Cuando la suerte de la cadena de tiendas de bajo costo Justo & Bueno estaba sellada, luego de que Santiago Londoño, superintendente Delegado de Procedimientos de Insolvencia, ordenara la liquidación de su matriz Mercadería, en la audiencia pública realizada el jueves de esta semana, un grupo de más de 400 acreedores dijo tener la formula para salvar la compañía y evitaría que miles de familias perdieran su único ingreso o la inversión de toda su vida, entre otros efectos negativos para la economía.
Aunque en opinión de los acreedores lo planteado resulta ser a todas luces una formula ganadora en la medida que, a la vuelta de un año la misma pondría a Justo & Bueno en niveles de ventas similares a los observados antes de la pandemia, preservando los miles de puestos de trabajo que genera toda la cadena de atención y con la posibilidad de saldar sus obligaciones pendientes, hay quienes apoyan la decisión del juez de liquidar la compañía bajo el argumento de que prolongar su existencia es agravar la difícil situación de quienes en la actualidad tienen arrendados inmuebles (locales) y otro tipo de activos a dicha organización.
Durante las más de ocho horas que duró la audiencia de este jueves, pusieron en conocimiento del juez sus razones tanto para derogar la orden de liquidación, como para mantenerla, pero ¿cuáles son los argumentos de unos y otros para hacerle esa solicitud a la Supersociedades?. Acá les contamos:
Plazo para salvamento
Quienes defienden la opción de salvamento de la compañía sostienen que, como acreedores, tienen la intención de sacarla adelante, para lo cual cuentan con un inversionista dispuesto a capitalizar la empresa, mientras que ellos están dispuestos a reducir el monto de los gastos de istración que les adeudan (170.000 millones de pesos) en 70.000 millones.
Incluso, algunos de esos acreedores están en capacidad de aportar más capital vía mercancías y productos para poner a andar de nuevo las tiendas, así como dinero en efectivo para mantenerla en operación y pagar nóminas, al tiempo que hay bancos de fomento dispuestos a proveer liquidez, vía préstamos, en caso de que se llegue a necesitar recursos frescos más adelante.
Marcos Gerardo Monroy, uno de los voceros de esos acreedores, durante su intervención en la audiencia, le insistió al delegado de la Supersociedades (Santiago Londoño), para que les dé la oportunidad se sacar adelante la compañía y presentarle un plan detallado de operación de la misma, en aras del equilibro dentro del proceso, en el que a los representantes de Mercaderia tuvieron todo el tiempo suficiente para aportar unos recursos de un inversionista que nunca llegó.
Liquidación inmediata
Pero a los arrendadores de los locales de Justo & Bueno y a un grupo importante de trabajadores y extrabajadores a quienes les adeudan salarios, prestaciones sociales y otras obligaciones de carácter laboral, ninguna formula podrá sacar de la crisis en que se encuentra la compañía, por lo que creen que prolongar su existencia significa ahondar los problemas que vienen padeciendo por el no pago de sus salarios y cánones durante los últimos 14 meses.
Voceros de los arrendadores, como Oscar Bravo y Jeimmy Alfonso, le solicitaron al juez, ordenar la restitución de sus inmuebles y que se liquide la compañía. Señalan que, no se trata solo de la deuda por el canon de arrendamiento, lo que los lleva a hacer esa solicitud, pues a ello también se suma el costo de los servicios públicos (luz y agua) que no han sido cancelados y obligaron a la suspensión de los mismos, como también los impuestos que deben cancelar (IVA).
Pero además, a ello se suma el deterioro que viene presentando algunos inmuebles por el abandono, así como los gastos que tuvieron que asumir los propietarios de estos por las adecuaciones hechas para arrendarlos a Mercadería y que a estas alturas no saben como pagar.
Por esas razones, este grupo pide la liquidación inmediata de la compañía, al punto de que están dispuestos a asumir como propia la deuda producto de los cánones de arrendamiento, pues para ellos, como lo manifestaron en la audiencia, es preferible recuperar sus inmuebles, arreglarlos para ofrecerlos de nuevo al mercado y así comenzar a generar ingresos, pues cientos de familias derivan su sustento de esa inversión.
El Tiempo