'Relación con Gobierno ha tenido complejidades, pero se han protegido intereses'

La tensa relación con el Gobierno con la que empezó Germán Bahamón al frente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) en abril pasado parece haber desaparecido e incluso se dice que las partes firmaron la ‘pipa de la paz’. Los acuerdos logrados hace unos días en el segundo Comité Nacional Cafetero se suman a las buenas intenciones de diferentes ministros que se sellaron en el Congreso del gremio de hace unas semanas. En entrevista con EL TIEMPO, el gerente explica cómo avanzan las relaciones y qué acuerdos se han suscrito.

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Yo soy el vocero de los cafeteros y como tal es pertinente decir que la relación de la Federación con el Gobierno Nacional siempre ha estado en términos cordiales, enmarcada en el respeto y en el profesionalismo; por tal razón, hemos venido entregando resultados.

El acercamiento no solo ha sido con los ministerios que tienen silla en el comité nacional, sino con otros como el de Medio Ambiente, el de Vivienda y el de la Información y Comunicaciones.

Una clara muestra de ello fue la participación en nuestro congreso anual realizado a finales de diciembre de los ministros de Hacienda (Ricardo Bonilla) y de las TIC (Mauricio Lizcano). Igualmente, la ministra de Agricultura (Jhénifer Mojica) estuvo dos días y en la clausura estuvieron presentes el director de Planeación Nacional (Jorge Iván González) y el presidente del Banco Agrario (Hernando Chica).

Debo mencionar muy especialmente al ministro Germán Umaña (Comercio) que nos acompaña con su equipo permanentemente en la apertura de nuevos mercados en donde tenemos los ojos puestos cómo lo son oriente medio y lejano.

En el transcurso del año hemos venido trabajando en reuniones que han permitido importantes avances en aras de dar claridad histórica respecto de diversos tópicos del Fondo Nacional de Café (FoNC) y del Fondo de Estabilización de Precios (FEPC), así como en aspectos propios de la caficultura que han permitido la colocación de los recursos dispuestos para la renovación de cafetales por siembra bajo la modalidad de Incentivo a la Capitalización Rural (ICR).

En igual sentido, producto de esas reuniones tenemos la aprobación del Ministerio de Agricultura para que en el 2024 los cafeteros podamos acceder a recursos para la renovación por zoca bajo el mecanismo de ICR y recursos de incentivo para la fertilización por valor de 58.000 millones de pesos. A estos, la Federación suma 25.000 millones de pesos para apoyar la variable más sensible en la producción y, por ende, en la rentabilidad, que es la fertilización.

Con todo esto, al finalizar el 2023 puedo decir que la relación general de los gremios con el Gobierno Nacional ha tenido complejidades de conocimiento público, pero en el caso de la Federación se han protegido los intereses de los cafeteros que es y será nuestro propósito fundacional.

El Fondo Nacional del Café y el Fondo de Estabilización de Precios del Café, nutridos de recursos de la parafiscalidad cafetera, esto es, de los cafeteros y que istra la Federación, tienen una instancia de gobierno (Comité Nacional) en la que confluyen los cafeteros y el Gobierno Nacional. Los primeros representados por un delegado de cada departamento productor y el segundo por los ministros de Hacienda, Agricultura, Comercio, Industria y Turismo, y el director Nacional de Planeación.

Entre otras funciones del Comité Nacional y particularmente el objetivo de la reunión del 21 de diciembre pasado consistió en la aprobación de tres elementos importantes: el presupuesto del Fondo Nacional del Café, el plan de compra, transformación y comercio exterior y, por último, el plan que soporta la investigación y el servicio de extensión que es la transferencia de tecnología a todos los caficultores del país.

En este contexto, debo destacar que dentro de las actividades del servicio de extensión se ha aprobado un mayor énfasis en materia de calidad y poscosecha, en la búsqueda de acceder a mercados con productos que tengan mayor valor agregado obtenido a través de la custodia de la misma que debemos construir a través del fortalecimiento del tejido social cafetero mediante la asociatividad y el cooperativismo con serios criterios de gobierno corporativo que permitan la seriedad en el manejo de estas figuras.

Para el 2024 tenemos un ambicioso propósito en materia de cultura del caficultor que impacta en gran medida la comercialización del café. De esta forma, podemos mencionar cuatro grandes propósitos: el aumento de las ventas a mercados no tradicionales como China y Medio Oriente, la exploración de mercados de buen potencial como México y Brasil, la consolidación del proceso de transformación y valor agregado, que implica un énfasis en la comercialización de cafés especiales y por primera vez un presupuesto de exportación de tostados en origen y, por último, incentivar a los cafeteros a vender café por taza, esto es, a través de la valoración sensorial del mismo que va de la mano del mayor énfasis en calidad que tendrá el servicio de extensión.

En términos numéricos tenemos un presupuesto retador y ambicioso, pues la Federación en este 2023 ya ganó dos puntos de participación en las exportaciones logrando 18 por ciento y el año entrante nos hemos propuesto llegar al 22 por ciento.

Como puede verse, los retos no son menores pues implican transformaciones que van desde el caficultor y pasan por supuesto por el gremio mismo. Lo importante es que la FNC cuenta con el equipo calificado para llevar a la caficultura a colombiana a atender las exigencias de los mercados de estos tiempos.

Lo que ha solicitado el ministro es determinar la metodología que conduzca a establecer un costo medio de producción. En ese propósito, se ha realizado un importante trabajo que se soporta en la información que por más de una década ha recolectado la Federación y en el análisis metodológico realizado por el Centro de Estudios Regionales Cafeteros y Empresariales (Crece).

Ese trabajo se ha realizado a instancias de la secretaría técnica del Fondo, con participación de los ministerios participantes en el Comité Nacional y de la Federación. La metodología fue aprobada el pasado 21 de diciembre y esto supone un gran avance en estos cuatro meses, desde que esta ley fue sancionada en 2019.