Millonarios quedó en cuidados intensivos: apenas pudo empatar contra Bucaramanga

Con cuatro puntos en igual número de partidos, las cuentas no le dan a Millos. Bucaramanga tiene un punto más y la ventaja deportiva, y Pereira se podría ir a 9 unidades. 

Alberto Gamero sorprendió con una formación extraña. Aparte de la gran cantidad de bajas que tenía por lesión, el DT dejó en el banco a Andrés Llinás, uno de los jugadores con más minutos en el semestre en Millonarios, en una línea de tres zagueros (Moreno Paz, Vargas y Arias) y dos carrileros (Delvin Alfonzo y Danovis Banguero).

Delante de ellos, el DT puso tres jugadores de corte defensivo, para dejar solos arriba a Mackalister Silva y a Juan Esteban Carvajal. ¿Cuál era la idea? Evitar que le hicieran un gol y sorprender por las bandas con la salida de los carrileros.

La tarea le salió a medias a Millos, que no llegó mucho (otra vez, Silva tuvo un mano a mano con el portero Aldair Quintana, que resolvió muy bien este último), y Larry Vásquez se perdió una clarísima al rematar mal. 

Atrás quedó con una grieta por la izquierda que el Bucaramanga no supo aprovechar.
Banguero, otra vez, se vio lejos del fútbol que mostró en Tolima o en Nacional. Y un descache suyo pudo costarle carísimo a Millonarios, cuando se acababa el primer tiempo y ya Gamero contaba con el 0-0 en el camerino.

El lateral zurdo de Millos no llegó a un cierre y cuando Aldaír Gutiérrez se le iba, alcanzó a rozarlo en el borde del área. No parecía falta, pero el juez Diego Ulloa pitó penalti. El VAR aportó una solución intermedia: sí era falta, pero afuera. El tiro libre no tuvo consecuencias.

El partido era bastante, bastante flojo. Millonarios intentó mover una pieza más hacia adelante y Gamero mandó a Daniel Ruiz en lugar de Larry Vásquez, y después, Llinás acabó en la cancha luego de la lesión número 28 del año: la víctima, Alex Moreno Paz. Luego, el zaguero vio una amarilla que lo saca del partido del sábado en Pereira.

Del lado del Bucaramanga, Rafael Dudamel también quiso poner una gota más de ataque, con Aldair Zárate en lugar de Leonardo Flores, y refrescó el ataque con Jhon Córdoba en lugar de Joider Micolta, que no pudo brillar como en Bogotá y que incluso, se perdió la opción más clara del partido: debajo del arco y con Montero vencido, la tiró por encima.

El empate no era negocio para Millonarios y Gamero renunció a dos cambios más: el tercer “momento” lo utilizó para sacar a Carvajal, al que la pelota le llegó muy poco, y meter a Emerson Rodríguez, quien, al menos, tuvo un remate a portería que fue lo más claro de los azules en la segunda etapa, más otra que Quintana le sacó a Silva en un cabezazo.

Millonarios acabó apretado en 30 metros y metido en su campo, contra un equipo que llegó poco y que solamente una vez exigió a Montero en ese remate del partido.
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​Millos quedó en cuidados intensivos y cerca de la eliminación, cuando necesitaba ganar. Ahora tendrá que hacerle fuerza a Junior.
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​José Orlando Ascencio
​Subeditor de Deportes
​@josasc