Este 22 de septiembre, día en que se cumplían 11 años de la muerte en un operativo de la Fuerza Pública de Víctor Julio Suárez Rojas, alias 'Jorge Briceño' o 'Mono Jojoy' jefe guerrillero que sembró el terror en Meta, del ahora partido político Comunes, surgido tras la dejación de armas de Farc, le rindieron un polémico homenaje.
Mientras las Fuerzas Militares y las víctimas recuerdan a Jojoy como un sanguinario asesino, que retuvo como secuestrados a cientos de personas en su campamento Borugo, muchos de esos uniformados, la congresista de Comunes Sandra Ramírez, en una publicación de redes sociales, lo exaltó.
"Rendimos hoy homenaje a nuestro camarada y comandante Jorge Briceño, que murió un día como hoy en el 2010. Lo recordaremos siempre como un revolucionario incansable, disciplinado en la búsqueda de la Nueva Colombia", dijo Ramírez.
Más allá de esto, en el acto de homenaje, del partido Comunes lo definieron como un "comunista íntegro" que tenía "la combinación perfecta entre autoridad y ternura" y era un "ejemplo de fraternidad".
Pero además, en declaraciones a Blu Radio, la congresista Ramírez se refirió a las condiciones en las que permanecían los secuestrados de las Farc así: "Ellos tenían sus comodidades a medida de las condiciones, su camita, su cambuche, todo", dijo.
Esta no es, no obstante, la primera vez que declaraciones de líderes de los ex-Farc causan polémica.
En 2017, precisamente en otro homenaje por la muerte de Jojoy, el partido político surgido tras la desmovilización dijo que él fue un "defensor de los humildes", mientras lo homenajeaban en el cementerio donde se encuentran sus restos.
Más recientemente, en junio de este año, durante un encuentro de reconocimiento de responsabilidad de la Comisión de la Verdad, en el que estaban excomandantes de las Farc y víctimas de secuestro, líderes de la exguerrilla se mostraron renuentes a pedirles perdón a las víctimas de ese crimen.
Armando Acuña, una de las víctimas que estuvo en ese encuentro, le entregó al excomandante guerrillero Julián Gallo (Carlos Antonio Lozada), un ejemplar de revista y un libro que conservó durante su cautiverio, y al entregárselos, aseguró que los dos primeros exguerrilleros que hablaron –Abelardo Caicedo y Pedro Trujillo– en ningún momento pidieron perdón y que las víctimas esperaban escucharlo.
"Yo hubiera querido escuchar de ustedes que hubieran dicho perdón por esos secuestros, yo no lo escuché y yo quiero realmente escuchar perdón pero de corazón, yo no lo escuché", reiteró Acuña.
A lo que Lozada respondió: "Por supuesto que pedimos perdón, pero queremos que no sea algo impostado que salga aquí. Nosotros hemos pedido perdón muchas veces, por muchos actos. Aquí puedo pedirlo, no perdemos absolutamente nada, lo hemos solicitado en innumerables espacios, pero queremos que eso salga y brote del corazón, de lo profundo, en un momento en el que nazca, y no algo impostado para efectos de un registro en la prensa, por eso no lo hemos dicho aquí, porque este acto tenía otra connotación".
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