Preparando mi intervención en el foro de educación de la Fundación Eisenhower, que se celebra este fin de semana en Cartagena, me encontré con la historia del trompetista Diego Quijano, estudiante de la Universidad de los Andes que durante su bachillerato asistió en las tardes a la Escuela de Formación Musical de Cajicá, después de terminar su jornada escolar.
En su relato me habló de las distintas oportunidades que ofrece la escuela. Desde coro para los que se inician en la música, pasando por clases particulares de instrumento para los que ya han recibido entrenamiento básico, llegando los más avanzados a integrar la banda, todo esto con profesores de buen nivel.
Algunas de las ventajas que ofrece este centro son atractivas: comodidad de pago de matrículas según el Sisbén del aspirante, préstamo de instrumentos de vientos y cuerdas para los alumnos, buenas instalaciones para práctica individual y salones con dotación para ensayos de gran variedad de géneros musicales, entre otras condiciones.
No solo se inscriben niños y jóvenes, también llegan adultos a aprender sobre diferentes áreas de las artes, inclusive hay cupo para ciudadanos sin formación escolar, como ocurre frecuentemente en el campo colombiano.
En este proceso, Diego ha podido participar en los principales encuentros nacionales de bandas infantiles y juveniles que se realizan en Paipa y Anapoima, confirmando lo que ya se sabe en el medio de la formación musical, que los departamentos de Caldas, Antioquia y Cundinamarca son los que llevan agrupaciones de mejor calidad.
He tenido la oportunidad de visitar centros de formación artística en otros municipios de la sabana de Bogotá y he observado condiciones similares. Una oferta extracurricular amplia, buenos profesores y presencia destacada en los encuentros nacionales de bandas.
Para un ciudadano vecino de esta región es todo un privilegio contar con una institución que lo entrene en actividades artísticas que no se enseñan en la mayoría de los colegios públicos y privados del país.
Siempre me ha sorprendido la falta de educación musical en los colegios de Colombia. A pesar de que existen centros como el que menciono en algunas regiones, seguimos necesitando entrenamiento artístico en nuestra educación básica para una mejor convivencia entre colombianos.
ÓSCAR ACEVEDO
músico y crítico musical.
Correo: acevemus@yahoo. com