El buen ambiente que estaban teniendo el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, y el nuevo gobierno de Gustavo Petro, al punto de que la gestión del funcionario ha sido destacada por el nuevo mandatario, llegó a su fin en la parte final del proceso de empalme.
Tras revelarle a EL TIEMPO su decisión de no seguir en el cargo,
Oviedo explicó en detalle las razones que lo llevaron a esa decisión, las cuales están relacionadas con la forma en la que el equipo del nuevo gobierno cree que se debe manejar el proceso del catastro multipropósito, estrategia del Estado que busca actualizar la información de predios rurales y urbanos, y que ya registra un avance del 40 por ciento, según el funcionario.
Y precisó que el coordinador del empalme lo llamó este sábado, pidiéndole aplazar una decisión clave, asociada con el patrimonio autónomo que se quiere crear para fortalecer el financiamiento de la política pública de catastro multipropósito, con unos recursos istrados por Findeter, banca de desarrollo territorial del país.
En concreto, los voceros del empalme del catastro multipropósito tenían reservas sobre esta figura del patrimonio autónomo, porque consideran que puede contribuir a un supuesto debilitamiento del rol del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, en la ejecución de la política pública de catastro multipropósito.
Oviedo explicó que luego de que en la Cámara de Representantes ‘lo goleó’ y no aprobó una iniciativa que buscaba sacar una fracción del impuesto predial de las ciudades principales para apalancar un fondo que subsidiara a los municipios pequeños que no tienen recursos para levantar su información catastral, se buscó otra fórmula de la financiación.
Así, en la Ley del Presupuesto General de la Nación de este año se creó dicho patrimonio y su establecimiento está en proceso de regulación, buscando tener un conjunto de vigencias futuras (partidas del presupuesto de la Nación de años venideros) para avanzar en el proceso con dichas poblaciones.
“Ese patrimonio, que es un vehículo de financiamiento robusto y analizado, está teniendo unas reservas por parte del equipo que apoya al presidente electo Gustavo Petro y frente a eso tengo que ser coherente”, añadió.
Y agregó que aprecia y reconoce que precisamente el presidente electo ha sido uno de los principales voceros en decir que el Dane está haciendo bien la tarea y que quería su continuidad, “pero desafortunadamente el Dane y el Igac tiene tienen una interrelación muy fuerte y los cambios que se quieren proponer pues implicarían que también tengo ser testigo de esos cambios y es retroceder en los ajustes que nosotros hemos venido planteando”.
“Creo que es mejor darle al presidente la libertad de que pueda encontrar un nuevo liderazgo que istre los dos temas de forma adecuada, en línea con ese componente de la política de catastro multipropósito que él y su equipo de gobierno quieren implementar en los próximos años”, agregó.
Más razones de fondo
Pero al mismo tiempo, Oviedo cree que el punto en el que subyace la preocupación del gobierno entrante es que bajo esa nueva figura del patrimonio autónomo ya no será solo Igac el que va a poder hacer la tarea, sino que va a competir con todos los gestores catastrales, es decir, los propios municipios, que son los que conocen la realidad detallada de su territorio.
“La visión de competencia con los gestores catastrales para nosotros ha sido muy importante, para convertir una función pública a un servicio público y creo que es ahí donde subyace la principal diferencia que nosotros tenemos sobre ese tema”, precisó Juan Daniel Oviedo, director del Dane.
Y es que al ser presidente del Consejo Directivo del Igac, Oviedo promovió un fortalecimiento en las competencias de la entidad y se propuso quitarle a la entidad su rol de monopolio en la gestión catastral en campo, ya que esa figura, que históricamente se consideró útil, ha sido revaluada en diferentes elementos, pues históricamente el control del levantamiento de información catastral en Colombia lo tenía el Igac, excepto para algunos catastros como el de Bogotá o de Antioquia.
"Promover la competencia de nuestros gestores catastrales es una herramienta que desde el punto de vista del paradigma regulatorio es un camino. Esa competencia también va a permitir el uso de métodos alternativos para el levantamiento de la información catastral. Entonces sí, se trata de que haya una competencia, en donde el Igac va a seguir siendo responsable de una buena parte del área del país, porque sigue siendo gestor catastral por excepción, pero lo que necesitamos ahora es que sea un regulador”, aseguró Oviedo.
Es decir, que el Igac tenga bajo su batuta la definición de las condiciones de calidad e interoperabilidad de esa información, para que en el rompecabezas del país que está asociado con esos gestores catastrales, todas las piezas se unan y se pueda contar un conjunto de información que sea también útil para la tomada de decisiones en materia de políticas públicas con enfoque territorial.
Oviedo cita por ejemplo el caso del municipio de Soacha, que la semana pasada fue habilitado como gestor catastral, y realizó el levantamiento de toda la información predial de su territorio usando métodos indirectos, cámaras de 360 grados, drones y diferentes elementos, con algunas dificultades y con algunas inconformidades.
“El alcalde de Soacha pudo mostrar cómo, gracias a esa información catastral, está focalizando políticas públicas, y pasó a recaudar casi tres veces el valor del impuesto predial que recaudaba antes con la información desactualizada”, puntualizó Oviedo.