Este viernes continúa la audiencia de preclusión en el caso contra el expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez ante el juzgado 28 penal del circuito de Bogotá.
Jaime Granados, su abogado principal en este caso, sigue exponiendo los argumentos por los cuales, para la defensa, es necesario precluir, tal como pidió la Fiscalía, la investigación a Uribe por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal.
Granados manifestó que desde el comienzo se construyó una "imputación elástica" que iba a generar una indefensión del procesado, y que ese tipo de imputación en realidad es una negación de imputación.
Criticó así mismo el hecho de que se considerara que la indagatorio que había rendido Uribe ante la Corte Suprema de Justicia, en donde comenzó este caso antes de su renuncia al Senado, fuera una imputación.
"Es paradógico, si miramos la indagatoria esta no es más que un interrogatorio, una indagatoria no es una audiencia de imputación; un interrogatorio refleja lo que pregunta un instructor y el testimonio que rinde el indagado, hay una dificultad de extraer de unas preguntas una claridad de una imputación. Habría que tener telepatía para saber qué hay en la mente del magistrado cuando formula una pregutna. Adivinando en 7 horas y media qué era lo que se le censuraba a Álvaro Uribe Vélez", señaló.
Citó del mismo modo que hay una incongruencia pues en el auto de la Corte Suprema que definió la situación jurídica de Uribe se extrajeron una serie de los episodios reprochados a Uribe y la Corte determinó que no había elementos que permitieran juicios graves de responsabilidad.
Granados se refirió del mismo modo a incongruencias entre los testimonios presentados en la audiencia, que hablan de reuniones entre esos testigos.
También habló de una interceptación a una comunicación entre Álvaro Uribe y uno de sus abogados, Jaime Lombana, lo cual, dijo, no solo fue ilegal sino que fue distorsionado.
"Aquí se ha pretendido cuestionar por parte de las alegadas víctimas a la Fiscalía por la petición de preclusión, poniendo en duda su imparcialidad y profundidad de su trabajo; pero las recusaciones temerarias contra el fiscal Jaimes fueron rechazadas por la Corte Suprema de Justicia. El proceso penal no se puede hacer simplemente por la voluntad de las partes, este no es un proceso político", dijo Granados.
Igualmente señaló que el expresidente Uribe no tenía comunicación con personas privadas de la libertad, ni influido en el traslado de internos, no ofrecido beneficios a ninguna persona para declarar en ningún sentido.
Granados señaló que el expresidente no tenía conocimiento de lo que hacía Enrique Pardo Hasche, compañero del testigo Juan Guillermo Monsalve en La Picota, pues no lo conocía y por tanto no tenía o con él.
"Le ruego le solicito que recuerde que nunca como ahora ha necesitado la República el tino, la gravedad, el saber y la prudencia de los jueces", añadió.
A su turno el abogado Jaime Lombana insistió que Uribe no buscó a Diego Cadena, no lo conocía y nunca le dio instrucciones para incurrir en irregularidades.
El próximo 18 de marzo intervendrá el expresidente Uribe.