Fui a Cali, fui al Petronio, y quedé irado de la potencia innovadora de la cultura afro, el tumbao afro de Telepacífico y los modos cívicos de convivir en la fiesta.
El Petronio Álvarez es una celebración de cómo lo afro le pone identidad, sabor y propuesta a la colombianidad. Una auténtica muestra de soberanía cultural.
En lo musical es un agasajo a la vida por la potencia de la marimba (el piano de la selva), la sentimentalidad de los violines indígenas-afro desafinados, la espiritualidad de los alabaos, las energías de las voces y la fuerza de los cuerpos en gozadera.
En lo cultural es una celebración de los sabores expandidos de lo afro, que se expresan en la comida, la moda, la artesanía, los pelos, los cuerpos y el viche como bebida para el espíritu.
En lo político es soberanía cultural, ya que ahí solo hay productos, ideas, servicios, sabores y marcas afro. No hay licores o bebidas emborrachantes, sino viche expandido en diversas tradiciones para quitar el frío que llevamos dentro; no hay comidas rápidas, sino diversidad de sabores del pacífico; no hay modas de centro comercial, hay artesanías y vestuarios al estilo afro. No hay RCN ni Caracol, solo el canal Origen de Telepacífico y sin interrupciones.
Y lo mejor, más de 150.000 personas se reúnen para celebrar la espiritualidad afro, de manera alegre, bebiendo viche, conviviendo cuerpo a cuerpo, baile a baile, ritmo a ritmo. Y cero bonche, nada de agresión, pura celebración de la vida. Un ejemplo desde lo afro para Colombia.
Las transmisiones del Petronio por Telepacífico brillaron por desparpajo, alegría, sabrosura y verdad. La caleña Cathy Bekerman, excelente, más allá del libreto en actitud festiva, y la chocoana Rossy Lemos, con su elegancia, seriedad y contundencia. Felicitaciones a las dos porque son presentadoras con estilo propio.
Y el Petronio significó que Telepacífico iniciara su canal Origen Channel en la señal TDT. Una propuesta de innovación audiovisual para expresar y reconocer que en el territorio Telepacífico más del 60 % son afro y/o indígenas, y que en Colombia más del 40 % somos afro-indígenas.
Ya había franja étnica. La serie ‘De donde vengo yo’ y el documental sobre Jairo Varela habían ganado en ‘rating’, en el voz a voz de la gente y en los premios. Y, además, lo afro cada vez importa más como mercado de consumo, potencia de creación y lugar de la identidad colombiana.
En este contexto se alaba la llegada de Origen, el canal que se la juega por lo afro y lo indígena. Ahí podremos ver programas como ‘De quién es la culpa’, para contar los modos de hablar, las comidas, la espiritualidad, las formas de nombrarse y festear del Pacífico.
Origen es televisión pública para celebrar la identidad del Pacífico, la innovación social, los contenidos, historias y estéticas indígenas, afro y mestizas que nos marcan como colombiches. Origen y el Petronio, dos modos festivos de hacer posible la Colombia intercultural.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión