El Festival Gabo culminó sus tres días celebrando el periodismo desde diferentes ángulos. Comenzó con la entrega del Premio Gabo a la Excelencia, otorgado a Juan Villoro y continuó con tres días de talleres, charlas y reflexiones en torno al periodismo actual, sus desafíos y sus peligros.
Al final de la última jornada de la X edición del encuentro, Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo, hizo el siguiente balance:
“Nos fue bien -expresó Abello Banfi-. El Gimnasio Moderno se convirtió en un punto de encuentro del periodismo, de la gente interesada en Gabriel García Márquez, de estudiantes, profesores y ciudadanos que se dan cuenta de que el periodismo no es el periodista sino que realmente es un bien público, que es algo que queríamos resaltar”.
¿Cómo evalúa esta primera edición en Bogotá?
Lo único que no nos favoreció fue la lluvia, que fue muy intensa. Octubre es un mes de lluvias en todo el país, no es un mes para festivales como el nuestro que no está solo en auditorios cerrados, sino que tiene actividades al aire libre. Lo más probable es que el Festival Gabo 2023 cambie de fecha, a una con menos probabilidad de lluvia. Por otro lado, el ambiente fue cheverísimo. Habrá Festival Gabo en el 2023 y le vamos a meter mucha energía para consolidarlo.
Pero ya es un evento de años, ¿por qué cambió de ciudad?
Los proyectos evolucionan. Este fue primero exclusivamente un premio, durante 10 años, en México. Se llama Premio Nuevo Periodismo, lo dábamos con el propio Gabo y había algunos actos alrededor. Cuando el proyecto pasó a Medellín encontramos una alianza público-privada y nos convertimos en un festival en el que el premio pasó a ser un eje. Allí adquirió más relevancia. La pandemia hizo suspender los festivales presenciales. Hicimos dos ediciones virtuales. Y se reconfiguraron las alianzas. A raíz de los 40 años del Nobel, buscamos un relanzamiento y lo hicimos en Bogotá y recibimos todo el apoyo, del Gimnasio Moderno, de Sura y Bancolombia y, por supuesto, de la Alcaldía de Bogotá, que está interesada en convertirlo en un encuentro de ciudad.
¿Qué temáticas fueron las más fuertes en esta edición?
Este fue un festival de diversidad del periodismo. Hubo temas de género y de periodismo sobre causas. Fue interesante dar a conocer emprendimientos nativos digitales del continente. La desinformación fue un tema muy presente: se le dedicó un taller, un espacio de experiencias relacionadas. El otro tema fue Gabo mismo, el premio y sus ganadores y, entre ellos, Juan VIlloro fue una estrella. La gente quedó fascinada con él.
El ambiente fue cheverísimo. Habrá Festival Gabo en el 2023 y le vamos a meter mucha energía para consolidarlo
Se habló también de los riesgos de ejercer el periodismo...
Es cierto que hay una preocupación por el deterioro de las condiciones del ejercicio del periodismo libre en América Latina. Hubo encuentro de organizaciones periodísticas y al final, al presentar los resultados, se hizo el anuncio, por parte de la organización Forbidden Stories, de no dejar que la historia de Rafael Emiro Moreno, el periodista de Montelíbano (Córdoba), asesinado el domingo pasado quede silenciada. Habrá una coalición de medios y asociaciones periodísticas que van a continuar su trabajo, para desentrañar las historias complicadas de corrupción que él venía investigando y divulgarlas. No permitir que sea silenciada esa investigación periodística es un homenaje a este periodista asesinado. Además, se hizo un llamado a que trabajemos juntos, a que nos organicemos, porque tanto el crimen organizado o la inteligencia política usan la tecnología para el hostigamiento a los periodistas y son factores de mucho cuidado que se anotaron en estos espacios.
¿Qué sigue para el Festival?
Lo más importante es la apuesta por un gran festival en el 2023. Este era un festival de transición, una prueba hasta cierto punto, y tuvimos éxito. Entonces, puedo confirmar que volveremos en el 2023.
REDACCIÓN DE CULTURA
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