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Noticia
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El 'rito de iniciación' con trago e incendio que llevó a sanción a mayor del Ejército
Procuraduría concluyó que el militar organizó una cuestionable bienvenida a dos subtenientes.
La famosa práctica de 'rito de iniciación' que se ve en el Ejército Nacional al darle la bienvenida a alguien, llevó a la Procuraduría a determinar una sanción disciplinaria en contra de un militar que propició este tipo de actos con dos subtenientes en el año 2021, en la ciudad de Valledupar.
Para esa época, el mayor Mario Alberto Zambrano, el sancionado con 30 días por fuera del cargo, era el segundo comandante del batallón ubicado en la capital del Cesar, estuvo en la "bienvenida" llamada "trago amargo", que se les hizo a dos mujeres subtenientes.
En un fallo de primera instancia compuesto por 82 páginas y conocido por EL TIEMPO, la Procuraduría destapó todas las etapas en las que el mayor estuvo presente y omitió tomar acciones para prevenir que las mujeres, por ejemplo, fueran "llevadas a la base de guardia y las encerraron en una habitación y les lanzaron una granada de humo, incendiándose un colchón".
Finalmente, en el rito tomaron bebidas alcohólicas con pimienta y ají que las llevaron a embriagarse, supuestamente con la finalidad de que en el recipiente encontraran estrellas alusivas a su cargo.
Eso, para marzo de 2021 en dicho batallón, era la bienvenida que sus compañeros les hacían a las mujeres, quienes tras el incendio fueron finalmente auxiliadas por soldados y el comandante de guardia. En la queja que puso un anónimo al ente de control se leyó que incluso de todo eso había videos, y que la esposa del brigadier general Caro Gutiérrez, quien comandaba la Décima Brigada para la época, le hizo una observación al hoy mayor sancionado frente a lo que estaba pasando.
Valledupar, donde queda el batallón donde pasaron los hechos. Foto:alcaldía de Valledupar
La queja se convirtió en una indagación preliminar en la Procuraduría, que llamó a juicio en diciembre de 2022 a Mario Alberto Sierra, y que empezó audiencias de lectura el año pasado del cargo establecido. En ese momento, se lo señaló de ser quien organizó y realizó la bienvenida a varias personal, entre ellas las subtenientes, prácticas que violaron normas de conducta en relación con los subalternos; así como las normas que hablan de que a los soldados toca ponerlos libre de situaciones como estas.
En síntesis, el mayor no tomó acciones para garantizar ese 13 de marzo la integridad de las dos mujeres.
El debate probatorio
En junio de 2023, el mayor Sierra dijo a través de su defensa que él no organizó la bienvenida, sino que fueron tras personas. Y que como comandante encargado "se dio el visto bueno para el desarrollo de la actividad bajo la orden de mantener el orden militar". De hecho, adjuntó que él no estuvo en el cuestionado evento, sino que llegó cuando ya se estaba intentando apagar el colchón; y que este episodio fue motivo para que al mayor no lo llamaran al curso de ascenso.
La Procuraduría hizo un análisis de los tres momentos de ese día: el cruce de la piscina que tuvieron que hacer las subtenientes portando el uniforme, para buscar un sable como elemento constitucional. El otro momento fue cuando les encerraron en la habitación, y por último estuvo el licor con pimienta y ají que les dieron.
Margarita Cabello, procuradora general Foto:Procuraduría
Para eso escucharon a varios militares de ese batallón. Uno de ellos contestó que "el mayor Sierra Zambrano estuvo desde la coordinación de todo, pero él estaba en una reunión, por lo que se dio inicio a la actividad y teníamos o telefónico para la coordinación y posteriormente llegó en otra parte de la actividad".
Un teniente coronel, por su parte, dijo que el sancionado lo llamó el 12 de marzo para invitarlo a que el otro día fuera a la famosa bienvenida al personal nuevo.
Una de las víctimas indicó que en efecto el sancionado la invitó a la bienvenida; mientra que una oficial encargada de preparar el trago amargo añadió que le reunión para preparar el rito de iniciación fue entre varias personas, incluida ella y el sancionado mayor.
Las conclusiones
"Este despacho anotó que esta granada de humo era un elemento que se utilizó en un recinto cerrado, por lo que se generó un incendio, quizás no en las magnitudes que se señaló en la queja, el solo fuego, generó una situación de riesgo, frente a la institución y especialmente a la misma unidad militar, en la cual se señala que se debe atender o entre su deber tener a cargo o evitar situaciones que pongan en peligro la integridad física y la disciplina".
Esa fue una de las conclusiones a las que llegó la Procuraduría, que indicó que al momento de tomar las bebidas con ají y pimienta, las subtenientes tenían que sacar unas estrellas distintivas del cargo que ocupaban.
Por otro lado, que el rito no estaba avalado por un superior del mayor Mario Alberto Sierra, quien no estuvo en los eventos señalados, pero que con su organización incurrió en conductas contrarias a la disciplina militar.
Así las cosas, "se encuentra responsable disciplinariamente al investigado por no tomar acciones, cuando fuere razonablemente posible, para prevenir y no realizar actividades". Como el mayor se retiró del Ejército, su sanción pasó a ser 30 días de salario que devengaba para ese momento, correspondiendo a casi tres millones de pesos.