Un año y tres meses después de haberse convertido en el primer hombre en recibir un trasplante doble de brazos, Félix Gretarsson ha sorprendido a los cirujanos con los grandes avances que ha tenido en su recuperación.
Por medio de su cuenta de Instagram, el ahora conferencista comparte su vida diaria para motivar a otros con su mejoría. Y es que no es para menos, pues Gretarsson es capaz de lavarse los dientes, bañarse por sí mismo, vestirse, alimentarse, limpiar la casa, jugar con sus mascotas y abrazar a sus hijas; actividades que antes no podía realizar debido a su limitación.
Luego de partirse la espalda en tres, fracturarse el cuello, someterse a un trasplante de hígado, quedar en coma y haber perdido sus brazos a los 25 años tras recibir una descarga de 11.000 voltios cuando estaba reparando una línea eléctrica en 1998, él encontró al cirujano Jean-Michel Dubernard y lo convenció de hacer el primer trasplante de brazos y hombro de la historia.
Aunque la operación fue exitosa, Félix ha sido un caso extraordinario, ya que su recuperación ha avanzado a pasos agigantados en un tiempo muy corto. En menos de dos años, su cuerpo se ha adaptado al cambio, llevando al conferencista a poder conducir, ir al gimnasio y hasta deshacerse de las prótesis que usaba antes.
“Uno no se da cuenta con qué frecuencia al día necesita tocarse la nariz o los ojos, o rascarse la cabeza hasta que pierde las manos y ahora puedo hacerlo constantemente”, dijo en un video en la red social.
El proceso de recuperación no ha sido nada fácil. A sus 49 años y con nuevos brazos, el ‘influencer’ no podía diferenciar las sensaciones que producía el calor y el frío. Fue hasta hace poco que pudo distinguir lo que emanaba cada una con el desarrollo que han tenido sus terminaciones nerviosas.
“Es súper desafiante y frustrante tratar constantemente de hacer algo y que los músculos no se muevan, pero la recompensa es increíble cuando, de repente, estos movimientos comienzan a manifestarse”, dijo.
Lo que comenzó con leves sensaciones en su codo, terminó con la realización de actividades, que aunque podrían parecer coloquiales, han requerido de mucho esfuerzo. En la actualidad, Félix es capaz de levantar un teléfono, cuidar de sus nietas y vivir una vida muy parecida a la que había experimentado antes del accidente.
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