Las fotos y mensajes en poder de opositores de Maduro con los que denuncian persecución para asesinarlos en Colombia

Pablo Antonio Parada Díaz y Héctor Alejandro Zerpa González, dirigentes políticos y activista de Derechos Humanos en Venezuela, aseguran que en los últimos meses sus vidas en Colombia han sido como estar, de nuevo, “en un sótano de tortura”.

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Ambos, mientras residían en Táchira (Parada) y Caracas (Zerpa), narraron que vivieron en sangre propia las consecuencias de ser un opositor del gobierno de Nicolás Maduro.

“Nos torturaron física y psicológicamente, fuimos víctimas de atrocidades que nadie cree que ocurren en Venezuela, pues la mayoría considera que es un mito lo que se registra en los sótanos de las cárceles que son manejadas por la Policía del Gobierno”, dice Zerpa al indicar que tras pasar por todo eso tomó la decisión de abandonar la lucha en su país y venirse a Colombia.

Sin embargo, el hombre dice que esa vida de “mediana tranquilidad” que había conseguido en el país volvió a interrumpirse en los últimos meses cuando a su teléfono celular comenzaron a llegar fotos y mensajes de grupos armados para intimidarlo y advertirle que debía salir de Colombia “o sería juzgado bajo nuestras leyes”.

Uno de esos mensajes llegó el pasado 25 de julio, a pocos días de la celebración de las elecciones presidenciales en Venezuela. “Por acá le escribimos en nombre del Frente Carlos Patiño Farc-EP. La misma es para aclarar ciertos puntos con usted y sus compañeros Pablo Parada, Jesús Berbesi, Justo Hernández y Alfonso Rodríguez. Hemos visto desde hace algunos días que están diciendo en redes sociales y noticieros amarillistas que son perseguidos por los camaradas de la revolución venezolana, y ustedes saben que no es así aquí quienes perseguimos somos nosotros”, dice uno de los escritos.

Y añaden: “Debido a esto procedo a dejarle claro varias cositas a su entender. Primero Que desde este momento por actividad suya y la de sus amigos en contra de la gloriosa revolución pasan a engrosar la lista de objetivo militar para nuestro Frente, tienen ustedes 72 horas para abandonar el territorio Colombiano o de lo contrario serán ubicados y traídos ante nuestro Frente para ser juzgados bajo nuestras leyes”.

Para Parada Díaz es claro que este mensaje hace parte de los grupos “amigos” de Maduro, los cuales han llegado a Colombia con la intención de “secuestrar o asesinar” a los opositores a su sistema de Gobierno. “Las Farc-EP son parte de esta persecución contra nosotros, así como el grupo criminal, el ‘Tren de Aragua’, que está activamente delinquiendo en Colombia, y en todo el hemisferio”.

De hecho, Parada afirma que en abril de este año puso en conocimiento de la Fiscalía, de manera virtual, los seguimientos de los que estaba siendo víctima, pero según dice, ocurrió algo que hizo dudar de continuar su proceso con el ente de investigación.

“Más nadie tenía conocimiento de mi lugar de residencia, solo Héctor, y al día siguiente de exponer mi caso en la Fiscalía llegaron hombres a mi casa diciendo que tenía deudas con la justicia Colombiana, me tocó salir corriendo y pasar la noche en un caño. No quiero decir que fue de la Fiscalía que salió la información sobre mi ubicación, pero lo que paso me lleva dudar mucho, en la actualidad, de ese tipo de instituciones en Colombia”, señala Parada.

Para ambos hombres, todo lo que ha venido sucediendo responde a “estrategias del régimen de Maduro” para asesinarlos, amedrentarlos o secuestrarlos.

“Nosotros sabemos que son uniformados de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), -organización venezolana de contrainteligencia militar- que están detrás de todo esto. Ellos llegan acá y se hacen pasar como domiciliarios, o vendedores informales, cuando en realidad están haciendo labores de inteligencia”, explicó Zerpa.

Johan Obdola, experto internacional en seguridad y geopolítica, en diálogo con EL TIEMPO indicó que lo señalado por Parada y Zerpa coincide con información que maneja y está “sustentado en labores de inteligencia” que desde hace años han hecho varias redes de informantes de exmilitares Venezolanos que se encuentran en varias partes del mundo.

“Estos grupos, que están activamente operando en Colombia y en toda la región, bajo las órdenes directas de Alexander Enrique Granko Ortega (alias “Mano Negra”) y están integrados por del SEBIN, DGCIM, DAE, los colectivos venezolanos, el ‘Tren de Aragua’, operadores del ‘Cartel de los Soles’ y otros grupos criminales y terroristas aliados, como el Eln, disidentes de las Farc-EP”, señaló el experto.

Obdola manifestó que “es evidente” que durante los últimos 10 años el régimen de Venezuela “se enfocó en expandir su presencia no solo política, a través de la llamada revolución bolivariana, sino que ha creado una compleja y extensa red de agentes criminales, políticos, y terroristas en todo en continente, no solo con el objetivo de la expansión de la revolución chavista, sino de ir eliminando a la disidencia venezolana”.

El experto aseguró que la posible llagada de estas personas al país hacen de parte de la operación ‘Plan Continental Brisa Bolivariana’. "Los tentáculos de este grupo han llegado a suelo estadounidense con la presencia de del ‘Tren de Aragua’ en ese país".

Al consultarle el origen de la información, el experto indicó que esta se genera “de una red compleja de inteligencia” integrada por militares, policías activos y en retiro y activistas contra el régimen. “Mucha de la información que tenemos sale incluso desde dentro del régimen”.

Fuentes venezolanas le indicaron a este diario que se presume que varios de los hombres que se han extendido por el continente responden a las órdenes de Alexander Enrique Granko Arteaga, el jefe de la Unidad de Asuntos Especiales (DAE) de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), y se cree que ejerce una influencia significativa dentro de la organización.

“Granko ejerce un poder importante dentro de la DGCIM, a pesar de tener superiores militares como coroneles, generales y el mayor general de la DGCIM, Iván Hernández Dala. Granko no solo facilita la creación de numerosos expedientes abiertos por la Dirección de Investigaciones contra militares detenidos y civiles que han sido torturados y han visto violados sus derechos humanos, sino que también influye en la istración de justicia manipulando fechas y concertando testigos”, dijo una fuente.

JESÚS BLANQUICET

Redacción Justicia

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