Homicidios: dos de cada 10 casos están asociados a actos de intolerancia

Cristian, de 24 años, nació en Bogotá y se trasladó a Cartagena en búsqueda de un mejor futuro. A principios de este año logró ubicarse en Playa Blanca, en Barú, donde trabajaba en un restaurante sobre la playa.

Cristian le pidió prestado (10 de enero) un encendedor a un adolescente de 16 años que laboraba en ese sector. Ese mismo día, al caer la tarde, el menor de edad le propinó varias heridas a Cristian con un arma blanca y acabó con su vida.

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De acuerdo con los testigos, el adolescente, en un acto de ira e intolerancia, lo asesinó porque Cristian extravió el encendedor. Los jóvenes sostuvieron momentos antes una pelea que de lo verbal pasó a lo físico.

El 3 de febrero, en Bucaramanga, Santander, se conoció de la muerte de una adolescente de 16 años que recibió dos heridas con arma blanca en el pecho, y aunque llegó con vida a un centro médico, no lograron salvarla. Su agresora fue otra menor de 16 años, amiga, con quien, al parecer, se enfrascó en una pelea por unas fotos que subieron en redes sociales; el detonante habría sido el número de seguidores o clics que lograron por las imágenes.

Estos son dos de los 206 homicidios registrados, entre el 1.º de enero y el 7 de febrero del 2023, por hechos que son calificados como de intolerancia. El año pasado en igual periodo se reportaron 184 muertes, lo que equivale a un incremento del 10 por ciento.

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Y si se va mas atrás, el problema de la intolerancia sigue presente en la muerte de cientos de personas. En 2021, la Policía Nacional registró el homicidio de 13.770 ciudadanos en todo el país. De estas muertes, 2.768, el 20 por ciento, estuvieron relacionadas con hechos de intolerancia que en la gran mayoría de los casos involucra a familiares, conocidos y el consumo de bebidas embriagantes.

El año pasado se reportaron 13.552 muertes violentas en el país, de ellas, el 19 por ciento (2.639) estuvo relacionado con hechos de intolerancia.

En algunas ciudades, los casos han cedido un poco, según el reporte de las autoridades. La Policía Metropolitana de Bogotá reportó en 2021 la muerte de 810 personas en medio de hechos de intolerancia, el año pasado fueron 563, lo que equivale a una reducción del 30 por ciento. Y en la Policía Metropolitana de Cali se registra una reducción del 20 por ciento, al pasar de 247 muertes por intolerancia en 2021 a 198 en 2022. En Barranquilla se registró una reducción del 10 por ciento, al pasar de 79 homicidios en 2021 a 71 en 2022.

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Otra es la situación en la Policía Metropolitana de Medellín, que reporta un incremento del seis por ciento, al pasar de 125 homicidios en medio de riñas en 2021 a 133 el año pasado. Según la Policía, la mayoría de muertes de mujeres en medio de riñas se cataloga bajo la modalidad de “entre compañeros permanentes”.

Otro hecho que genera preocupación en el informe conocido por EL TIEMPO es la muerte de personas en medio de peleas o riñas entre familiares. En 2021 se reportaron 11 muertos por disputas entre hermanos, y 14 en 2022. Entre hijos y padres se reportaron ocho muertes en 2021 y cinco en 2022.

El 11 de enero de este año, una mujer de 59 años fue asesinada por su hijo, de 25 años, en medio de una pelea, en hechos reportados en San Martín, Meta. Todo indica que el hombre la agredió con un arma blanca porque la señora se negó a darle dinero. El victimario, al parecer, era consumidor de droga.

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En los estudios de la Policía se señala que históricamente las fechas especiales como el Día de la Madre, cuando se reúnen las familias, marcan el mayor número de muertes en medio de riñas y hechos de intolerancia, entre otros, por “la ingesta de bebidas embriagantes”.

El año pasado se registraron 45 muertes violentas en medio de la celebración del Día de la Madre, lo que representó una reducción del 26 por ciento con respecto a la misma fecha del 2021, cuando se reportaron 61 homicidios.

En el documento conocido por este diario, nombrado ‘Estrategia de la Policía Nacional para mitigar la intolerancia’, se indica que el problema social de violencia interpersonal (física, psicológica, sexual y patrimonial) está directamente relacionado con “el consumo de bebidas embriagantes, discusiones, venganzas, problemas pasionales y familiares”.

Y por eso, en la mayoría de los casos de violencia interpersonal, el agresor ha sido una persona cercana o conocida, desde un vecino, amigo, cliente y/o familiar.

La Policía ha diseñado estrategias de seguridad ciudadana, planes preventivos y disuasivos con el fin de concientizar a los ciudadanos en la importancia del diálogo, para evitar discusiones que terminan en riñas y hechos trágicos.

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En esa línea, en 2022 se dio la captura de 10.796 personas, en promedio, 29 diarias, por delitos asociados a la riña (lesiones personales, tentativa de homicidio, violencia intrafamiliar) y en 2021 fueron 9.817 las capturas, lo que para la Policía se traduce en “un resultado importante porque se convirtieron en 979 vidas que se salvaron y que se pudieron haber convertido en homicidio intencional”.

Una de esas estrategias es el ‘Plan cazador, plan desarme’, que se concentra en la incautación de armas y elementos cortopunzantes; el año pasado se incautaron 41.631 armas blancas y 750 armas neumáticas de aire, lo que se traduce en 32 armas diarias decomisadas.

Jorge Nieto, experto en temas de seguridad ciudadana de la Universidad Central, dijo que entre 2022 y lo corrido del 2023, de cada 10 muertes en Bogotá cuatro están asociadas a riñas. “El tema de riñas, que equivale al 72 por ciento, está ligado a personas conocidas, familiares o amigos”, señaló Nieto, quien añadió que las riñas tienen una dinámica diferente a las lesiones personales, y pueden escalar al homicidio.

Para el experto, no hay que dejar sola a la Policía, “que puede desactivar riñas en términos de violencia. Toda riña tuvo un paso previo que generalmente es verbal o de tipo económico o familiar en el que deben mediar otras autoridades como las comisarías de familia, el inspector de policía, gestores de convivencia y las unidades de conciliación y mediación”.

Para Nieto, esos puntos deben ser fortalecidos y avala la labor que viene adelantando la Policía en los Centros de Conciliación, al señalar que las alcaldías y gobernaciones deberían tener personal dedicado a la mediación en la comunidad frente a problemas comunes como el ruido, mascotas, consumo de licor y otros temas que generen conflicto. “Todo policía que yo desgaste en el tema de convivencia, es un policía menos contra la criminalidad”, puntualizó.

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En esa línea se pronunció Hugo Acero, experto en temas de seguridad, quien señaló que la Policía interviene en este tipo de situaciones, pero dijo que no “todos los ciudadanos acuden a esta instancia o aceptan a la policía como mediadora”.

Señaló que tan solo en Bogotá se encuentran 12 Unidades de Mediación y Conciliación, y destacó que las cámaras de comercio, en las diferentes regiones han venido conciliando. Al igual que los consultorios jurídicos de las universidades, que se han transformado en centros de mediación y conciliación, los cuales considera muy importantes porque “con los temas de pandemia y después de la misma se hicieron evidentes procesos muy fuertes de intolerancia y de aislamiento que llevaron a problemas de salud mental”, afirmó Acero.

De acuerdo con la Policía, los centros de conciliación tienen como propósito facilitar el a la justicia, generar condiciones aptas para el diálogo y la convivencia pacífica, y servir como instrumento para la construcción de paz y de tejido social.

Este año, la Policía ha atendido 2.461 casos de conciliación extrajudicial en derecho, lo que representa un promedio diario de 79 requerimientos, aproximadamente cuatro casos atendidos cada hora.

Problemas de pareja o exparejas llevan a enfrentamientos que pueden terminar en riñas y en homicidio, de allí la importancia de encontrar un punto medio. Por ejemplo, este 2023, los uniformados han atendido 333 casos relacionados con temas de familia, de los cuales 300 han sido para regular la cuota alimentaria de menores de edad, lo que equivale al 97 por ciento, y tres por ciento han sido para regular la cuota alimentaria de adultos mayores.

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De igual forma, han mediado en 809 casos relacionados con la convivencia, que por lo general involucran a comunidades y vecinos, referentes a la perturbación a la tranquilidad (ruido), riñas y conflictos vecinales, entre otros.

A los diferentes Centros de Conciliación de la Policía Nacional han acudido 1.378 mujeres, lo que equivale al 56 por ciento, y 1.083 hombres. El promedio de edad de hombres y mujeres atendidos se encuentra entre los 28 y los 44 años.

Para la Policía, cada persona que acude a buscar la mediación de un tercero en estos centros, por el no pago del arriendo, por el exceso de ruido, de cierta forma está contribuyendo a salvar una vida.

ALICIA LILIANA MÉNDEZ

Subeditora de Justicia