Pregunta el lector Otto Zúñiga: ¿por qué se escribe Snariv, seis letras, con mayúscula fija, y en cambio, UARIV, cinco letras, con todas las letras mayúsculas? ¿Cuestión de jerarquía?
Respuesta: No. Cuestión ortotipográfica. Las siglas, como su nombre lo indica, (sigla = inicial) están formadas exclusivamente con las primeras letras del nombre largo.
UARIV, Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, se escribe con mayúscula fija; mientras que los acrónimos, que pueden estar formados con las iniciales y alguna letra adicional a ellas o por cualquier combinación de letras del nombre largo, se escriben con solo la inicial mayúscula, Snariv.
Ejemplos de siglas son UN, Universidad Nacional; DAS, Departamento de istrativo de Seguridad; RTI, Radio Televisión Interamericana.
Ejemplos de acrónimos: Icetex, Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicas en el Exterior, que deja de ser sigla al agregar la x final; Sena, Servicio Nacional de Aprendizaje, que deja de ser sigla al agregar la e; Postobón, que incluye varias letras aparte de las dos iniciales del nombre largo, Posada Tobón.
Acrónimo
Sin embargo, la Academia ite la escritura de las siglas lexicalizadas (que no se deletrean, sino se leen) con solo la inicial mayúscula: Unesco, Unicef, Icfes, Snariv.
Ahora bien, para ir un poco más allá de la norma ortotipográfica y armonizarla con la estética esperada por el público, un acrónimo debe combinar las letras de tal manera que resulte un vocablo legible, que no se aleje de lo indicado por la morfología léxica propia de nuestro idioma.
El caso de Snariv es ajeno al sistema propio del idioma español, pues en español ninguna palabra tiene S líquida inicial. S líquida inicial es la que no va acompañada de una vocal anterior o posterior. Abunda en otros idiomas, especialmente en inglés, snack, snob, slogan, scanner, pero no existe en nuestra lengua. Hubiera sido mejor agregar otra letra para hacer un acrónimo, Sinariv, por ejemplo.
Semana
Cita de Semana: “Esa era la actividad que nosotros hacíamos cada 15 días y íbamos a diferentes pueblos”. Mejor: “... cada 15 días, e íbamos...”.
Cita: “Mi papá le dijo a los guerrilleros”. Mejor: “Mi papá les dijo a los guerrilleros”.
Cita: “Le recuerdo a los colombianos quién fue el que se enfrentó a la pandemia”. Mejor “Les recuerdo a los colombianos quién fue...”.
Cita: “Duelale a quien le duela fue un hecho”. Mejor “Duélale...”.
Cita: “Ahorita esta débil porque Gustavo Petro ganó”. Mejor: “... está débil...”.
El trabajo del editor de un medio informativo incluye pequeñas correcciones, a lo que el entrevistado dice de manera algo improvisada. Agregar una tilde, cambiar “y” por “e”, cambiar “o” por “u”, enmendar inflexiones verbales, “quitarle la “n” al verbo “haber” cuando no es auxiliar y agregar la “s” a “le” cuando el complemento indirecto (¿a quién?) es plural.
Esos cambios no alteran la idea, sino que le dan forma. Dejar los errores sí puede producir un cambio en la idea que el entrevistado quería expresar (como recordábamos columnas atrás, no es lo mismo “La pérdida de tu hija”, con tilde, que “la perdida de tu hija”, sin tilde).
FERNANDO ÁVILA*
*Experto en redacción y creación literaria
@fernandoav
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