En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Pedaleando por sus sueños: tres domiciliarios cuentan su historia
Los domicilios se convirtieron en una de las actividades fundamentales en tiempos de confinamiento.
A raíz de la pandemia por covid-19, las plataformas digitales de domicilios tuvieron un crecimiento exponencial.
De hecho, Colombia se consolidó como el segundo país en América Latina con más pedidos de entrega puerta a puerta, pues el 45 % de los servicios de comida fueron por medio de esta modalidad. Argentina está en el primer puesto con un porcentaje del 50 % según ‘Euromotor Internacional’.
El golpe de la pandemia produjo una inestabilidad económica muy fuerte a nivel mundial lo que llevó a que miles de personas se vieran en la necesidad de buscar nuevas fuentes de dinero para mantener a sus familias.
En ese ‘afán’ por encontrar recursos aparecen las plataformas de comida a domicilio que ofrecen empleo como repartidores. Esto puede convertirse en un alivio monetario importante para aquellas familias que perdieron sus trabajos y empresas a causa de la emergencia sanitaria.
Con el aumento de personal domiciliario atendiendo la alta demanda de pedidos, también salen a la luz sus historias particulares.
Eneida Mendoza se desempeñaba como bailarina de zumba profesional antes de la llegada de la pandemia. Bailar siempre fue su pasión. “Yo no puedo escuchar música porque mis pies quieren salir a bailar”, menciona.
Con la llegada del covid tuvo que frenar sus pasiones y dedicarse a ser domiciliaria en una reconocida plataforma. Su bicicleta es su sustento diario y, como la mayoría de sus días los ha dedicado al ejercicio diario de un modo u otro, no existe problema alguno para pedalear por la ciudad y conseguir sus ingresos.
Cómo domiciliaria puede escoger qué días trabajar o qué horas trabajar, pues la plataforma le permite tener un uso productivo de su tiempo e invertir en sus otros oficios. Esa autonomía le permite seguir bailando y coordinando sus programas de recreación infantil, por lo que tener su trabajo como domiciliaria le ha generado un ingreso extra que le ayuda a seguir materializando sus pasiones y metas a futuro.
Estas son las historias de tres domiciliarios Foto:iStock
José Luis Soler presenta una discapacidad auditiva, pero esto jamás, en sus 26 años de vida, ha sido un impedimento para salir adelante y luchar por materializar sus objetivos.
Como consecuencia de la pandemia tuvo que acceder a ser domiciliario. Un amigo lo motivó a ‘meterse de lleno’ como alternativa.
“Mi esposa me impulsa, la idea es que ella no sea la única responsable del hogar, sino colaborarle yo también”, afirmó José
La escritura es su fuente de trabajo principal porque le ayuda a comunicarse con las personas a las que atiende haciendo domicilios. Señala que es una oportunidad enorme para personas con discapacidades.
Sandra Milena Perez, de 44 años, afirma que ser domiciliaria le ha permitido salir adelante y pensar en su futuro. Ella está en séptimo semestre de istración de empresas en la Universidad ‘Luis Amigó’ en la modalidad semipresencial. Manifiesta que ha podido seguir estudiando gracias a las ganancias obtenidas en su trabajo.
“Las plataformas digitales me han ayudado a salir adelante, sin estas no podría costear la universidad ni terminar de pagar mi vehículo: mi moto”, mencionó.
A la par de su labor como domiciliaria trabaja en un call center. Su sueño es terminar la universidad y viajar por el mundo para poder adquirir más conocimientos.