Juan Martín Lozano Sánchez -quien según la defensa de Luis Javier Rojas Morera es el dueño de los 614 millones de pesos que estaban en el carro del Congreso que este conducía de manera irregular el 4 de abril de 2016, cuando fue detenido- se presenta como un empresario y comerciante de terrenos.
Lozano Sánchez, de 67 años, acaba de declarar ante el juzgado sexto del circuito especializado de Bogotá, que lleva el caso del hijo de la exgerente financiera del Congreso de la República, Magdalena Morera.
En ese despacho, Lozano aseguró que se dedica a los negocios relacionados con finca raíz desde el año 2000, y desde el 2006 tiene una empresa unipersonal conocida como Confidencial Group, que solo utiliza cuando los socios con quienes trabaja lo requieren.
En sus negocios, se dedica a viajar por el país y detectar predios que estén en capacidad de desarrollo, mejorarlos si es necesario e identificar a inversionistas.
Según el testigo, el dinero que fue encontrado, en dos maletas, dentro un carro que pertenecía al Congreso de la República, mientras se desplazaba por el norte de la ciudad, provenía de sus actividades comerciales.
Entre 350 y 370 millones de pesos le habrían sido entregados por la empresa Promotora La Florida y alrededor de 400 millones por Coinverandes. Él pagó unas cuentas y el restante fue lo que se encontró en manos de Rojas Morera.
Promotora la Florida fue una asociación entre Lozano Sánchez y dos socios más, quienes se agruparon para comprar unos terrenos en el municipio de Melgar, en el Tolima y realizar un club, que vendía acciones y llegó a tener 6.000 afiliados.
Pero, por ciertos inconvenientes entre los socios, él se retiró, y la parte de sus acciones se la han regresado por partes, periódicamente, incluso aún existe un saldo que le deben. Tiempo después, el club desapareció y en su lugar, hoy se están construyendo 600 apartamentos.
En cuando a la segunda organización conocida como Coinverandes, Lozano Sánchez dijo que pertenece a Cesar Augusto Ávila. El testigo habría asesorado a Ávila sobre un terreno, y de ahí obtuvo otra suma de dinero.
Meses antes de que Rojas Morera fuera detenido, el empresario, quien vivía cerca de la Avenida Boyacá, decidió mudarse a un apartamento en el barrio La Castellana, pero dudó de la seguridad del lugar y temió llevar el dinero que guardaba en su anterior residencia allí, por lo que le pidió a la familia de Javier Rojas Morera que lo guardara mientras se acomodaba al nuevo lugar.
También, recalcó que prefiere guardar el dinero en efectivo dentro de su casa, por eso realiza sus negocios así y cuando le pagan en cheque él los reclama y los mantiene en su vivienda.
"Nos conocemos hace más de 20 años y es gente respetable y honesta", dijo Lozano Sánchez refiriéndose a la familia Rojas Morera y agregó que en varias ocasiones Luis Javier le ha guardado dinero, además de otras personas de confianza. De hecho, dijo que un conocido era quien solía hacerle esos favores, pero él se encontraba en Chile para ese momento y no le fue posible.
"Yo no tengo miedo por los dineros porque están representados en un título y sabemos que los vamos a recupera
El dinero habría sido entregado en dos partes, una en noviembre y la otra el 2 de diciembre de 2015. Según su testimonio, para cuándo se acopló al nuevo lugar y se sintió seguro quiso tener su dinero, por lo que le pidió a Rojas Morera que se lo regresara, pero no le especificó cuándo.
El 4 de abril de 2016, día en que el joven decidió entregar el dinero, se dirigió al apartamento de Lozano en La Castellana, del cual tenía la llave. Sin embargo, a cinco cuadras del lugar fue detenido con los 614 millones de pesos, por uniformados del Ejército Nacional.
El empresario, quien se encontraba realizando un negocio, escuchó la noticia por radio y luego la confirmó por televisión, entonces se intentó comunicar con el acusado, pero su celular estaba apagado.
Fue hasta el día siguiente cuando el padre del joven le confirmó lo ocurrido. Tras la detención, la Fiscalía le imputó los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y cohecho por dar u ofrecer.
El testigo de la defensa, aseguró que tiene como comprobar que ese dinero es de él y que presentó un informe patrimonial el 29 de noviembre de 2016 con los soportes de los negocios que realizó y el dinero que le pagaron, dónde se justifica todo.
"Yo no tengo miedo por los dineros porque están representados en un título y sabemos que los vamos a recuperar" dijo Juan Martín Lozano. Sin embargo, recalcó que en este momento la prioridad es sacar adelante el proceso y que la tranquilidad regrese a la familia Rojas Morera.
Por ahora, el proceso judicial se encuentra en etapa de juicio oral y la defensa contempla la posibilidad de que Luis Javier Rojas Morera sea testigo en su propio caso.
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