'Eso no es democrático, es totalitarismo puro': magistrado Lara por comentario de Petro sobre elección de jueces por voto popular

El magistrado Hermens Lara, integrante de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá y presidente de la Corporación de Jueces y Magistrados de Colombia, se pronunció ante el comentario del presidente Gustavo Petro de nombrar a jueces a través del voto popular. 

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Al momento de posesionar a la magistrada del Consejo de Estado Elizabeth Becerra en la Casa de Nariño, el primer mandatario dijo el lunes que "a veces no se quiere escuchar el voto popular", y a renglón seguido dijo que "México lo ha sentido tanto que ya lo propuso, la elección popular de jueces. No sé si es el mejor camino, pero no surge de la nada. América Latina está viendo, a lo largo y ancho de su espacio continental, que los deseos de cambio del pueblo no son seguidos por las doctrinas jurídicas, las cuales deben fluir con la vida. Las instituciones no son estáticas".

En diálogo con EL TIEMPO, el magistrado Lara dijo que una idea como esas en el país afectaría la independencia judicial, pues el poder quedaría en manos de "políticos avezados" que harían lo que les diga el gobernante de turno.

Como está sucediendo en México, como lo plantea el señor presidente Petro, ellos requieren para su libre manejo de gobierno sin ninguna clase de cortapisa ni control, poderes judiciales sumisos a sus ideas y órdenes. Recuerdo que ese es uno de los temas que el expresidente Manuel López Obrador hablaba con su amigo, un ministro, y decían que ellos llaman al juez para que les arregle tal cosa, y él con mucho gusto hace lo que le están diciendo. Eso es lo que pretenden personas que ejercen el poder político, y que quieren democracias "formales", no constitucionales.

Sí, controlar no solo el poder jurídico sino absolutamente todo. La reforma constitucional del expresidente Chávez iba por esa vía, la reforma de Bukele va por esa vía, la de México también. Esto significa tener las manos desatadas para lo divino y lo humano, que absolutamente nadie los controle, y eso no es una democracia. El nacionalsocialismo llegó como una democracia y miren en lo que convirtió a la Alemania de esa época.

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El origen de los jueces en una democracia es muy importante porque, por ejemplo en Colombia por las acciones constitucionales como la tutela, las personas tienen jueces que le pueden ordenar al mismo Gobierno determinadas conductas, por ejemplo cuando le desconocen las pensiones, la salud, la educación, muchos de los derechos de la gente. Las tutelas van contra los gobiernos, los estados, entonces es una forma de defender a las personas.

Mire con esa perspectiva todo lo que ha pasado en Venezuela con el Tribunal Supremo de Justicia, que absolutamente todo va de la mano de lo que quiere el presidente Maduro, y lo que se pretende en México es que no haya jueces que controlen el poder, y que de buena o mala fe no haya nadie que le controle absolutamente nada al presidente desde la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos.

El juez de nuestras democracias, por lo menos en Latinoamérica y Colombia, es independiente y autónomo, por eso el Consejo de Estado y la Corte Suprema hacen lo que les corresponde, y la Corte Constitucional es la guardiana de la Constitución y derechos fundamentales que están inmersos. Y así todos y cada uno de los jueces hacemos ese ejercicio.

No es en vano que hoy por hoy los jueces de El Salvador, Nicaragua, Venezuela y los que van a haber en México solamente atiendan al partido político que está en el poder.

Miremos la filtración de dineros de mal origen en las campañas políticas que ha permeado nuestra democracia desde hace años, y eso genera la posibilidad de que bien sea los grupos fuertes desde el punto de vista de opinión, económicos, financieros o de delincuencia, pongan sus propios jueces. Imaginémonos muchas zonas del país, inclusive Bogotá, que están dominadas por determinada clase de delincuencia que no podemos negar. Y los jueces van a estar haciendo caso porque fueron elegidos democráticamente por un partido político, o quienes lo financian le van a exigir resultados, eso sería inconcebible para una democracia. Creo que es muy peligroso para Colombia que le haga caso a alguna clase de señalamiento del Presidente, eso no es democrático, eso es totalitarismo puro.

Como jueces de carrera que hay en Colombia y garantes de la independencia judicial, tomamos las decisiones con los errores que se cometen normalmente en cualquier decisión humana, pero no permeados a esos ejemplos malos de algunos funcionarios que han torcido la función judicial. Pero en este caso, en la mayoría sino casi todos los jueces, uno de los mayores problemas que se va a presentar es ese, nosotros no nacimos para la política, no sabemos hacerla. A esos cargos llegarían los más avezados políticos y serían fungidos como jueces personas que no saben diferenciar ni aplicar el derecho como se tiene que hacer en un Estado de derecho como Colombia.

De tal manera que esas versiones del Presidente de que no lo están dejando gobernar me parecen que son la forma más facilista de decirle al país la incapacidad de un gobierno para hacer lo que le corresponde, porque le echa la culpa a quienes son los garantes de la ley, de la Constitución y de los derechos fundamentales como lo son el cuerpo de jueces desde la región más recóndita a las altas cortes.

El llamado que desde la Corporación de Jueces y Magistrados le hacemos no al Congreso sino al mismo Gobierno y a todas las fuerzas vivas del país, es a que defendamos lo que la Constitución del 91 nos ha permitido. Eso es muy importante porque esas reformas judiciales que se traen bien por asamblea nacional constituyente, bien fuera de la misma Constitución como se pretende proyectar el tema o mediante mecanismos de las manifestaciones públicas exacerbadas lo que nos lleva es precisamente a todo lo contrario, a que no tengamos un Estado de derecho en el que hayan autoridades que nos defiendan, por el contrario habrá autoridades que solo van a defender al gobierno de turno, y no tendremos jueces para que a usted, ciudadano o ciudadana, le garanticen sus derechos, porque si está en la mira del partido político que está en el poder, los policías, jueces, ministros, todo, están a órdenes de una ideología y eso no es democracia. No se dejen llevar por esos cantos de sirena que lo único que hacen es llevar destrucción. Podemos hacer muchas cosas, pero dentro de la Constitución.

Hay que evitar un tema al que este Gobierno no le ha puesto cuidado, la corrupción política, la gente está cansada de eso. Más bien que se pongan al frente de una campaña anticorrupción para que la istración pública haga lo que tiene que hacer, que los dineros lleguen adonde tienen que llegar. Pero dese cuenta que no nos interesa, queremos es el poder exacerbado para hacer lo que queramos. Eso es totalitarismo, esas son dictaduras blandas.

Carlos López - Redacción Justicia - @CarlosL49 - [email protected]