A una pena de más de diez años de cárcel quedó expuesto el veterano capo del narcotráfico Carlos Alberto ‘Beto’ Rentería Mantilla, quien ya purgó una pena por tráfico de drogas en los Estados Unidos.
Rentería Mantilla, de 72 años, ya fue escuchado en indagatoria por un fiscal de la Dirección de lavado de activos, que consideró, al final de la diligencia judicial, que debe estar privado de la libertad mientras avanza la investigación en su contra por blanqueo de capitales provenientes de actividades ilegales.
El narco del
cartel del norte del Valle fue capturado en julio del 2010 en Venezuela, luego de estar una década eludiendo la acción de las autoridades, para lo que incluso se sometió a varias cirugías estéticas a fin de cambiar su apariencia física.
Unos días después de su captura fue extraditado desde Venezuela a los Estados Unidos, donde una Corte de Columbia lo condenó por conspiración con fines de narcotráfico. Regresó a Colombia y fue capturado en cumplimiento de una nueva orden de detención de la Fiscalía. Los investigadores se sorprendieron con la apariencia deteriorada de Rentería por el paso de los años.
“El cartel del norte del Valle era peligroso y mortal. Durante años han enviado droga a Estados Unidos y han arruinado vidas norteamericanas”, señalaron las autoridades de ese país tras la captura de varios de los integrantes de ese cartel, entre ellos Rentería, que este viernes fue trasladado en medio de fuertes medidas de seguridad a la cárcel La Picota de Bogotá.
Fuentes del ente acusador señalaron que Rentería, por quien se llegó a ofrecer una recompensa de cinco millones de dólares, no es investigado por cargos de
narcotráfico por los que ya pagó una pena en Estados Unidos y por los cuales ya no puede ser procesado. En el expediente de la Fiscalía hay evidencias de los nexos del excapo con Raúl Alberto Grajales Lemos para intentar dar apariencia de legalidad a millonarios recursos ilegales.
Grajales, que fue presidente del Grupo Grajales, el cual tenía negocios de cultivo y fabricación de vino, fue condenado a 96 meses de cárcel por lavado de activos, vinculado al blanqueo de recursos del capo del narcotráfico Iván Urdinola y su esposa Lorena Henao.
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