Textiles, punta del iceberg del millonario negocio del contrabando que apunta a supuestos zares

En sus distintos periodos presidenciales, tanto Gustavo Petro como Iván Duque han denunciado quiénes serían las cabezas de las redes del contrabando que han afectado al comercio nacional e internacional, siendo el más reciente Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo, detenido en Portugal y a la espera de que se resuelva su extradición, trámite para el cual contrató a penalistas como el exfiscal general Mario Iguarán.

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El mensaje más reciente de Petro sobre 'Papá Pitufo' se dio el martes durante la transmisión de mando del nuevo director de la Policía, el general Carlos Triana. "Ha gozado de total impunidad en Colombia (...) La fiscal general debe reaccionar ante estos hechos”, dijo el jefe de Gobierno.

A Marín -quien tiene como abogado al penalista Edgar Villamil- la Fiscalía lo sindica de ser el 'zar' del contrabando en los puertos de Cartagena y Barranquilla, donde presuntamente a través de sus socios Ricardo Orozco Baeza, alias El Bendecido; y Juan Francisco Solano, alias Pacho, controlaría los cargamentos de mercancía a los que la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) no les hace el respectivo seguimiento debido a que tendrían comprados a varios uniformados.

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En las audiencias contra Marín y sus socios, la Fiscalía ha destapado que las millonarias coimas -que ascienden a 900 millones de pesos documentados en grabaciones- se deben a que se habría dejado pasar contenedores que tenían zapatos y textiles, artículos que tienen una larga historia con el contrabando. 

Un informe de la Dian llamado Panorama del Contrabando en Colombia, contiene que en promedio aproximadamente el 20 por ciento del valor de los textiles que entraron al país entre 2018 y 2022 son contrabandeados. "En 2022, ingresaron a Colombia textiles por $ 2.788 millones de dólares, de los cuales $ 672 millones tuvieron irregularidades en el proceso", dice el documento.

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Si se va más atrás, el historial es que en 2018 hubo 703 millones de dólares en textiles que levantaron alguna sospecha en la autoridad aduanera; en 2019 hubo 608 millones; en 2020 hubo 507 y en 2021 hubo 609. "El contrabando técnico por subfacturación es la modalidad con mayor incidencia en textiles, con más del 90 %. En promedio, entre 2018 y 2022, hubo una subfacturación anual de $ 600 millones de dólares en este sector. 2018 y 2022 fueron los años con los mayores niveles en esta modalidad: $ 654 y $ 642 millones de dólares respectivamente", se añade en el informe.

Los países de los que en 2022 más llegaron textiles de manera irregular son China, Panamá -de donde traería mercancía la red de 'Papá Pitufo-, Estados Unidos, India y Vietnam.

El 5 de marzo de 2019, el entonces presidente Iván Duque dijo que se le había "dado el golpe más duro, de los últimos años al contrabando de textiles en Colombia", frase parecida a las que ha usado el presidente Petro, la Policía y la Fiscalía para mencionar a 'Papá Pitufo'. 

Duque se refería a la captura de Salim Ricardo Yamhure Daccare, conocido como el zar de ese negocio ilegal, quien junto con su hermano Alfredo Yamhure tiene un proceso penal en curso.

Los sospechosos negocios de esa familia barranquillera dejaron una pérdida en el sector textil que ascendió a los 531.000 millones de pesos. Y es que según la acusación de la Fiscalía, harían parte de una red de contrabando que importó cerca de 19 toneladas de telas desde China para procesarlas y convertirlas en productos refinados. 

La defensa de esa familia la tiene el abogado Juan Pablo Quintero, quien tiene experiencia en ese tipo de temas al llevar casos similares. De hecho, es también quien está al frente de la defensa de los dueños de Tierra Santa, marca de almacenes de ropa ampliamente conocidos en Colombia y que estuvieron en el ojo del huracán porque sus socios estarían operando con contrabando. 

Otro de los hombres señalados de dedicarse a este lucrativo negocio -que casi siempre se combina con el lavado de activos- es Francisco Oriel Duque Zuluaga, el famoso 'zar de la mercancía china'. Sus productos se comercializaban en las inmediaciones del San Andresito de San José, en Bogotá. Sin embargo, su emporio empezó a decaer cuando la Fiscalía en julio de 2019 le incautó con medidas cautelares 94 bienes.

Por el momento, en cuanto a Diego Marín Buitrago, la Fiscalía no ha anunciado procesos de extinción de dominio, aunque la semana pasada inspeccionaron su casa en Guaymaral para recoger evidencia dentro del proceso penal que enfrenta por delitos como cohecho por dar u ofrecer.

Carlos López - Justicia - @CarlosL49 - [email protected]