El momento cumbre en una relación sexual. Ese tiempo en el que los cuerpos parecen ser uno mismo, la adrenalina fluye y la química hace que explote la tensión que se venía generando durante unos minutos. Es como si se destapara una reserva de agua que estaba siendo acumulada por los besos, las caricias, los roces y las miradas. Es placer puro y vivo.
El orgasmo es lo que produce esa sensación placentera y suele estar acompañado de contracciones musculares y liberación de endorfinas. Hay algo claro y es que existe una diferencia entre cómo lo sienten los hombres y cómo las mujeres. Acá le damos algunos 'tips' para identificar si su pareja está llegando al punto del clímax en medio de la relación sexual.
En hombres
Es importante desligar la eyaculación del orgasmo porque no son lo mismo. Hay quienes eyaculan sin sentir un orgasmo, o viceversa. Cuando un hombre está llegando al punto máximo, normalmente se acelera su respiración y tiende a contraer o estirar algunas de las extremidades, como las piernas. Se producen contracciones musculares y el orgasmo solo dura unos segundos. Después, entra en una fase de recuperación y relajación general.
En mujeres
Si bien hay similitudes físicas en cuanto a la sensación del orgasmo entre hombres y mujeres, en este caso no todo se concentra en los genitales. Hay factores emocionales y psicológicos que influyen. De hecho, para varias personas es difícil identificar si lo tienen o no.
Los músculos del cuerpo tienden a contraerse, sobre todo los de la vagina con mayor rapidez. Muchas veces, las mujeres arquean la espalda. El ritmo cardíaco y respiratorio aumenta y hay algo de sudoración. La agitación aparece y anuncia el clímax. Igual que en los hombres, después del máximo placer, llega una etapa de relajación.
Lubricación
Tanto en hombres como en mujeres, la lubricación natural puede anunciar el nivel de excitación en el momento. En ambos casos, esta manifestación física busca facilitar la penetración, así como mantener un pH neutro que facilite la supervivencia de espermatozoides dentro de la vagina. En algunas personas la lubricación es baja. Antes del orgasmo, suele aumentar la lubricación, un claro indicador de la cumbre.
Pezones y tetillas
Aunque no en todas las mujeres y hombres se presenta, la llamada erección de los pezones y tetillas es una señal de aviso de la alta excitación en el lugar. Estimularlos puede ayudar a aumentar la tensión sexual. Cuando sucede el orgasmo, estas partes del cuerpo pueden endurecerse.
Ojos
En la excitación sexual y en el orgasmo, las pupilas se dilatan. Los ojos se pueden ver oscuros y brillantes, por eso, un indicador es la mirada. También, tanto en hombres como en mujeres puede aparecer un color rojo en el pecho, cuello y cara. Hay que ser estratégicos para 'subir' al pico de placer de la forma más efectiva.
EL TIEMPO