Cita: “Mujer intentó matar a cuchillo su novio porque decidió terminarle”. Comentario: La recomendación gramatical es agregar la preposición “a” cuando el complemento directo es persona determinada, “... intentó matar a su novio...”, “... intentó matar a su esposo...”. Cuando es complemento de persona indeterminada, se puede prescindir de la preposición, “... intentó matar un talibán..., “... intentó matar un ladrón...”.
Lo mismo se aplica a cualquier otro verbo, con consecuencias semánticas. Note que no es lo mismo “busca mensajero” (indeterminado, sin “a”) que “busca a su mensajero” (determinado, con “a”), ni “quiere novio” que “quiere a su novio”, ni “necesita empleada” que “necesita a su empleada”.
Tal vez la ausencia de la preposición “a” en el titular citado corresponda a la intención de no repetir, pues hay otra “a” en el adverbio de modo, “a cuchillo”. Eso es llevar las cosas al extremo. Existe la obsesión de no repetir palabras, pero no se debe aplicar a preposiciones, que son voces átonas, es decir, sin acento, o sea, muy discretas, que no hacen ruido y que, en consecuencia, no producen cacofonía (mal sonido), como pasa con la preposición “de” en “Santiago de Cali, 17 de agosto de 2021”. En esa data aparece tres veces la preposición “de”, sin ningún problema.
Repeticiones buenas
Existen repeticiones buenas, aparte de la ya dicha de preposiciones, por ejemplo, “mañana por la mañana”, “de tarde en tarde”, “hoy por hoy”, “de tiempo en tiempo”. Incluso las hay con la misma palabra seguida, como “ese tipo sí es un periodista periodista” o “esa sí es leche leche”. El computador las subraya con rojo, pero la Academia las acepta, como forma válida para enfatizar.
Joan Manuel Serrat canta esta concatenación: “Todo pasa y todo queda, / pero lo nuestro es pasar, / pasar haciendo caminos, / caminos sobre la mar”. Los colombianos usamos el pleonasmo “una de cada una”, y los españoles, “suba para arriba y “baje para abajo”. García Márquez mete en la misma página veinte veces la palabra “vaca” (El otoño del patriarca). Jorge Franco repite más de diez veces “dijo” en el mismo párrafo (Melodrama). Todas estas repeticiones son válidas. Más aún, poéticas, sonoras, ingeniosas, agradables y expresivas.
Repeticiones malas
Las repeticiones que conviene evitar son tautologías, como “el día es un día preciso”, “una flor es una flor del árbol” o “la nariz es la nariz de las personas”, y las cacofonías, como “realmente, eficientemente e ingeniosamente logrado”, “cuando cayó el rayo en el cayo yo ya me había ido”, “la lluvia que llueve cuando está lloviendo en el llano del llanero”..., y eso que suenan poéticas...
FERNANDO ÁVILA
Experto en redacción y creación literaria
@fernandoav
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