Enrique Ariza Rivas, el exdirector de inteligencia del desaparecido
DAS, hizo hasta lo imposible para evitar su deportación a Colombia.
A pesar de tener en su contra una condena a ocho años de cárcel por
interceptaciones ilegales y un juicio abierto por tortura agravada contra la periodista
Claudia Julieta Duque, se declaró un perseguido político del Gobierno colombiano.
El hombre llegó en el vuelo de deportados, que aterriza el último lunes de cada mes, y fue el primero de los 61 expulsados por Estados Unidos en bajarse del avión de la empresa Swift Air.
Exmilitar y experto en labores de inteligencia, logró evadir desde 2013 la primera orden de captura que se expidió en su contra. Para ello, inició un proceso de
asilo político en el estado de la Florida, bajo el argumento de que si volvía a Colombia iba a ser asesinado.
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No obstante, CTI y agentes del ICE desataron un operativo para que la justicia de Estados Unidos se enterara de que el supuesto perseguido político no solo interceptó ilegalmente a magistrados y congresistas, sino que
además torturó psicológicamente durante tres años a la periodista investigativa Claudia Julieta Duque y a su pequeña hija.En efecto, cuando Duque empezó a revelar información sobre el desvío de la investigación por el crimen de Jaime Garzón, se desató una persecución en su contra. Incluso, se encontró un instructivo donde salen los datos de Duque y se incluye un guion para amenazarla de muerte a ella y a su pequeña. La periodista, quien tuvo que exiliarse, denunció además seguimientos e intimidaciones.
Es más, en el 2014, con apoyo de la ONG de derechos humanos Peace Brigade International (PBI), puso su caso en conocimiento del Human Rights Violators and War Crimes Unit (HRVWCU), unidad del ICE, que ya conocía el caso.
Tras conocer el perfil de Ariza y ante el peligro de que lograra el asilo, se empezó a trabajar en una orden de captura con fines de extradición.
“Ariza tenía circular roja de la Interpol, pero eso no es suficiente en Estados Unidos para expulsarlo”, le explicó a EL TIEMPO un investigador.
El 30 de marzo de 2016 fue capturado y llevado a un centro de detención migratorio, en donde sus abogados siguieron insistiendo en el asilo. Incluso, le faltaron dos audiencias para lograr el amparo, pero un juez le negó ese privilegio con base en la información que había llegado desde Colombia.
Ariza enfrentará ahora una condena de ocho años, dictada por la Corte Suprema en octubre de 2016, y un proceso por tortura agravada que se le adelanta en el Juzgado Segundo Penal Especializado de Bogotá.
Claudia Julieta Duque le dijo a EL TIEMPO que la deportación de Ariza “es un avance enorme, después de muchos años de lucha; es una lección para la justicia colombiana y las autoridades que no han sido capaces de capturar a dos personas en mi proceso. Si las víctimas no participan en la búsqueda de la justicia, difícilmente avanza”.
Ariza se graduó como subteniente del Ejército en 1987. En julio de 2001 ingresó al DAS, donde fue coordinador del Grupo de Inteligencia Interior de la subdirección de Análisis, subdirector de Análisis y director de Inteligencia desde septiembre de 2004 hasta su retiro en octubre de 2005.
En el caso de Duque, dos exfuncionarios del DAS permanecen prófugos: el exjefe de Contrainteligencia, Rodolfo Medina Alemán, y el exjefe de Inteligencia, Giancarlo Auqué.
UNIDAD INVESTIGATIVA