¿Qué le pasó a Kate Moss? La supermodelo reaparece en Londres fumando y muy cambiada

La supermodelo británica Kate Moss fue, sin duda alguna, uno de los íconos de la moda en los años 90. Desde su aparición en las campañas de Calvin Klein, en 1992, dio un salto inmenso hacia la fama, que la llevó a aparecer en más de una docena de películas y a salir con estrellas de Hollywood como Johnny Depp.

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Los medios se empezaron a referir a Kate como una “antimodelo”, pues, con apenas 1,70 m de estatura, y desfilando en las más famosas pasarelas a sus 16 o 17 años, rompía muchos estándares de la belleza cimentados en la época.

Sin embargo, el peso de la fama a una edad tan temprana parece haber sido fuerte para Moss, quien se vio siempre envuelta en polémicas por el uso recurrente de sustancias psicoactivas. Un problema que, según indican unas fotos liberadas recientemente, no ha podido dejar.

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Según le contó a la revista ‘Love’, Moss fue reclutada a sus 14 años en el aeropuerto JFK, de Nueva York, cuando en 1988, Sarah Doukas, la fundadora de Storm Models, la vio fumando en un aeropuerto. “Tenía 14 y acababa de perder mi virginidad, así que pensaba que era ‘the bee’s knees’ (‘la rodilla de la abeja’, una expresión anglosajona para describir algo excelente, superior o sublime)”.

Y ese sentimiento de irreverencia y superioridad se vio potenciado cada vez que sus “récords”, como tomarse sola una botella entera de Vodka o fumar más de 60 cigarrillos al día, eran celebrados por sus fanáticos, por la prensa y por las mismas personas de la industria.

Pues bien, la vida pasó, y aunque Moss logró madurar y salir de muchas de sus adicciones, el tabaco la seguía persiguiendo.

Hace unos meses, la modelo itió que llevaba 34 años enganchada al cigarrillo, y que estaba haciendo esfuerzos para abandonarlo. No obstante, un fotógrafo del medio ‘Splash News’ captó esta semana a Moss en el lujoso barrio de Mayfair, en Londres, hablando con unos amigos y fumando un cigarrillo.

Lo preocupante es que, en las fotos, la británica luce muy cambiada a la imagen con la que la recuerdan sus fanáticos. El consenso parece ser que la modelo aparenta muchos años más que los 49 que en realidad tiene, y esto puede ser gracias al excesivo consumo de cigarrillo.

Según los expertos, el tabaco, además de problemas pulmonares, provoca una pigmentación amarillenta o grisácea en la superficie cutánea, opacando el tono natural. Además, causa en el cuerpo una grave deshidratación, lo que afecta el brillo de la piel y del cabello.

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Cabe aclarar, no obstante, que actualmente Moss vive en el campo, tratando de liberarse de la imagen de chica loca que popularizó décadas atrás y con la motivación de mejorar su vida. Es por eso que, hace un año, lanzó su propia marca de bienestar, ‘Cosmoss’.

ALEJANDRO VICTORIA TOBÓN

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO