Julián Mejía, de 24 años, es uno de las personas que sufrió en carne propia el covid-19 en Santander. El virus lo mantuvo en cama por más de dos semanas sin poder ni siquiera levantar sus brazos porque se fatigaba.
El pasado 24 de junio en la noche, este periodista santandereano, que trabaja para una cadena radial, presentó el primer síntoma, su temperatura corporal llegaba a los 40 grados centígrados y tenía escalofríos.
Pensó que podría tratarse de una gripe, pero estaba dentro de un cerco epidemiológico debido a que su compañero de cabina había dado positivo para coronavirus.
Al día siguiente, Julián fue a Urgencias y en la tarde de ese jueves lo remitieron al laboratorio donde le tomaron la prueba molecular.
Los resultados demoraron 17 días y le confirmaron que era positivo.
“Aunque me tocó rogar para que me entregaran el resultado yo me aislé inmediatamente. No volví a salir a la calle por precaución y menos mal porque donde hubiera esperado los resultados quien sabe a cuantas personas hubiera podido contagiar. Una irresponsabilidad de la EPS”, indicó el comunicador.
Durante estos 17 días, Julián no se pudo parar de la cama, “padecí un calvario. A mí me dio durísimo, la comida me sabía horrible, perdí el olfato y no podía ni abrir la llave de la ducha porque me fatigaba”, dijo.
La EPS no le dice a uno qué hacer cuando uno sale positivo
Julián luchó contra la enfermedad durante dos semanas y al cabo de este tiempo sus síntomas desaparecieron. Aunque aún sigue esperando su segunda prueba, ya se siente mucho mejor y retomó sus labores sin salir de casa.
Mientras Julián se recuperaba, su compañero de cabina libraba una batalla en la UCI y aún se encuentra entubado en una clínica de Bucaramanga.
“La EPS no le dice a uno qué hacer cuando uno sale positivo. Uno desconoce cómo le va a reaccionar el cuerpo, yo no sabía qué comer ni qué debía hacer y que no. Una familiar que es nutricionista me asesoró”, dice Julián.
Julián buscaba en internet respuestas a sus preguntas, pero encontraba diversas versiones no oficiales sobre el tema, este fue el motivo por el cual Julián se volvió un "activista" que busca generar conciencia social sobre el virus, pero no solo esto, el periodista creó una red de apoyo para los pacientes positivos.
“Es un calvario tener que lidiar con el virus, la desinformación, la discriminación de la gente y los trámites eternos de la EPS. Pacientes me comenzaron a escribir por las redes sociales preguntándome cosas sobre mi recuperación y me di cuenta de que debía ayudar a muchas otras personas”, indica Julián.
Así nació ‘Amigos del Covid’, una red de apoyo que busca brindarle a los pacientes positivos y sus familias asesoría basada en la experiencia propia, “la demora en las llamadas a la EPS o a la línea de la Secretaría de Salud es de horas para poder pedir asesoría sobre el manejo del virus y terminan sin información” dice.
Amigos del Covid tiene cuenta en Instagram, Twitter y Julián habilitó una línea de Whatsapp: 3204090214, allí las personas que se comuniquen van a poder obtener una voz ‘amiga’.
"No soy médico y no puedo dar información al respecto, pero sí puedo decirles que dejen de tomar todo lo que ven por redes sociales porque me han consultado personas que incluso se han intoxicado. La idea es poder darles respuestas verídicas y basadas en mi experiencia”, indicó Julián.
En la red de apoyo, que apenas comienza, esperan contar con personal médico voluntario que se encarga de generar las respuestas para que la gente sepa en qué caso deben ir a Urgencias o lo qué deben hacer cuando presenten síntomas.
“Cuando yo me enfermé todo el mundo me decía que tenía que tomarme no se qué pastillas y eso puede ser contraproducente y la desinformación termina siento peor que la misma enfermedad. Queremos darles el apoyo que no están teniendo en las entidades de salud”, dice Julián.
El comunicador vive con su prometida, quien duró 30 días esperando el resultado de su prueba.
“El caso de ella es una de las razones por las que también nos motivamos a crear esta red de apoyo, tristemente para que sean escuchadas las denuncias de pacientes hay que hacerlas públicas y estamos para darles voz a los que no la tienen”, enfatiza Julián.
MARÍA ALEJANDRA RODRÍGUEZ
EL TIEMPO
BUCARAMANGA