El soldado Jorge Meléndez León se repone de las graves heridas que sufrió en sus extremidades inferiores al caer en un campo minado, en medio de las labores de erradicación forzada, a finales de abril de este año.
Meléndez estaba con sus compañeros en zona rural de Sardinata, que hace parte de la región del Catatumbo, Norte de Santander –donde se ubica la mayor concentración de matas de coca en el país con más de 30.000 hectáreas– cuando fueron atacados por alguno de los cinco grupos que se disputan las finanzas del narcotráfico.
De hecho, este año han resultado heridos en medio de las labores de erradicación 12 integrantes de la Fuerza Pública (9 militares y 3 policías) y tres civiles que apoyan las tareas. Este año no se han reportado muertos en esta labor pero el año pasado fueron 16 personas las que perdieron la vida.
A esto se suma que los escuadrones de la Policía han enfrentado 50 bloqueos y 65 asonadas con el objetivo de impedir que los uniformados cumplan con el exterminio de los cultivos ilícitos, “muchas veces obligados por los narcos de cada región”, aseguró a este diario un oficial de la Policía.
La Fuerza Pública, en promedio, arranca al día 207 hectáreas sembradas con matas de coca en departamentos priorizados como Putumayo, Nariño, Antioquia, Guaviare y Bolívar.
Así se concluye del informe sobre erradicación forzada al que tuvo EL TIEMPO y que da cuenta de que, entre el primero de enero y el 5 de julio de 2021, los uniformados, con el apoyo de erradicadores civiles, han logrado afectar 38.144 hectáreas de narcocultivos, de una meta de 130.000 hectáreas para este 2021.
El Ejército ha erradicado 20.798 hectáreas. Por su parte, la Policía lleva 16.503 y la Armada 842 hectáreas.
La cifra se traduce en que se ha cumplido con un 29 por ciento de la meta, cuando debería ir en un 50 por ciento. “Sí, reconocemos que hay un atraso en la meta, pero esto se debe en un gran porcentaje, por ejemplo, en el caso de la Policía que tuvo que trasladar personal de las áreas de erradicación para apoyar los servicios en las ciudades donde se registraron graves afectaciones del orden público por los actos vandálicos en medio del paro, fueron cerca de dos meses”, aseguró el oficial.
En igual sentido se pronunció un funcionario del Ministerio de la Defensa que señaló que el Ejército también sacó personal de las zonas de erradicación para cumplir con la asistencia militar que anunció el presidente Iván Duque en las zonas más afectadas en su momento por el paro.
"Se tiene listo el plan de choque para entrar a repotenciar la erradicación”, aseguró el funcionario, quien señaló que consiste en volver a enviar a los uniformados a las zonas de erradicación como se ha venido haciendo en la última semana y destacó que, históricamente, los resultados de esta actividad se evidencian en “la tercera y cuarta fase de erradicación, que es la que se desarrolla después de junio, por lo que ya está lista para reactivarse la erradicación y cumplir, como lo vamos a hacer, con la meta de este año, las 130.000 hectáreas”, aseguró.
Colombia se mantiene como primer productor de cocaína del mundo de acuerdo con el Sistema de Monitoreo de Cultivos ilícitos (Simci) de la Onu: para 2020 se detectaron 143.000 hectáreas sembradas con matas de coca, con las que se podrían procesar 1.228 toneladas métricas del alcaloide.
Y aunque las cifras son distantes, en su informe anual la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de los EE. UU. (OND), de la Casa Blanca, ubicó 245.000 hectáreas de narcocultivos, con una capacidad de producción de 1.010 toneladas métricas.
En entrevista con EL TIEMPO, el representante en Colombia de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Pierre Lapaque, dijo que nuestro país produce el 70 por ciento de la cocaína que se consume en el mundo. Lo que contrasta con el hecho de que Colombia alcanzó el año pasado, según las autoridades, la incautación de 505 toneladas de cocaína, la cifra más alta en la historia del país.
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