Varios bienes y servicios del mercado están indexados al alza del salario mínimo, entre esos, la Vivienda de Interés Social (VIS). Después de varias mesas de diálogo y de lograr un acuerdo tripartito entre el Gobierno, gremios y sindicatos, esta subida cerró en 16 por ciento, lo que representará una subida en los precios de igual nivel, tocando proyectos de vivienda para entrega en 2023 y años posteriores.
Este tipo de unidad habitacional, que cuenta con varios alivios financieros, es medida en salarios mínimos. Es decir, el precio máximo que pueden cobrar las constructoras a viviendas de esta categoría en grandes centros poblados es 150 Smmlv (Salarios mínimos mensuales legales vigentes) y en zonas con menor densidad poblacional de 135 salarios, lo que significó para 2022 precios de $150 millones y $135 millones, respectivamente.
Ahora, los precios pasarán a ser de $174 millones y $156 millones, respectivamente, lo que significa un alza de 24 millones de pesos, para la vivienda VIS en Colombia.
Esta subida impactaría sobre todo a las miles de familias que compraron vivienda en el segundo semestre de 2021 y primer trimestre de 2022, cuyos proyectos no contemplarían la difícil situación macroeconómica que se avecinaba. Muchos de estos contratos con constructoras, sobretodo en grandes urbes, apuntan al precio final como el tope máximo a cobrar al momento de la entrega/escrituración de la unidad habitacional.
Según cálculos de la Cámara Colombiana de Construcción, Camacol, en 2022 se vendieron más de 234.592 viviendas, cuya fase de construcción iniciará en los siguientes años.
Sobre esta preocupación, el presidente encargado del gremio, Edwin Chirivi, si bien celebró la decisión del alza del salario mínimo, recomendó a los hogares tomar calculadora y organizar muy bien su plan de pagos, para así no desistir de su sueño de tener vivienda propia.
“Si bien el 100 por ciento del tope de vivienda VIS no está pegada a los 150 salarios, el mensaje es: hay que buscar no afectar el cierre financiero. Primero, el tiempo que tenga para pagar la cuota inicial, si se hace un ajuste en ese tiempo que hace falta ayuda a mitigar ese precio, lo segundo es seguir buscando en los originadores del sector financiero, cuál tiene las tasas más favorables para que la subida de ese aumento no impacte el valor de cuota por millón”, aconsejó.
A su vez, el líder gremial recordó que los subsidios para esta categoría de vivienda son en salarios mínimos y por ende subirán también. Sin embargo, la relación entre aumento y alivio es de apenas de seis a uno.
Para explicar este fenómeno, es necesario tener en cuenta que en el caso del alivio de las cajas de compensación que otorga 20 salarios para hogares con hasta 4 salarios mínimos de ingreso y significaría que para 2023 el beneficio que correspondería a $23,2 millones de pesos, es decir un aumento de $3,2 millones. En el caso del alivio de Mi Casa Ya, el cual brinda entre 30 salarios mínimos a familias que reciban mensualmente hasta 2 salarios y 20 salarios aquellas entre 2 y 4 salarios, la relación será similar.
No obstante, en el caso del subsidio de concurrencia sí se sentirá más, pues es la unión de los subsidios de Mi Casa Ya y el de la caja de compensación y brinda hasta 50 salarios mínimos a hogares con menores ingresos (hasta 2 salarios). En este caso, el reajuste será de $8 millones, pues en 2022 un hogar que fuera beneficiario recibía $50 millones y en 2023 recibirá $58 millones.
Aumento en viviendas VIP y no VIS
En el caso de las Viviendas de Interés Prioritario (VIP), las cuales tienen un precio máximo de 90 salarios mínimos ($90 millones en 2022) y que pasará a ser de $104,4 millones en 2023, el aumento es de 14,4 millones de pesos.
En cuanto a los subsidios para Vivienda no VIS, el aumento no se reflejará ya que no está indexado al salario mínimo.
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