Algunas personas tienen un modelo a seguir para querer parecerse físicamente, ya sea una celebridad o cualquier personaje favorito de una película o serie. Sin embargo, hay casos que llaman la atención, porque la imagen que desean obtener no es muy común entre la sociedad.
Es el caso de Mattia Muratori, un hombre italiano de 27 años de edad que trabaja como supervisor nocturno y además es amante de los tatuajes y las modificaciones corporales, como lo ha evidenciado en su cuerpo hace algunos años.
Desde muy niño tuvo ese interés por los cambios que se podía hacer en el cuerpo, aunque su fascinación creció cuando conoció la historia de María José Cristerna, calificada como la mujer más tatuada del mundo por los Guinness Records.
Mattia le explicó al medio ‘Mirror’ cómo la apariencia de María motivó sus cambios físicos: “‘Ahí, ahí está', me dije, gracias a su personalidad encantadora y su aspecto sobresaliente, solo la escuchaba cuando explicaba sus modificaciones y cómo las hizo. Esa fue mi presentación en este mundo”.
El gran cambio
El italiano nunca se sintió cómodo dentro de su cuerpo, ya que no quería verse y sentirse como cualquier otro ser humano promedio del planeta. De ese modo, decidió empezar con tatuajes para ir cambiando su apariencia poco a poco.
Muratori relató la felicidad que obtuvo al lograr su sueño: "Investigué mucho sobre el mundo de la modificación corporal extrema y me ayudó a cumplir mi deseo de ser único. Fue lo que me trajo alegría”.
Siempre tuvo una visión de transformar su cuerpo, pero no fue hasta el año 2019, que tomó la decisión de hacerlo con la parte más delicada: tinturarse los ojos de negro. Comenzó con uno solo para determinar que el procedimiento no era riesgoso.
“La curiosidad en ese momento y la voluntad de cambiar estéticamente fueron los factores principales de este camino mío. Lo único que tenía que hacer era esperar a cumplir los 18 años y ser independiente para luego empezar”, aseveró Muratori para el medio citado.
Actualmente, tiene más de seis modificaciones: tatuajes en los ojos, división de la lengua en dos partes, orejas puntiagudas, escarificación -incisión superficial para provocar la salida de una pequeña cantidad de sangre- en los ojos, un implante de araña en el pecho, la columna, los pulgares y en la cabeza.
En total, ha gastado alrededor de 20.000 libras esterlinas (más de 100 millones de pesos colombianos, a día de hoy). Aún así, quiere someterse a más procedimientos con tal de que no se vea la diferencia de cómo era antes de comenzar esta transición.
“La gente todavía puede llamarme demonio, pero lo dicen en serio de una manera agradable, dicen 'eres un demonio muy gentil, realmente me gusta tu personalidad’. Algunos incluso van tan lejos como para decir 'eres un ídolo para mí’”, concluyó Muratori.
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