Capitán fue asesinado solo por el hecho de ser policía: Fiscalía

Los tres capturados por el hecho no aceptaron los cargos imputados.

La audiencia se adelanta en los juzgados de Soacha. Foto: EL TIEMPO

07.05.2021 10:06 Actualizado: 07.05.2021 14:36

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La Fiscalía imputó cargos a tres personas vinculadas a la investigación por el homicidio del capitán Jesús Alberto Solano Beltrán, jefe de la Unidad de Investigación de Soacha.

Se trata de Michel Estiven Vélez Mesa, Jesús Antonio Castillo y Juan Sebastián Vélez Mesa, quienes responden por los delitos de homicidio agravado, hurto calificado y agravado, y porte ilegal de armas de fuego.

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Las tres personas capturadas no aceptaron los cargos imputados y se irán a juicio.

El capitán Solano Beltrán falleció el 2 de mayo, tras permanecer cuatro días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de la Policía, donde fue trasladado luego de recibir cinco heridas con arma cortopunzante.

El oficial fue atacado por un grupo de personas, en medio de un procedimiento contra un grupo que estaba perpetrando varios robos en una zona comercial del municipio.

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El fiscal del caso señaló que el uniformado alcanzó a correr 950 metros y era seguido por más de 30 personas. Dijo que fue derribado por uno de los capturados y desde el suelo alcanzó a disparar contra uno de los atacantes.

"Fue golpeado en el suelo, le propinaron seis heridas con arma blanca, además de golpes con piedras y patadas", relató el representante de la Fiscalía.

Dijo que el propósito de los capturados era acabar con la vida del oficial solo por el hecho de ser policía, pues no había otro motivo diferente a estar portando un chaleco de la institución.

Añadió que fue atacado de forma fría y excesiva luego de ser tumbado por Juan Sebastián "y ya en el piso fue golpeado sin piedad".

Sostuvo que luego le robaron su arma de dotación, su celular, el radio de comunicaciones y otros elementos personales.

Cuestionó que el uniformado estaba en estado de indefensión y fue atacado por más de 20 personas que intentaban ocultar su identidad.

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La Fiscalía dijo que cuenta con dos testigos que presenciaron los hechos y que ubican en la escena del crimen a los capturados. Y la declaración de un testigo que señala que uno de los capturados en una charla por teléfono pidió que le borraran todas sus redes y pedía perdón.

En los allanamientos, dijo la Fiscalía, se incautó ropa con sangre, vainillas de un arma oficial y los documentos del uniformado.