaron, de nueve en 2021 a cinco en 2022.

El término "ataque no provocado" significa que este tipo de agresiones de escualos a personas "tienen lugar en el hábitat natural" de esos animales y sin que exista "provocación humana".

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS

*Con información de EFE