Tras subir por las escalinatas más exclusivas del planeta, estrellas y celebridades internacionales se congregaron la noche del lunes en la gala del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, una extravagante velada filantrópica, tras dos ediciones trastocadas por la pandemia de covid-19.
En el corazón de Manhattan, la icónica fiesta anual volvió a reunir a cientos de famosos vestidos por grandes marcas, con atuendos chic, glamurosos, inverosímiles o portadores de mensajes políticos.
¿La consigna para 2022? "Gilded Glamour", en alusión a la denominada "Gilded Age", la época dorada estadounidense de finales del siglo XIX.
La gran estrella
Sobre la alfombra roja, se vieron menos excentricidades en comparación con los años anteriores.
En 2019, el cantante y actor Billy Porter apareció como el dios del Sol, desplegando alas doradas y cargado por hombres con torsos musculosos. Y nadie pudo igualar a Lady Gaga y su striptease iniciado con un gran vestido fucsia y terminado en lencería negra.
No obstante, Kim Kardashian, quien apareció vestida completamente de negro, incluso cubriendo su rostro, en septiembre pasado, cerró este año el espectáculo con un golpe de brillo: con el cabello platinado y recogido, lució el vestido beige brillante que vistió Marilyn Monroe en su célebre canción "Happy Birthday Mr. President", en vísperas del 60 aniversario de la muerte del ícono mundial.
"Necesito tres semanas y me servirá'. Y perdí siete kilos".
Creada en 1948, la gala estuvo durante mucho tiempo reservada a la muy alta sociedad neoyorquina. Pero Anna Wintour, quien está a cargo desde 1995, asegura que la transformó en un evento de famosos, adaptado a la era de las redes sociales.
Este año, el título de copresidente honorario también se le ofreció al jefe de Instagram, Adam Mosseri, junto a Wintour y a Ford.
La velada en sí tiene como coanfitriones a un cuarteto de estrellas: la pareja de actores Blake Lively y Ryan Reynolds, la actriz ganadora del Óscar Regina King y el comediante y músico Lin-Manuel Miranda, creador del éxito de Broadway "Hamilton" y autor de varias obras musicales en Disney.
La confesión
Kardashian se refirió al acto y a su representación, consignando un 'secreto' que fue una bomba.
"Tuve la idea de llevar este vestido, pero cuando me lo probé no me entraba. Así que les dije: 'Necesito tres semanas y me servirá'. Y perdí siete kilos", dijo.
Y agregó: "Soy una persona con mucha determinación. Creo sinceramente que nadie creyó que podía lograrlo, pero lo conseguí".
Sin embargo, cuando se le preguntó sobre la fórmula que utilizó para bajar de peso, dijo: "Nada de carbohidratos ni azúcar durante tres semanas", señaló.
Advirtió que hizo muchos sacrificios para lucir el vestido, pero que al término del desfile se fue a celebrar con "pizza y donas".