Zaider: de los barrios populares de Cartagena a convertirse en la marca de una nueva era en la champeta

Cuando empezó en la champeta, con 14 años, tuvo como referente a Mr.Black, Young F y Kevin Flórez, los que lideraban el género. Más de una década después, Zaider -como es conocido- se posiciona como uno de los cantantes de champeta más escuchado en la actualidad. Su voz toma más fuerza con cada tema que lanza. Tanto así, que el artista forma parte del cartel del Champetiza Fest, que tendrá lugar en el Royal Center de Bogotá, este primero de junio junto a Criss y Ronny, Luister La Voz y el mismísimo Kevin Flórez.

En su arte se observa un antes y un después: sus primeros temas, ‘La Condena’, ‘Culpable’, y ‘El Reloj’, contienen ritmos característicos de la champeta combinados con letras sentimentales acerca del amor y el despecho; pero ‘Todo Se Jodió’, ‘Vive La Vida’ y ‘San Andrés’, sus últimas canciones, muestran que ha incorporado el afrobeat, sin dejar de lado el 'despeluque' de la champeta.

El picó es un bafle gigantesco típico de la Costa Caribe colombiana y ante él se reúnen los habitantes de barrios populares para bailar y distraerse. De acuerdo con un comunicado de prensa del Ministerio de Tecnologías de la Información, esta cultura picotera nació en Bolívar y Atlántico hace más de 60 años, y en sus inicios, reproducía la música africana que, quienes tenían la oportunidad de salir del país, traían en formato de vinilo. En ese renacer del legado africano en el país, surgió la champeta criolla y sus grandes exponentes como El Afinaito, Mr.Black, Lilibeth, El Sayayín y Papoman, quienes construyeron el camino por el que hoy transitan nuevos referentes del género como Zaider
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Nacer en los barrios populares de Cartagena implica crecer con la champeta incrustada en el ADN. El Reposo fue el barrio donde creció el artista, una comunidad festiva, artística y apropiada de su cultura, y, por el otro, con mucha pobreza y humildad como muchos barrios de la Heroica. Allí nació su amor por el arte.

Frente a su casa había un estudio de música. Para ese entonces ya había descubierto su pasión por la música, y junto con sus amigos del barrio se incursionó en este mundo. Había talento, de eso no tuvieron ninguna duda; sin embargo, algunos tomaron caminos diferentes.

‘Te va a doler’ es la canción que lo catapultó a la fama local: estudiantes de colegios la tarareaban con sentimiento durante los jean-day; las radios locales reproducían constantemente el tema, y en redes sociales como Facebook tenía un número elevado de reproducciones.

Queda poco del Zaider que solía combinar gorras planas de moda con sacos elegantes de colores estridentes. El cantante no olvida que uno de los sacrificios más grandes que realizó fue abandonar el bachillerato. Aunque sus padres y profesores le insistieron que volviera, el joven ya estaba convencido de que lo suyo era, indiscutiblemente, seguir su sueño de cantar.
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Con tan solo 16 años, su música logró conectar con personas de casi todas las edades: “Hubo un baile en la plaza de toros de Cartagena y había como unas dos mil personas. Ahí me di cuenta de que mi carrera iba cogiendo otro rumbo. Aún recuerdo ese sentimiento, porque a partir de ahí vinieron muchísimas cosas buenas, muchas bendiciones. Recuerdo que la canción empezaron a pedirla en las radios de Cartagena, Barranquilla... Todo se volvía interesante”, comenta el cantante para EL TIEMPO.

Su eslogan ‘Zaider, el que nunca falla’ no es un asunto de egocentrismo. Responde a algo que le decían sus seguidores cuando lanzaba un éxito tras otro. ‘La Condena’, ‘El reloj’ y ‘El Culpable’ fueron algunos de esos temas que gustaron seguidamente a su público. Zaider solía asistir a los bailes de los picós que reproducían su música,  además de disfrutar, conocía a sus seguidores y establecía una relación muy cercana con ellos. De esa forma, empezó a expandirse.

Cuando Zaider interpreta sus canciones, las vive. Aunque en realidad las historias que expone en ellas no son las suyas. Componer es un asunto que requiere toda su concentración: “Son pocas las veces que escribo las cosas que me pasan. La composición es un hobbie para mí. Me considero una persona bohemia. Al componer me imagino muchas cosas y creo una burbuja en el estudio. Trato de enfocarme y crear una historia en cada canción. Eso ha sido el éxito de toda mi carrera”, confiesa.
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"Mi canción más personal hasta el momento es ‘Vive la vida’. En ese tiempo yo la escribí pensando en toda la angustia que pasamos con la pandemia. Atravesaba por un momento en donde muchas personas quieren bajarte la autoestima, el ánimo, señalarte y opacarte. Habla más que todo de la envidia. Y ‘Te va a doler’, que la escribí muy joven a causa de un desamor que tuve a esa edad”.

Al afrobeat llega gracias a Kevin Flórez. Él le mostró la cultura del género y conectó con ella rápidamente. De escucharla todos los días pasó a incorporar el ritmo en sus canciones. Ha sido la que le ha dado fuerza en todo el país: “la fusión con este género me ha traído muchas bendiciones y me ha abierto muchas puertas. Se trata de una champeta diferente. Incluso estoy pensando en hacer un álbum de afrobeat... Todos deberían fusionar la champeta pensando en otra visión. Si todos tienen una sola mentalidad para agregar géneros internacionales a la champeta, el género cambia”.

Ahora, Zaider está realizando colaboraciones con artistas extranjeros, se propone que el afrobeat latino siga creciendo. Y comprende que aún falta mucho trabajo por delante para llegar más lejos.