Dólar alto e indexación de precios obstaculizan mayor descenso de la inflación: Villar

Aunque la variación en el costo de vida de los colombianos acusó en mayo su segundo mes consecutivo a la baja y se situó en 12,36 por ciento anual, desde su máximo del 13,34 por ciento, dicho índice continúa “aún en niveles inaceptablemente altos, muy alejados de la meta de 3 por ciento”, señaló Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, durante su intervención en la instalación de la 57 Convención Bancaria que finaliza mañana en Cartagena.

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“Estamos apenas iniciando el retorno hacia esa meta”, les dijo el funcionario a los banqueros, quien advirtió que este será un proceso gradual, pero firme, que se tendrá a lo largo del próximo año y medio, hasta cumplirse a finales de 2024.

Sin embargo, recalcó el directivo que la persistencia de la inflación en niveles tan altos puede explicarse por dos razones. La primera, el mecanismo de indexación de precios, como el ajuste del salario mínimo, las tarifas de servicios públicos y los arriendos. El segundo, tiene que ver con el costo del dólar que ha alcanzado niveles cercanos a los 5.000 pesos y que generan resistencia a la baja de la inflación.

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Y si bien el país demanda que el costo de vida se desacelere con mayor rapidez, Villar señaló que resulta poco conveniente tratar de combatir la inflación mediante la intervención de precios y tarifas, toda vez que esto genera distorsiones sectoriales y prueba de ello es la experiencia que dejó el precio de la gasolina, pues ello conduce a que más adelante esos ajustes se tengan que hacer más fuertes hacia adelante.

El directivo citó, además, lo ocurrido con las tarifas de energía eléctrica, sobre todo en la costa atlántica, cuyos ajustes fueron diferidos en el pasado y hoy tienen que ser más fuertes de lo que hubieran sido en ausencia de esos diferimientos.

El gerente del Banco de la República insistió que en las discusiones de política monetaria siempre está el tema de cómo acelerar la reducción de la inflación y el impacto de esa búsqueda en el crecimiento de la economía, ante lo cual señaló que ese es un falso dilema.

“La alternativa que tenemos no es entre bajar la inflación o crecer más. Por el contrario, bajar la inflación es indispensable para que tengamos nuevamente tasas de interés de largo plazo en niveles bajos, que estimulen la inversión, y para aumentar el crecimiento a mediano y largo plazo, aún si ello significa sacrificar algo de crecimiento en el corto plazo”, consideró.

Al referirse a la salud del sistema financiero colombiano, el funcionario destacó la buena salud de las entidades, pese al duro ajuste en las tasas de interés que ha tenido que realizar la autoridad monetaria del país.

Y mencionó que durante la crisis de la pandemia el sistema financiero había sido parte de la solución y no parte del problema como en tantas crisis anteriores. “Hoy podemos decir que el sistema financiero, con la solidez que lo caracteriza, también ha sido un apoyo fundamental en el proceso de ajuste macroeconómico que hemos tenido que llevar a cabo, en lugar de convertirse en un obstáculo para el mismo”, precisó.

En ese sentido, señaló que ese proceso de ajuste de tasas que generó problemas a algunas entidades en mercados como el de Estados Unidos fue diferente en Colombia, donde las entidades tuvieron que ajustarse a las nuevas normas internacionales de Basilea, que si bien demandaron costos importantes, evitaron que las instituciones afrontaran los problemas que se vivieron en otras latitudes.

Villar también habló sobre los avances en el desarrollo de un sistema de pagos plenamente interoperable al que podrán conectarse todos los establecimientos financieros de manera directa, que facilitará la entrada de nuevos agentes, promoverá la competencia y la innovación en la prestación de servicios de pagos y transferencias entre personas y entre personas y negocios.

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