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¿Se puede instalar un turbo a un carro que no lo trae de fábrica?
La respuesta a esta pregunta es sencilla: Sí. Sin embargo, el asunto no es fácil ni económico.
Hay turbos genéricos que vienen con el kit de instalación, pero esto no es suficiente. Foto: Archivo particular
Hasta hace unos años los turbos eran unos aparatos que solo se veían en autos de carrera o en las películas. Su solo nombre era sinónimo de velocidad y potencia, lo cual llama la atención de los entusiastas del automóvil que quisieran tener uno en su carro.
Se puede acoplar o instalar un turbo, pero al motor hay que hacerle unas modificaciones que no están incluidas en los kits antes y después de instalarlos. Además, no todos los carros o la mayoría de carros fabricados sin turbo tienen el espacio disponible para su instalación.
Como los motores no han sido diseñados para soportar ese aumento de potencia y el par motor que implica poner un turbo cuando no viene de serie, lo primero que se debe hacer es cambiar o adaptar los colectores de isión y escape.
Limpieza del motor del carro. Foto:iStock
Hay que tener en cuenta la relación de compresión del motor y modificar sus mapas. Por ejemplo, la compresión es un parámetro que dirá en qué proporción se comprime la mezcla de aire y combustible en el cilindro. Al poner un turbo hay que modificarla así como los tiempos y mapas de encendido.
En algunos casos habrá necesidad de cambiar pistones, bielas e incluso el cigüeñal para que la relación de compresión se pueda adaptar a las nuevas exigencias, lo mismo que la culata pues esta debe tener los árboles de levas apropiados para la nueva alimentación.
Otro ajuste importante es el sistema de combustible, hay que cambiar los inyectores o la bomba de combustible, cambiar el computador de abordo por uno que esté programado y ajustado a los nuevos volúmenes de aire y combustible que van a circular por el motor.
También habrá que cambiar la presión y la cartografía del sistema de encendido para adecuarlas a las necesidades crecientes del nuevo turbocompresor, el tiempo de ignición debe retardarse. Hay que poner un nuevo filtro de aire que reciba y resista un flujo mayor.
Tampoco hay que descartar el cambio del embrague pues al cambiar el par motor, este puede patinar. Es probable que las relaciones de caja se queden cortas con más potencia y haya que cambiar la caja y ni hablar de los frenos pues seguramente necesitará unos más potentes para detener el carro.
De igual forma, como los gases del aire comprimido se calientan es necesario instalar un intercooler (radiador) para enfriarlos, y esto implica cambiar sensores, es decir mucha electrónica, así como buscar la forma de disipar el calor generado dentro del habitáculo.
A estas alturas es claro que sí es posible instalarle un turbo a su carro, la pregunta es: ¿Vale la pena la inversión? Ya vemos que si es posible poner el turbo a un carro que no lo trae de serie, lo que hay que evaluar es si vale la pena o decidirse por un carro que lo traiga de fábrica.