“Mi madre,
Sonia Osorio, creó un estilo con su ballet. Veo sus coreografías replicadas en distintos grupos por todo el país y eso me llena de orgullo”, dice R
odrigo Obregón Osorio, hijo de la desaparecida maestra del folclor.
De ahí que tras la muerte de Sonia Osorio, en el 2011, su hijo haya querido conservar la tradición del
Ballet Nacional de Colombia que su madre creó en 1960.
Y ahora, el ballet se va para China, donde estarán del
18 al 30 de agosto. Diez bailarines llevarán lo mejor de los bailes de Colombia a dos ciudades:
Beijing y Huehaote. En esta última participarán en el Festival del Folclor.
“Nosotros seguimos trabajando con mucho empeño para volver a alcanzar los éxitos que mi mamá cosechó por todo el mundo, de ahí que el ballet esté en excelente forma”, agrega Obregón Osorio.
Currulao, joropo, cumbia, sanjuanero, mapalé, entre otros bailes tradicionales colombianos, y un nuevo espectáculo de salsa caribeña son los montajes que el grupo pondrá en escena en esta gira.
Rodrigo Obregón agrega que tras la muerte de su mamá, él asumió el legado, “porque considero que el Ballet Nacional de Colombia es
patrimonio del país. Por aquí han pasado una gran cantidad de músicos, bailarines y escenógrafos que han llegado a los mejores escenarios del mundo. Era mi obligación protegerlo y proyectarlo, pues se trata de un grupo de una gran calidad y nuestro folclor es uno de los más ricos del universo”, dice el director, que vive entre Los Ángeles y Bogotá.
Obregón, que ha hecho una carrera como actor de cine y televisión, tanto en Colombia como en Estados Unidos, cuenta que bailó en las primeras giras internacionales del ballet. “Tengo en mi memoria esos escenarios y los públicos emocionados pidiendo las danzas una y otra vez”, comenta.
“Yo hubiera querido tomarme la danza más en serio de niño, pues ahora, ya como adulto, me he dado cuenta de lo importante que es el baile para las relaciones y los acercamientos. La danza nos une y ese es su gran valor”, comenta.
En sus viajes por China, el ballet siempre ha tenido un gran reconocimiento, y en el pasado Festival de Huangshan, al que fue invitado, obtuvo el galardón al éxito y la excelencia.
“Mi mamá siempre decía que prefería un aplauso en Colombia que miles en el mundo”, agrega Osorio. La reconocida coreógrafa fue ovacionada tanto en el país como en el exterior.
Su legado continuará y serán los chinos quienes, de nuevo, disfruten de los bailes nacionales y de la nueva propuesta que se ha creado.