Con la rebaja de Fitch Ratings de la nota crediticia de Colombia de BBB- a BB+, ya son dos las calificadoras de crédito que le quitan el grado de inversión al país. Luego del retiro del proyecto de reforma tributaria y en medio del paro nacional, el pasado 20 de mayo Standard and Poor’s (S&P) tomó la misma decisión. Ahora solo falta que se pronuncie Moody's.
Ambas llegaron hasta este punto debido al aumento de la deuda pública y del déficit fiscal, además de la incertidumbre sobre su evolución en el futuro. Hay que recordar que en el documento que se conoció hace unas semanas del 'Marco fiscal de mediano plazo’ se proyecta que la deuda bruta no bajaría de 60 por ciento en los próximos 10 años.
Respecto al déficit fiscal, este fue de 7,8 por ciento del PIB el año pasado, en medio de la pandemia del covid-19, y el proyectado para este año sería aún mayor, de 8,6 por ciento.
“La rebaja refleja el deterioro de las finanzas públicas con grandes déficits fiscales en 2020-2022, un nivel de deuda pública en aumento y una menor confianza en la capacidad del Gobierno para colocar de manera creíble la deuda en una trayectoria descendente en los próximos años”, indicó en su reporte de este jueves Fitch Ratings.
¿Qué efectos tendrá esta decisión?
Hay que indicar que como se trata de la segunda calificadora que ubica al país en BB+, ya se podría decir que técnicamente Colombia perdió el grado de inversión.
A pesar de que las tasas del mercado de deuda pública y las primas de riesgo ya habían descontado que Colombia lo perdería, la decisión podría tener efectos a corto y mediano plazo.
Ahora hay más probabilidades de que Colombia incumpla con sus pagos, por lo que los inversionistas ven más riesgoso invertir en el territorio nacional. Por ello, las tasas de interés a las cuales nos prestan dinero pueden ser mayores y en el futuro esta situación repercutiría en la consecución de recursos por parte del Gobierno.
En líneas generales, esta decisión afectaría el dólar y las tasas de los Títulos de Tesorería (TES). Además, habría un impacto tanto en los costos de endeudamiento público y privado como en la inversión extranjera.
Según el análisis que realizó el Banco de la República en las últimas minutas, la pérdida de grado de inversión de un país también puede tener consecuencias adicionales como una rápida corrección de los déficits fiscal y de cuenta corriente, dado un menor nivel de financiamiento externo, un crecimiento económico más lento y una depreciación de la tasa de cambio, la cual podría llevar a un incremento de la inflación.
Aumento de las tasas
De acuerdo con Credicorp Capital, los activos locales podrían tener un impacto adicional en el corto plazo, especialmente el mercado de renta fija y el dólar, en la medida en que algunos flujos tendrán que dejar el país de manera forzosa.
“Sin embargo, creemos que tras la volatilidad del corto plazo que generaría la decisión de Fitch, un buen comportamiento del mercado de TES podría ser observado posteriormente, una vez las ventas forzadas queden atrás, y en línea con lo observado históricamente con otros países que han perdido del grado de inversión”, afirma el equipo liderado por Daniel Velandia.
Por su parte, Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, indicó que los mercados podrían reaccionar de manera negativa y que seguramente hoy la tasa de cambio abriría por encima de los 3.500 pesos y las tasas de los TES de la deuda colombiana también se verían afectadas.
Menor inversión extranjera
Hay algunos inversionistas que no incluyen en su portafolio los títulos emitidos por países sin grado de inversión dado su nivel de riesgo. Ello implicaría que se reduciría el nivel de inversión extranjera por parte de estos.
Mayor costo del financiamiento privado
A mediano y largo plazo, las empresas colombianas también tendrían menor capacidad de financiamiento en el exterior. Cuando una calificadora le reduce la nota a un país, también lo hace posteriormente con las empresas para que estén al mismo nivel.
Por ejemplo, cuando S&P le bajó la nota a Colombia después también se la redujo a compañías públicas y privadas como Ecopetrol, Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), Banco Davivienda, Grupo Sura o Emgesa, entre otras.
REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS