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Policías custodian hoy a un grupo de sospechosos de haber participado en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moise, en Puerto Príncipe (Haití).

Mercenarios colombianos en Haití: un año del magnicidio del Presidente

La tragedia de madres y esposas de colombianos en Haití: ‘Nos destrozaron’

Atados. Cabizbajos. Abatidos. Ensangrentados. Señalados. Así son las imágenes de 18 colombianos -la mayoría con sus camisas negras polvorientas- quienes aparecieron en las primeras páginas de todo el mundo el 8 de julio del 2021 acusados del brutal asesinato de Jovenel Moïse, presidente de Haití.

Desde hace un año, el calificativo distintivo para referirse a ellos ha sido el de mercenarios, como se denomina a los soldados que a cambio de una retribución económica le sirven a un poder extranjero. En Colombia, doña Amparo repasa a diario las cartas que su hijo el capitán Germán Rivera le escribió desde el sótano como prisión que tienen los exmilitares en Puerto Príncipe.

“Tengo mi corazón destrozado. Desde que me levanto hasta que me acuesto, cada minuto, estoy pidiéndole a Dios que esta prueba termine pronto”, dice Amparo.

Y Diana Arbeláez ya no sabe qué excusa sacarles a sus dos niños sobre las razones por las que el papá, el exmilitar Naiser Franco, no los volvió a llamar. “¿Papá cuándo va a llamar? ¿Papá por qué no está acá?”, le preguntan.

Amparo y Diana no se conocían, pero las unió la desgracia de aquel 7 de julio. Desde entonces agonizan por sus familiares, quienes –cuentan- están prácticamente moribundos, condenados a la muerte, sin la posibilidad de un juicio justo y con el yugo de ser para el mundo los hombres malos.

Así se formó el grupo de colombianos

Rivera, un destacado exmilitar, fue quien recibió el o por parte de la empresa CTU Security, con sede en Miami, para que un grupo de colombianos viajara a Haití a prestar seguridad a personas poderosas de ese país.

La familia de Rivera relata que el exmilitar conocía a integrantes de esa compañía desde hace unos 10 años, pues en su actividad en el Ejército se los cruzó en ejercicios de entrenamiento.

Y con el también exmilitar Duverney Capador comenzaron a reclutar un grupo de colombianos que sería el primer escuadrón que viajaría a ese país. Incluso, esas actividades empezaron desde febrero del 2021.

A Naiser Franco lo ó Capador por Facebook y le contó que estaban formando un grupo para prestar seguridad en un país caribeño.

Franco, cuenta Diana, estaba haciendo papeles para irse a Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, a prestar servicios de seguridad. Muchos exmilitares colombianos son apetecidos por empresas de esos territorios por las habilidades armamentísticas que adquirieron y les ofrecen pagos millonarios, de hasta 3.000 dólares al mes (cerca de 13 millones de pesos).