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Explicativo
Preciosísima Sangre de Cristo: ¿por qué se celebra en julio?
El Papa Pío IX estableció esta fiesta cuando estuvo exiliado de Roma. Le contamos.
Celebración a la Preciosísima Sangre de Cristo Foto: iStock
El origen de esta importante celebración, según la ‘Enciclopedia Católica’, se remonta al siglo XIX, cuando el Papa Pío IX se encontraba exiliado en Gaeta, Italia, durante la primera guerra de la Independencia italiana.
Esta fiesta es un reconocimiento al sacrificio de Jesús y de cómo derramó su sangre para la salvación de la humanidad. Esta es representada a través del don de la Eucaristía acompañada del cuerpo de Cristo, bajo la apariencia de pan y vino.
Durante la primera guerra italiana por la Independencia en 1849, el Papa Pío IX estaba exiliado en Gaeta, acompañado de Giovanni Merlini, tercer superior general de los Padres misioneros de la Preciosísima Sangre, fundado por San Gaspar del Búfalo.
Giovanni Merlini recomendó al Papa hacer un voto en el que prometiera extender la fiesta de la Preciosísima Sangre a toda la iglesia, si volvía a salvo del exilio y para qué terminara la guerra y llevar la paz a Roma.
Al Papa le quedó sonando esta idea y después de la guerra terminó y él volvió a Roma, le escribió un mensaje a Merlini a través de uno de sus ayudantes diciéndole lo siguiente: “El Papa no considera oportuno obligarse por un voto, sino que su santidad se complace en extender la fiesta inmediatamente a toda la cristiandad”.
Fue así como el 30 de junio de 1849, día que los ses conquistaron a Roma, la fiesta quedó instituida y desde entonces la iglesia católica le rinde tributo todos los años a esta celebración.
“El 30 de junio había sido un sábado antes del primer domingo de julio, por lo cual el Papa fijó el 10 de agosto de 1849, a través del decreto 'Redempti sumus' que en adelante cada primer domingo de julio debe estar dedicado a la Preciosísima Sangre”, así lo relata la ‘Enciclopedia Católica’.
En 1914, el Papa Pío IX estableció que cada 1 de julio, en memoria del Jubileo de la Redención, la elevó al grado de Solemnidad en 1934. Años después del Concilio Vaticano II, la celebración la eliminaron del calendario, pero la iglesia estableció una misa en honor a la Preciosa Sangre de Cristo.
Esta es una de las razones por la cual todo el mes de julio celebran esta tradicional fiesta y los católicos aprovechan para meditar acerca del sacrificio profundo que hizo Jesús en la cruz del calvario y por la sangre que derramó para salvación de la humanidad.
En una de las ciudades que siempre ha realizado esta celebración durante muchos años es en Ciudad del Vaticano, en donde existe un permiso especial para celebrar y festejar como cada feligrés quiera.
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