La actividad económica de Colombia siguió recuperando terreno en julio tras tocar fondo en abril, pero a un ritmo menor al visto en mayo y junio. El freno fue consecuencia de medidas sanitarias especialmente en Bogotá, Valle y Antioquia.
Según el Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) del Dane, la actividad creció 2,6 por ciento en julio frente a junio, pero fue 9,6 por ciento inferior a la actividad de junio del 2019, cuando no había confinamiento ni pandemia.
Para julio, el ISE, en su serie corregida de efecto estacional y de calendario, presenta un crecimiento de 2,57 por ciento, respecto al mes de junio. Este último había registrado una variación positiva de 5,44 por ciento con relación a mayo.
Para el mes de julio de 2019 el ISE había presentado un crecimiento de 0,83 por ciento respecto a junio de 2019, y este había registrado una variación negativa de 0,58 por ciento con relación a mayo de 2019.
De acuerdo con el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, durante julio hubo medidas sanitarias en Bogotá, Valle y Antioquia que hicieron disminuir el ritmo al que venía rebotando la producción económica. Como se recuerda se tomaron medidas por sectores de confinamiento más estricto en algunas capitales.
Es así como, luego de una dura caída mensual de la actividad económica en abril de 15,28 por ciento, hubo un rebote mensual notable, con crecimientos mensuales de 5,35 por ciento en mayo, y de 5,44 por ciento en junio, pero luego el ritmo de julio fue sólo la mitad de los meses anteriores, según resalta Oviedo.
En la comparación con un año antes, el ISE, en su serie original, decrece 9,55 por ciento respecto al mes de julio de 2019, cuando presentó un crecimiento anual de 3,87 por ciento.
Las actividades económicas que más contribuyeron al decrecimiento del mes de julio fueron las terciarias, que aportaron 6,39 puntos porcentuales de la caída de la serie original.
En el acumulado de siete meses, la caída de la actividad económica del país es de 7,7 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2019.
De acuerdo con Oviedo, las medidas sanitarias de julio tuvieron efecto principalmente en la industria, y a través de este sector, el impacto llegó también el comercio. De esta manera, el desempeño más débil durante julio, con un crecimiento de 0,9 por ciento con respecto a junio, lo tuvieron las actividades secundarias, en donde se ubican la industria manufacturera y la construcción.
En cambio, las actividades que tuvieron el mejor comportamiento en julio fueron las del sector terciario, con un crecimiento de 3,6 por ciento con respecto a junio. En este sector están la istración pública, educación, salud, actividades inmobiliarias, actividades científicas, profesionales y técnicas, actividades financieras y de seguros, servicios públicos, información y comunicaciones y actividades artísticas, entretenimiento y recreación.
Entre tanto, las actividades primarias crecieron 2 por ciento. Estas comprenden el sector agropecuario y los minerales.
El informe destaca que, pese al duro impacto de la pandemia, de las 12actividades en que se clasifica la producción económica, hay dos que están en verde, es decir, que su crecimiento anual supera el 1,58 por ciento, que es el avance promedio de todas las actividades desde que se mide este indicador. Estos sectores en verde son las actividades agropecuarias y las actividades inmobiliarias.
También crecen, pero por debajo del promedio histórico del ISE, por lo cual, están en amarillo, información y comunicaciones, y actividades financieras y de seguros. El resto de ramas económics están en rojo.
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