¡Tome nota! Lo que debe tener en cuenta para viajar a salvo con su mascota por carretera

Mientras la natalidad en Colombia disminuye (14,6 por ciento en los primeros cuatro meses del 2024 respecto al mismo periodo del 2023, según la más reciente encuesta del Dane), la compra y adopción de mascotas crece a un ritmo de 13 por ciento anual. Hoy, 40 por ciento de las familias colombianas tienen un animal al que consideran miembro del hogar.

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Esto significa que, al ser visto por sus dueños como un sujeto activo dentro de la sociedad, el animal no solo adquiere cada día más derechos, sino también deberes, especialmente cuando interactúa en zonas públicas –parques o recintos públicos– y en espacios donde su presencia pueda conllevar peligros, incluida la cabina del carro, pues no existen reglas estrictas emanadas de las autoridades competentes o propuestas de las ensambladoras para su traslado.

De ahí que los modelos familiares que circulan en nuestro mercado no ofrezcan elementos de seguridad para llevar mascotas, o al menos no de manera explícita. Quizás solo rios para su comodidad y la de los demás pasajeros, como los que anunció Nissan para el modelo 2020 de su SUV familiar X-Trail versión Pets, a la cual le adicionaron una rampa de trasera, cojines especiales y protectores para ubicar el cachorro, cómoda e higiénicamente, en el maletero o sobre la banca trasera.

Subaru ha financiado pruebas de simulación de choques realizados por el Centro de Seguridad de las Mascotas de Reston, Virginia (Estados Unidos), donde evalúan todos los arneses del mercado dedicados a sujetar perros en los vehículos. Durante las primeras pruebas hechas, la efectividad de estos fue mínima. De ahí que la fundación haya publicado un protocolo de calificación de arneses para animales en el 2014 con el fin de lanzar recomendaciones e indicarles a los s cuáles sirven y cuáles no. Se hicieron con dummies “anatómicamente correctos”, y provistos de un centro de gravedad acorde a cada uno, de un bulldog de 24 kilos, un golden retriever de 34, un collie de 20 y un terrier de 11 kilos, a los que les incluyeron la electrónica necesaria para recopilar la información pertinente.

Una de las conclusiones de las pruebas realizadas a 40 km/h fue que “las correas de extensión y los productos tipo tirolesa aumentan el riesgo de lesiones”, pues con esos productos los animales no logran permanecer en su asiento y en muchos casos salen volando hacia adelante.

Obviamente, un “disparo” de esa magnitud no solo atenta contra la vida de la mascota, sino que pone en riesgo la de los demás pasajeros, quienes reciben el impacto provocado por el golpe seco del choque frontal, la sujeción del cinturón de seguridad, el despliegue del airbag y –por si fuera poco– la arremetida de al menos 20 kilos adicionales sobre la cabeza o la nuca para la cual no existe protección alguna de puertas para adentro.

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El ideal es, entonces, sujetar los arneses (cruzados o sujetos a una especie de pechera que se acomoda en el tronco de la mascota y que venden en los almacenes especializados) a los anclajes Isofix destinados a las sillas infantiles y al respectivo cinturón de seguridad, de manera que este pasajero, que no tiene la contextura ni los reflejos de un ser humano, viaje bien acomodado sobre uno de los asientos de la banca trasera con el fin de no salir disparado en caso de un accidente.

Sin embargo, el Centro de Seguridad de las Mascotas advierte que no todas las correas que venden en el mercado son de buena calidad. Por eso, una de sus tareas ha sido corroborar con estas pruebas si lo prometido por los fabricantes funciona o no, y publicar esos resultados (www.centerforpetsafety.org).

La jaula o guacal es recomendable también, especialmente para las mascotas más pequeñas, que deben contar con espacio suficiente para moverse y reacomodarse durante los viajes largos. Lo ideal es que estas cajas estén “sujetas al cinturón de seguridad del automóvil o a otro sistema de retención si se ubican en el asiento trasero”, y en el baúl de la camioneta amarrada a los anclajes de esa zona y ubicada preferiblemente sobre un tapete de caucho para que esta no patine por toda el área.

Viajar con una mascota en el vehículo no solo es un reto para sus dueños, también puede ser muy estresante para el animal. Un perro hiperactivo, rebotado o malgeniado puede aumentar el riesgo de accidentes.

Si se analizan con lupa, dos de las cinco causas más frecuentes de accidentes de tránsito podrían exacerbarse por el mal comportamiento de una mascota dentro del habitáculo: la imprudencia, provocada por acciones o maniobras que representen peligro para el entorno; la distracción, que se presenta cuando el conductor no está pendiente de la vía y el entorno, y el irrespeto por las señales de tránsito, especialmente las de Pare y Ceda el paso, que en muchos casos se violan por falta de atención.

La compañía española Adaptil, experta en productos para el bienestar canino, reseña en su portal una serie de recomendaciones para acostumbrar a la mascota a viajar tranquila cuando el carro le genera estrés y evitar incomodidades a los pasajeros. Estos consejos no solo facilitan el intercambio con el animal, sino que evitan riesgos innecesarios que desemboquen en accidentes de tránsito.

La paciencia y la voluntad de enseñar antes que reprender son claves practicarlas siempre, especialmente cuando la familia no se desprende de su perro y lo llevan a sus actividades diarias y a los viajes largos en vehículos atestados de personas y maletas. Si la mascota no está acostumbrada a desplazamientos largos, conviene acostumbrarla, poco a poco, como recomienda la compañía.

Otras de las recomendaciones recurrentes alrededor de la presencia de mascotas en los vehículos tienen que ver con las temperaturas del habitáculo, de ahí que donde quiera que pregunte siempre le dirán que jamás deje un animal solo, no únicamente por el golpe de calor que pueda sufrir (un perro no es capaz de abrir una ventana), sino por el frío que llegue a sentir cuando baja la temperatura.

La cabina de un vehículo no es un termo que aísle el ambiente interior del exterior. Incluso para los humanos puede ser una tortura ingresar a una insolada o congelada, pues elementos como las carteras de las puertas, la consola frontal o el timón pueden llegar a calentarse más allá de lo tolerable por las manos. No en vano muchos vehículos incluyen hoy en sus fichas técnicas el encendido automático que permite accionar el motor remotamente con el fin de airear o calentar al habitáculo antes de ingresar, pero solo si previamente se ha dejado accionada la climatización para que actúe en uno u otro sentido.

No sobra decir que el maletero es el sitio menos indicado para llevar la mascota, aun si viaja en una jaula, pues la acción de los rayos del sol sobre la tapa del baúl, sumada al aire deficiente, puede generarle mucho estrés e incluso poner en riesgo su propia vida. El botiquín del vehículo debe incluir los elementos que indique el veterinario para cuidar la mascota durante viajes largos y, por supuesto, su comida y el tazón del agua al que está acostumbrado para las paradas.

El fenómeno de las mascotas y la industria a su alrededor están disparados en Colombia. En solo un año abrieron más de 1.220 compañías relacionadas con este sector, que les proporcionan a sus dueños todo tipo de alternativas de juguetes, alimentos, medicinas, artículos de belleza, juguetes, etc., y les generan un gasto mensual promedio de 147.000. A partir del 2026 se calcula en 6,1 billones de pesos anuales, según las cifras que se anexan a este informe.

En cuanto a la seguridad en los vehículos, s, autoridades y marcas no se han puesto aún en la tarea de proponer la manera de integrar de forma segura a las mascotas en la movilidad sobre ruedas. De hecho, el Código de Tránsito solo refiere que “en los vehículos de servicio público de pasajeros no deben llevarse objetos que puedan atentar la integridad física de los s; ni animales, salvo que se trate de perros lazarillos”.

Manuel Orduz - Jefe de redacción Revista Motor*