Un estudio reciente ha revelado que la nariz de un perro podría ser clave para predecir su esperanza de vida. La investigación, publicada en la revista 'Scientific Reports', sugiere que tanto el tamaño corporal como la forma del hocico están relacionados con la longevidad de los canes, lo que podría ayudar a los dueños a comprender mejor los factores que influyen en la vida de sus mascotas.
Perros de hocico largo y corto: ¿quién vive más?
El estudio, basado en datos de más de 584,000 perros en el Reino Unido, analizó la esperanza de vida de 155 razas diferentes, clasificándolas según el tamaño corporal (pequeño, mediano o grande) y la forma del hocico (achatado, medianamente proporcionado o alargado).
Los resultados mostraron diferencias significativas en la longevidad entre los perros de hocico corto y largo.
Los perros de hocico largo, como los lancashire heelers, registraron una mayor esperanza de vida, alcanzando en promedio los 15,4 años. En contraste, los perros de hocico plano o corto, como los bulldogs, vivieron menos, con una media de 11,2 años. Estos perros de nariz chata, aunque populares, tienden a sufrir problemas respiratorios y otras afecciones de salud debido a la forma de su cabeza.
Tamaño y sexo: otros factores importantes
Además de la forma del hocico, el tamaño del perro también juega un papel crucial en su longevidad. Las razas más pequeñas, como los perros pastores pequeños, tienden a vivir más tiempo en comparación con razas grandes como los pastores caucásicos, cuya esperanza de vida fue mucho menor, alcanzando apenas los 5,4 años.
Otro dato relevante es que las hembras suelen vivir más que los machos, aunque las diferencias no son tan pronunciadas. Sin embargo, los investigadores advierten que estos resultados pueden no ser universales, ya que el estudio se centró en perros del Reino Unido, donde las prácticas de cría y las condiciones genéticas pueden variar de otros lugares.
Este hallazgo sobre la relación entre la forma del hocico y la esperanza de vida ofrece a los dueños de perros una nueva perspectiva sobre la salud de sus mascotas. Según Kirsten McMillan, líder del estudio, este conocimiento podría ser clave para identificar razas con mayor riesgo de muerte prematura y mejorar su calidad de vida.
"Ahora que sabemos qué poblaciones están en riesgo, podemos investigar las causas y buscar soluciones para alargar la vida de nuestros perros", señaló McMillan en una entrevista.
En resumen, aunque no se puede cambiar el destino de nuestras queridas mascotas, conocer los factores que influyen en su longevidad, como el tamaño y la forma del hocico, puede ayudarnos a brindarles una vida más saludable y plena.
Más noticias
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de Portafolio y contó con la revisión de una periodista y un editor.